La princesa Peach es el mejor personaje de un largometraje divertido de principio a fin

Caracas. Finalmente se estrenó Super Mario Bros: La película, la producción de Illumination Entertainment y Nintendo tan esperada y promocionada desde hace meses.

Es redundante decir que Mario es un personaje muy querido, con vínculos en distintas edades. Las salas de cine se llenan de padres que llevan a sus hijos, así como de hijos que piden ir a sus padres. El fenómeno intergeneracional del personaje es fácil de constatar en las colas de las taquillas, o incluso en las calles. Por ejemplo, en Chacao durante Semana Santa había niños vestidos como el famoso plomero, incluso uno llevaba el caparazón de Bowser mientras caminaba de la mano de sus padres. Iban o venían del cine.

No hay dudas de que la apuesta de Super Mario Bros: La película se dirige al éxito seguro en recaudación. Es una experiencia que cumple con la promesa de entretenimiento puro. Si los videojuegos contienen una narrativa suficiente para ese universo, el cine se ve como la consagración como obra de ese mundo, que tuvo su adaptación en acción real en 1993 con Bob Hoskins y John Leguizamo, como Mario y Luigi respectivamente.

Super Mario Bros: La película
El mundo al que llega Mario está muy bien diferenciado del mundo del que proviene

Ahora, los colores que se evocan son aquellos fidedignos al de la pantalla, que ha ido evolucionando de diversas maneras desde 1985, año del lanzamiento del primer videojuego, cuando el mundo comenzó a empatizar con un pequeño plomero que realiza una aventura en la que involucra a la acción al principal testigo: el jugador.

Ese es uno de los retos de llevar un videojuego al cine. El espectador viene acostumbrado desde hace mucho a ser parte de la historia, a ser responsable del triunfo o fracaso del protagonista. Claro está que existe la conciencia del medio, por lo que debe existir cierta renuncia por parte de quien va al cine, que acepta claramente que son otras las maneras.

Super Mario Bros: La película es consciente de todo, por lo que no solo respeta los elementos claves de su universo, los personajes, sus códigos, los colores e incluso sus ademanes, sino que también logra introducir al público a un ejercicio que emociona como si en realidad todo fuera un videojuego. Genera esa sensación.

Los directores son Aaron Horvath y Michael Jelenic, quienes se han encargado de series animadas como versiones más recientes de Thundercats o Teen Titans Go!. El guion es de Matthew Fogel, responsable de la exitosa Minions: nace un villano (2022) y La gran aventura Lego 2 (2019).

Super Mario Bros: La película
Bowser es el villano que hace que los reinos teman una invasión total, por lo que deben unirse

Ahora bien, Super Mario Bros: La película plantea muy bien el conflicto y su resolución. Todo eso queda muy bien resuelto de principio a fin, pero ya en reposo, cuando se revisa a Mario y Luigi, queda la sensación de que no se supo mucho de ellos en realidad, más allá del problema familiar que se ve en la parte de Nueva York, cuando ambos plomeros todavía no conocen ese mundo de hongos, flores de fuego y princesas.

No hay formas de justificarlo con que es una película animada. Desde hace años hay personajes profundos como Simba después del duelo en El rey león o más recientemente el espadachín parlanchín en la saga de El gato con botas, en cuya más reciente película se profundiza con el miedo al fin de los tiempos.

Mario y Luigi en este largometraje tan solo se basan en lo que ya se sabe después de casi cuatro décadas, pero la película elude la amplitud del cine y sus tiempos para dar más con respecto a su existencia. En realidad, parecen responder más a las circunstancias del momento que a un detallado viaje más allá de la resolución de lo inmediato. Una fórmula en la que se les presenta un problema y saben que deben resolverlo ya, pero sin chance a matices en sus personalidades durante el trayecto.

Super Mario Bros: La película
Están todos los ingredientes para una saga en la que se sabrán más detalles sobre Peach

La princesa Peach sí tiene un mayor desarrollo, pues da luces de un misterioso origen que seguramente será revelado en futuras entregas. Además, las formas en la que asume el reto del conflicto y su resolución son muy bien trabajadas. De hecho, es el mejor personaje de la película sin la necesidad de brillar por encima del par de hermanos, quienes a pesar de todos son entrañables y generan una conexión emocional en todo momento.

A pesar de todo, Super Mario Bros: La película es un filme entretenido de principio a fin. Dura el tiempo justo, sin necesidad de alargar lo que no necesita, precisa como un buen videojuego, y respetuosa con el mundo del que proviene.

John Wick 4, la saga se revitaliza después de un bajón

Todo en todas partes al mismo tiempo, la vida como cambio de planes

Creed III, entretenimiento sin revestimiento de novedad

La ballena, el camino espinoso de la verdad

Los espíritus de la isla, una historia de miedo y soledad

Ofrenda al demonio se salva gracias a su final

Andor, otra serie que respeta el universo de Star Wars


Participa en la conversación