Cálculos del grupo ambientalista indican que hay casi 40 % de las hectáreas del primer parque nacional de Venezuela se encuentran deforestadas
Maracay. Todos los años, el parque nacional Henri Pittier arde. Los incendios forestales arrasan con la reserva natural que existe en el primer parque nacional de Venezuela. Y este 2023, no ha sido la excepción.
El 3 de marzo, Firms –un sitio web de la Nasa– detectó focos activos de calor en 1187 hectáreas del parque nacional Henri Pittier, entre los cuales destacaba uno sobre el principal vertedero a cielo abierto en Maracay, el de San Vicente y otro foco en los terrenos militares de La Placera.
Las mediciones detectadas por Firms el día 27 de marzo contabilizaron 878 hectáreas con focos activos de calor, según los reportes suministrados a Crónica Uno, por el geólogo Marcos Hernández.
Los registros que lleva Hernández refieren que en enero se detectaron dos focos de calor, en febrero 24 focos y en marzo, 117 focos activos.
Estimaciones extraoficiales suministradas por el director del grupo ambientalista Sembramos Todos, Enrique García, unas 10.000 hectáreas han sido consumidas por las llamas, solo en lo que va de año.
“Estamos hablando de que casi el 40 % de hectáreas del parque están deforestadas, si sumamos las 30.000 que han sido consumidas previamente”, explica García.
De allí que el ambientalista califica de alarmante la situación y desde Sembramos Todos, plantea una declaratoria de emergencia ambiental del parque, para que definitivamente se tomen medidas contundentes que eviten más incendios en el principal pulmón vegetal del estado Aragua.
Hay que capturar –señala– a quienes perpetran estos actos, porque estamos convencidos de que los incendios dentro del parque son provocados. Esto no es nuevo y desde hace varios años, hay gente que se dedica a incendiar el parque.
El jueves 13 de abril, un voraz incendio forestal se registró en los terrenos del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, INIA, ubicado en el municipio Iragorry, que se suma a los que siguen registrándose en las zonas más cercanas al parque nacional Henri Pittier.
Por ello, el ambientalista Enrique García insiste en que además de extinguir las llamas, hay que prevenirlas, pues los daños ocasionados al parque nacional prácticamente son irreversibles, además de las consecuencias ambientales y de salud, que generan los incendios.
Aire contaminado
“El agua que viene de los pozos y que es de consumo humano se contamina, así como el aire, lo que constituye un problema de salud pública”, explica García.
Y en efecto, el médico pediatra, presidente de la Sociedad de pediatría y puericultura capítulo Aragua, Alejandro Crespo, lo certifica.
“En edad pediátrica los más afectados son los niños menores de seis años. Y sí hay una relación entre los incendios forestales y los niños que acuden a las emergencias hospitalarias por presentar asma, bronquitis, bronquiolitis y neumonía”, detalla el especialista.
En personas adultas son recurrentes patologías como enfermedades pulmonares furtivas crónicas, bronquitis y neumonía. De estas afectaciones no escapan los bomberos, socorristas y voluntarios que suben a la montaña para sofocar las llamas.
De hecho, solo el día 2 de marzo, la Cruz Roja Aragua atendió a cinco voluntarios, luego de presentar fatiga, deshidratación, descompensación, contracturas musculares y quemaduras leves, además de afecciones respiratorias.
La calidad de vida –señala Crespo– disminuye y aumentan las emergencias sanitarias por síntomas respiratorios, luego de las cinco o seis semanas después de ocurridos los incendios forestales.
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