Las “carreritas” de taxi se convirtieron en un lujo para habitantes del Litoral Central

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El servicio de taxi es cada vez más costoso, pero los conductores se aferran a la ilusión de que en diciembre vendrá una mayor flexibilidad de actividades productivas y, con ello, la posibilidad de recuperar a sus clientes, alejados por la pandemia de COVID-19.

La Guaira. Abordar un taxi en el Litoral Central es ahora un lujo. En medio de la cuarentena por el COVID-19, un servicio de taxi en tierras guaireñas se cotiza entre 6 y 8 dólares (3 y 4 millones de bolívares, aproximadamente), lo que ha influido en la disminución de la cantidad de usuarios de este servicio.

Los costos referidos son válidos para un trayecto entre Catia La Mar y Maiquetía, en el oeste de la entidad federal. Si el cliente aspira a llegar hasta Macuto o Caraballeda, la cantidad asciende a 10 dólares (5 millones de bolívares).

Sin embargo, este servicio no es una alternativa para la mayoría de los litoralenses frente a la escasa circulación de autobuses públicos y privados. 

“Es muy caro, una carrera de taxi ya es para gente con dólares o mucha plata”, dijo Amelia Contreras, maestra jubilada que salía con unas bolsas de alimentos del mercado comunal de Catia La Mar.

Otros usuarios, si bien reconocieron las dificultades del abastecimiento de gasolina y la hiperinflación actual, no justificaron “tanto dinero que piden por una carrerita, quieren ahorcar al pueblo”, según Oneida Salas, quien prefirió caminar con sus paquetes desde la avenida La Atlántida hasta el barrio Aeropuerto en Catia La Mar.

Engracia Luis comentó al equipo de Crónica.Uno: “Tengo la suerte de que mi hijo me manda desde Colombia y puedo no solo comprar comida sino pagar, cada quince días, mi carrerita de taxi”.

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Choferes esperan que se flexibilice más al comercio para poder obtener dividendos en navidades / Foto: Mirna Monteverde

Por el servicio de taxi en las afueras del Mercado Municipal de Punta de Mulatos en La Guaira, hasta su casa en El Playón de Macuto le cobran el equivalente a 7 dólares, los cuales cancela en divisas o en pago móvil, en bolívares.

Sobrevivientes de centros comerciales

En el último lustro, las líneas que prestan el servicio de taxi y aún permanecen son las de los centros comerciales en Catia La Mar, Maiquetía y Caraballeda, donde también se registra una merma de visitantes por efectos de la pandemia de coronavirus.

Mario González, taxista de la línea del centro comercial Jardines Plaza, en Catia La Mar, confía en que las autoridades nacionales flexibilicen aún más el comercio, los bancos y otras actividades productivas para “ver la luz en este año, recuperar a nuestros clientes y tratar de pasar unas buenas navidades con la familia”.

Su compañero de labores, Juan Ernesto Pirela, cree que con las playas abiertas durante los fines de semana, habrá opción de llevar clientes hasta Caracas. “Eso ya es algo”, comentó.


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