Tachirenses recurren a veterinarias y agropecuarias en busca de sus medicinas

A medida que pasan los días, la batalla por conseguir un medicamento en una farmacia se hace cada vez más difícil, por lo que enfermos y familiares se ayudan comprando productos destinados al uso animal. Los médicos lo ven como una práctica de guerra, pero acceden, ya que lo que cuenta es la vida del paciente.

San Cristóbal. La grave crisis en el sector salud afecta en todos los niveles. El desespero conduce a pacientes y a familiares a una búsqueda frenética de medicinas que, a medida que pasan los días, se vuelve cada vez más infructuosa.

Ya no solo se recurre a hierbas y brebajes naturales para sanar dolencias y curar ciertos padecimientos, ahora se buscan los medicamentos destinados al uso animal para paliar enfermedades en personas.

Cada día es más común ver cómo las personas se ayudan entre sí, pero ya no dirigiendo a quienes buscan hacia farmacias, sino a agropecuarias y clínicas veterinarias.

Mi hermano necesitaba un antialérgico, Prednisona, para ser específica, y no lo encontré en ninguna farmacia. No me quedó de otra que ir a una veterinaria, ya que es una alternativa”, dijo Fátima Flores.

Las fallas constantes del servicio de agua en zonas rurales hacen que la escabiosis o sarna, como también se le conoce, se haga más frecuente tanto en niños como en adultos, lo que eleva el consumo de medicamentos para el combate de este enfermedad.

“Me recetaron unas gotas, pero no las encontré. Mientras tanto me bañaba con ‘rabo de ratón’, que la venden en el mercado, y jabón de azufre. Se me alivió unos días, pero después me empezaron a salir las rosetas y la picazón volvió y me dijeron que había medicina para eso en una agropecuaria. Fui y la compré y allá me dijeron cómo debía tomarla. Santo remedio”, dijo Dominga Duarte.

Y esto no solo aplica a antialérgicos, también se adquieren medicamentos desparasitantes, anticonvulsivantes y analgésicos, entre otros. Quienes los necesitan ven una tabla de salvación cada día más pequeña en las ventas de medicamentos para animales, ya que los adquieren pese a los riesgos que para su salud puede implicar el consumo de los mismos.

Los tachirenses sustituyen con medicinas para animales los medicamentos que no consiguen en las farmacias.

Actualmente, algunos médicos ven con impotencia la desesperación de sus pacientes, sin importar su estatus económico, pues la escasez de medicinas afecta a todos por igual, y ya ejercen, en casos específicos, lo que ellos mismos llaman “medicina de guerra”, pues no hay cabida para medicamentos de uso veterinario en la medicina para personas.

El médico internista y farmacéutico Alexis Sánchez explica que la diferencia entre la medicina veterinaria y la destinada a personas es la concentración de los medicamentos:

Animales como toros, vacas y becerros, entre otros, tienen un peso mucho mayor al nuestro, lo que significa que esos fármacos vienen fabricados en concentraciones más altas que la que se usa normalmente para pacientes humanos”.

Señala que para la elaboración de los medicamentos se usa una base promedio de una persona de 70 kilos, lo que difiere de la posología de medicamentos para animales, pues los pesos y tallas no coinciden con los de un humano.

Agregó el galeno que el principio activo de un medicamento para humanos y para animales es el mismo: Un esteroide para humanos es el mismo para el animal, solo que viene en concentraciones diferentes y, muy probablemente, en presentaciones diferentes, pero el principio activo es el mismo. No es apto el medicamento de uso veterinario en humanos y viceversa, porque tendríamos que hacer una tabla de conversión adecuada para llevar ese principio activo en el caso de animales para humanos y en el de humanos para animales.

Para que esta medida tuviera éxito, en las farmacias tendría que haber un equipo especializado en estas conversiones. Sin embargo, no hay personal en los expendios de medicinas para tal fin, pues el deber ser es la comercialización de medicamentos diseñados para consumo humano.

Señala el galeno que los antibióticos son otro tema, ya que las bacterias que atacan al humano no son las mismas que afectan a un animal y viceversa, lo que aplica para hongos y virus. Bajo ninguna circunstancia se pueden usar antibióticos de uso veterinario en humanos.

Los médicos, pese a no estar de acuerdo con el uso de medicinas de uso veterinario, en algunos casos no tienen más remedio que acceder a ellos, con tal de sanarles las dolencias a sus pacientes. Personas con escabiosis, por ejemplo, llegan a salas de hospitales en busca de un tratamiento y no lo consiguen en una farmacia, pero sí en una veterinaria.

“El principio activo de los medicamentos para la escabiosis es la irvemectina, pero ya no se consigue. En ese caso yo uso la irvemectina de los perritos, porque es equivalente”.

Señala que estos medicamentos no van a tener un efecto adverso en humanos; sin embargo, hay medicamentos que sí ponen en riesgo la vida de un paciente, por lo que se debe tener mucho cuidado al momento de usar productos para uso veterinario.

Por ejemplo, si yo le voy a poner un anticonvulsivante a alguien que lo va a usar para toda su vida, créeme que no voy a utilizar uno de uso animal, pero en los casos de la escabiosis y parasitosis, que se cubren con dosis únicas, pues se considera usar el producto para uso animal”.

Indica que bajo ninguna circunstancia se debe recetar medicinas para animales a humanos, pero, en casos de emergencias, no queda otra opción, pues la principal función de un médico es salvarle la vida a un paciente, lo que lo lleva a él y a otros colegas a adoptar este tipo de medidas desesperadas. Esto es la práctica clínica de nosotros en Venezuela. Esto lo puedo contar en otro país que tenga alguna intención de desarrollo y me van a decir que es una locura, no se atreven.

Es muy importante que el consumo de estos medicamentos se haga bajo estricta vigilancia médica, por cuanto puede tener un efecto contrario o no deseado. Indica el doctor Sánchez que, en un primer momento, los efectos son de carácter gastrointestinal, tales como colitis, diarrea y vómitos, entre otros. Sin embargo, de manera crónica puede haber afecciones hepáticas que pudieran desencadenar hepatitis medicamentosa y hasta una cirrosis hepática.

Por otra parte, el médico veterinario Porfirio Dávila señala que esta situación es muy alarmante, por cuanto los laboratorios que elaboran medicamentos para uso animal no tienen los mismos controles que aquellos destinados a la elaboración de medicinas de uso humano.

Señala que los medicamentos genéricos, cuando comenzaron a comercializarse y en la actualidad, no eran bien vistos por los médicos, precisamente porque no se tiene un control de calidad de estos productos, situación que se repite y con mayor grado en los medicamentos para animales.

“Estos productos obviamente son más baratos y no tienen tantos controles como un medicamento hecho por un laboratorio como Pfizer o Bayer, entre otros”. Dijo Dávila.

Alerta a quienes consumen estos medicamentos para que dejen de hacerlo, ya que la inocuidad del mismo en animales no garantiza que no le haga daño a un humano, al referirse a los aditivos químicos, saborizantes y colorantes de uso animal.

Fotos: Ana Barrera


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