Este jueves fueron sepultados los cadáveres de tres de las víctimas de la matanza perpetrada el domingo en Los Candados, zona minera de Sifontes, en Bolívar. Familiares de los asesinados insistieron en señalar un culpable: el Ejército de Liberación Nacional.

Este jueves fueron enterrados los cadáveres de César Martínez, Adela Suriman y Edixon Ochoa, tres de las siete víctimas que dejó la masacre perpetrada, según las denuncias de los familiares, por el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

La masacre ocurrió a finales del domingo en el sector conocido como Los Candados, cerca de Bochinche. Se trata de una zona próxima a la frontera con el Esequibo, en Sifontes, estado Bolívar.

El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) devolvió a finales de la tarde de este jueves los cuerpos de Abigaíl Colmenares y de Jean Carlos Gutiérrez.

Todas las autopsias se hicieron, con resguardo del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en el Fuerte Tarabay (del Ejército), en Tumeremo (capital del municipio minero de la masacre).

Persiste la denuncia

En la noche del miércoles fue identificado el sexto cuerpo: se trata de José Luis Arwin, de 30 años. Falta por reconocer un cadáver, el de un hombre de rasgos indígenas con un tatuaje en forma de escorpión en el brazo izquierdo.

Durante los entierros, en el cementerio de Tumeremo, los familiares de los asesinados insistieron en desmentir la versión oficial según la cual la masacre se originó durante un enfrentamiento entre bandas.

Insistieron en que el ELN sometió y ajustició a todas las víctimas. Las autopsias concluyeron que los cadáveres tenían tiros en las cabezas.

Foto: Cortesía William Urdaneta / Correo del Caroní


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