En los últimos dos años las billeteras digitales –nacionales e internacionales– han enfrentado limitantes financieras, de adaptación a la economía, censura y algunas hasta procesos penales y denuncias de estafa.

Caracas. La plataforma de intercambio de criptomonedas Uphold anunció que a partir del 23 de junio no permitirán más depósitos de usuarios que residen en Venezuela y dio plazo para retirar fondos hasta el 31 de julio.

La compañía de servicios financieros fundada en 2013, con sede en Estados Unidos, anunció a sus usuarios que decidió limitar sus operaciones en Venezuela debido a la creciente complejidad del cumplimiento de las sanciones estadounidenses que pesan sobre el sistema financiero venezolano.

Venezuela fue uno de los primeros países en adoptar Uphold y nos encanta atender a nuestros clientes allí. Estamos dando este paso muy a disgusto”, dijo la empresa en el comunicado.

Ya en 2019 Uphold había sido noticia en el país por el cierre de cuentas de usuarios venezolanos, que alertaban en redes sociales la llegada de correos informando el bloqueo y pidiendo evidencia sobre el origen de los fondos.

El director ejecutivo de Uphold, Juan Pablo Thieriot, descartó que el cierre de cuentas respondiera a razones políticas, aunque aseguró que la compañía “está totalmente comprometida a cumplir con las leyes que se aplican en cada una de las jurisdicciones en el que opera”.

Hasta mediados de 2021, Uphold tenía alrededor de 7 millones de usuarios y más de 1,4 millones solo en Latinoamérica –según dijo su CEO a La Repúblicacon más de 500.000 usuarios venezolanos (36 % de la región), parte de ellos en la diáspora. Uphold funciona mediante tecnología de cadena de bloques –como las criptomonedas– y opera en más de 180 países.

Limitaciones financieras

Si bien Uphold no es la única billetera o plataforma de intercambio que decide dejar de operar en el país, sí es la primera que acusa abiertamente que el cumplimiento de las sanciones es una limitante.

Esperamos regresar al mercado venezolano tan pronto como lo permitan los cambios en la política de EE. UU., aclara. En abril de 2021 las plataformas Neteller y Skrill dejaron de prestar servicios a usuarios residenciados en Venezuela, aunque más allá de especulaciones ninguna de las empresas acusó a las sanciones como la causa de su retirada.

Pero las empresas internacionales de pago e intercambios no han sido las únicas en cesar. En agosto de 2020 la venezolana Yeipii anunció el cierre de operaciones tras cuatro años en el mercado y a finales de 2021 Valiú hizo lo propio, argumentando que no logró adaptarse rápidamente a la dolarización, la pandemia y el auge de las criptomonedas.

Procesos penales y denuncias de estafa

El panorama económico y el ambiente de sanciones no son lo único que promueve el cierre de plataformas de pago. En agosto de 2021 la billetera Shasta App –creada en alianza con el Banco Nacional de Crédito– dejó de operar tras poco más de un año en el mercado.

Uno de los fundadores de la empresa registrada en España, Alex Sicart, fue imputado meses atrás por delitos de estafa, legitimación de capitales y asociación para delinquir, y detenido en Caracas. Sicart también estaba involucrado en un proceso penal en su país de origen por irregularidades en un proyecto de minado de bitcoins en la ciudad de Málaga.

A finales de 2021 usuarios de la plataforma AKB Fintech comenzaron a denunciar que sus transferencias y retiros de fondos fueron negados. Tan solo en febrero de este año la empresa aseguró que estaba trabajando para restablecer sus servicios “lo más pronto posible”.

Mientras que más recientemente la plataforma Berzus –antes conocida como Bancumbre– dejó de operar en bolívares sin previo aviso y pidió a los usuarios que quieran cargar o retirar fondos hacerlo con dólares, euros o pesos colombianos. Berzus era conocida por ser una de las pocas que aún permitía transacciones con Zelle.

Regulación y censura

En junio de 2021 la Superintendencia para las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) creó una norma para regular los servicios de tecnología financiera (Fintech) de la banca y de empresas emergentes o start up, para que los nuevos productos o servicios sean “más eficientes, seguros e incluyan a grandes sectores de la población”.

El auge de las aplicaciones de intercambio y pagos en los últimos años responde a fenómenos como la dolarización, la hiperinflación y la continua devaluación del bolívar, pues los usuarios buscan resguardar sus ingresos en monedas extranjeras. Apps como Yeipii resultaron en su momento una solución a falta de efectivo y limitaciones de puntos de venta.

Plataformas como Airtm, a su vez, han sido bloqueadas y limitadas por razones políticas y, previo a que se permitiera la libre convertibilidad en 2018, eran censuradas por “promover” tasas de cambio distintas a la oficial.


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