Seniat obliga a renovar máquinas fiscales a un comercio contraído por la crisis económica

Extienden declaración y pago del ISLR hasta el 31 de mayo- Seniat

Consecomercio exige derogar la Providencia 0141, debido a que requieren de inversión para adaptarse al nuevo sistema. En los últimos cuatro años la actividad comercial se contrajo 75 %, según cifras del BCV.

Caracas. El Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) en Gaceta Oficial número 41.518, publicada el 6 de noviembre de 2018, obliga a los comercios a renovar las máquinas fiscales. Este lunes 17 de junio debía ocurrir la migración a los nuevos equipos, sin embargo, el sector pone como principal problema la crisis económica, las fallas en los servicios y la escasez de gasolina, para llevar a cabo la inversión y cumplir con la ordenanza que plantean las autoridades.

El presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), Felipe Capozzolo, explica en entrevista a Crónica.Uno que en los últimos cuatro años el Producto Interno Bruto (PIB) de la actividad comercial se contrajo 75 %, de acuerdo con cifras divulgadas por el Banco Central de Venezuela. Además, refiere que 30 % de los locales han cerrado en el país, mientras que 15 % están desocupados en los centros comerciales. Las cifras en rojo imposibilitan a los agremiados renovar los sistemas, según el vocero.

La Providencia Administrativa 0141 busca que los establecimientos incorporen memoria de auditoría y dispositivos de captura y transmisión de datos. En la resolución se establece que “la unidad puede estar de forma integrada o externa a la máquina fiscal, con capacidad de conectarse a internet, que permite capturar los datos contenidos en la memoria fiscal y transmitir los mismos al repositorio del Sistema Centralizado de Facturación Electrónica, el cual debe cumplir con las especificaciones que al efecto establezca el Seniat, en su Portal Fiscal”, además de otras exigencias.

La situación llevó a los agremiados de todo el país a exigir derogar la Providencia 0141. Hasta ahora Consecomercio se mantiene a la espera de una respuesta por parte del Seniat.

“Nosotros en consonancia con las solicitudes que han hecho las cámaras de comercio del interior, solicitamos explícitamente derogar la obligatoriedad de la compra de estas máquinas fiscales. Nos apoyamos en varios puntos, el primero es que los comercios ya tienen un mecanismo mediante el cual se pueden cumplir con los deberes tributarios. Somos respetuosos y promovemos que se cumplan las obligaciones fiscales siempre, pero sobre todo, los negocios deben ser rentables para luego ser unos buenos contribuyentes o unos contribuyentes que aporten de manera significativa al fisco de la nación”, explica Capozzolo.

La cámara considera que la medida se aplica fuera de tiempo, motivado a que los comercios no tienen el músculo financiero para costear este tipo de inversiones que buscan una tecnología de última generación. La crisis económica ha llevado a los empresarios a cerrar o a migrar de actividad para mantenerse. En El Cementerio la mayoría de los comercios de ropa ahora venden alimentos para seguir abiertos.

“No discutimos que esto pudiera mejorar la relación entre el aportante y el ente recaudador, pero después de que hemos tenido tantos años de recesión, no vemos el caso desde la justificación económica, de invertir en estas máquinas. Por supuesto que hay condiciones de borde que limitan y que harán inviable la aplicación de esta providencia indistintamente de que sea obligatoria la implementación de estas máquinas y estas condiciones de borde son: los problemas del servicio de electricidad y servicios públicos en general, fallas de internet, de gasolina, la inseguridad, todo esto suma para que se haga una tormenta perfecta, una situación límite en la cual es inviable el comercio”, concluye.

El BCV sorprendió a la población a finales de mayo al publicar cifras del desempeño económico que mantenía veladas desde 2015. En los indicadores el organismo admitió cinco años de contracción del PIB y dos en hiperinflación.

Las cifras revelan que por cinco años consecutivos la caída se comportó de esta manera: en 2014 el PIB se contrajo -3,9 %; en 2015 -6,2 %, en 2016 -17,0 % y en 2017 -15,7 %. La pérdida de poder adquisitivo de los venezolanos, que perciben el salario más bajo de la región ($6), es otra de las razones que impacta negativamente al comercio. En marzo, Venezuela sufrió dos grandes apagones que dejaron pérdidas materiales, saqueos y robos en los establecimientos que siguen en el país.


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