Las principales calles de este urbanismo, ubicado en el sur de Maracay, están repletas de basura, pues el servicio de recolección tarda hasta 20 días en pasar. En medio de este panorama, los 1743 apartamentos que forman la urbanización tienen más de 15 días sin agua, pues los constantes bajones eléctricos dejaron inoperativas las dos bombas de agua de las residencias.
Maracay. Si algún servicio público en Maracay sigue siendo en extremo deficiente es el de la recolección de basura. Más de 4000 familias que residen en el urbanismo Madre María de San José, en el sur de la ciudad, padecen esta deficiencia.
Los 1743 apartamentos que constituyen la urbanización no cuenta con un mecanismo de disposición de la basura, pues los 14 containers que les fueron asignados en sus inicios fueron sacados por la municipalidad de Girardot, con el argumento de que eran un foco de contaminación.
“Desde entonces —explica Francisco Solórzano, uno de sus habitantes— no tenemos donde lanzar la basura, salvo uno que otro pipote que hemos dispuesto en algunos bloques”.
Ello implica la proliferación de moscas, gusanos y malos olores, pues los residentes de la urbanización han optado por lanzar los desperdicios en las aceras y calles internas del urbanismo, en espera de que el servicio de recolección haga su trabajo.
El aseo urbano no pasa de manera regular. De hecho, pasan hasta 20 días para que los camiones entren a recoger la basura”, indica Solórzano.
En plena pandemia por la COVID-19, los residentes de Madre María tampoco cuentan con agua potable por tubería. Desde hace más de 19 días, los dos pozos internos que posee el urbanismo están inoperativos.
Son tantos los bajones eléctricos que las bombas se dañaron, y ahora la reparación debe correr por cuenta de los propietarios”, lamenta una de las vecinas.
Cuentan quienes residen en la comunidad que en el urbanismo se registran más de 30 fluctuaciones eléctricas al día, sin que la empresa eléctrica explique el porqué de las fallas ni, mucho menos, reponga los daños causados a los aparatos electrodomésticos.
Mientras tanto, deben surtirse de agua a través de la compra de botellones o del suministro que ocasionalmente les presta la alcaldía a través de camiones cisternas, y subir envases por las escaleras, pues los bloques no poseen ascensores.
“Ya tenemos dos días sin que vengan al urbanismo, pero quince días antes y el propio domingo de las primarias del PSUV esto era un desfile de camiones cisternas”, subraya Francisco Solórzano.
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