Uso del carnet de la Patria para comprar gasolina en la frontera aumenta las colas en San Cristóbal

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Más de 18 horas hay que permanecer en una cola en San Cristóbal para surtirse de gasolina luego de que se implementara el uso del carnet de la Patria para tal fin en la frontera. Quienes no lo tienen suben hasta la capital tachirense, complicándoles las cosas aún más a los citadinos.

San Cristóbal. Las colas en las estaciones de servicio para surtir de gasolina los vehículos en San Cristóbal no tienen precedentes.

Desde la puesta en marcha del uso del carnet de la Patria en las estaciones de servicio fronterizas, las colas en la capital del Táchira se han vuelto una verdadera pesadilla problema, pues de cuatro horas promedio en una cola se ha pasado a 18 horas, en el mejor de los casos.

18 horas para echar gasolina

Un secreto a voces es que quienes no tienen el carnet prefieren venir a San Cristóbal, en donde aún no se implementa su uso, para surtirse de combustible, pese a la distancia que ello implica, lo que genera que las cosas se compliquen para los sancristobalenses, quienes ya debían pasar varias horas dentro de sus vehículos para llenar sus tanques.

Yo llegué a eso de las cuatro de la mañana y de una vez empezaron a llegar los carros a ubicarse detrás de mí. Estamos a unas trece o catorce cuadras para llegar a la estación de servicio. Me siento bastante indignado. Ya esto se volvió una costumbre, pero para el Estado venezolano todo está normal”, indicó Gerardo Durán.

Denuncia que efectivos militares cobran entre 10.000 y 15.000 pesos a quienes no quieren hacer la larga cola de vehículos, pues ante la necesidad de llenar el tanque, desesperados, los conductores pagan lo que los uniformados les pidan.

En otra estación de servicio, cientos de personas pernoctaron en las calles con sus carros. Jorge Rodríguez asegura que llegó a las siete de la noche del día sábado para poder surtirse del hidrocarburo.

“Quedamos a unas ocho cuadras. Aquí todo es horrible, el frío, la inseguridad, los carros que pasan, no hemos comido desde ayer, uno debe dejar los muchachos botados en otras casas para venir a echar gasolina”.

Indicó Rodríguez que en esa bomba no están funcionarios de la GNB ni de la PNB, sino del Ejército y que son ellos quienes han puesto orden al caos que se suscitaba en el lugar. Esta situación se repite en otras estaciones, donde, al parecer, y según se afirma en grupos de WhatsApp y Twitter, los efectivos no se prestan a actos de corrupción.

Los del Ejército son quienes ponen el orden en las colas

Lo evidente es que ya el trasnocho no es exclusivo de los gasolineros, pues muchas personas deben dormir en sus vehículos, exponiéndose a los delincuentes, quienes ya han hecho de las suyas. Incluso, en una de las estaciones de servicio, aseguran que hubo una escaramuza entre un delincuente y un supuesto funcionario de las FAES, quien aguardaba en una cola cuando pretendieron asaltarlo, por lo que uno de los atracadores recibió un impacto de bala que le causó la muerte.

Ya en algunas bombas de San Cristóbal se aprecian los nuevos dispositivos para el cobro de la gasolina, pero quien no tenga el carnet de la Patria igual puede surtirse.

Es para que la gente vaya viendo cómo es el proceso, pero ya para el 1 de octubre sí empieza a funcionar y muere el chip y quien no lo tenga debe pagar a precio internacional”, dijo uno de los isleros mientras surtía de combustible a un vehículo.

El tráfico se ve seriamente afectado por estas colas, ya que siempre un canal, bien sea de calle o avenida e incluso autopista está ocupado por carros de alguna bomba sin importar si está cerrada. En algunas estaciones de servicio las colas empiezan a eso del mediodía del día anterior, a la llegada de la gandola. Con mecates, tobos, piedras apartan puestos de amigos y familiares, mientras que otros, más vivos, aprovechan que viven en la vía a la estación para tomar la cuadra y cobrar por cuidar carros.

“Ayer me fui a quedar y llegué a las 5 de la tarde y el muchacho me dijo que le diera 5000 pesos y él me cuidaba el puesto. Toca eso y así uno no pasa toda la madrugada ahí aguantando el frío y con el peligro de la noche”, expresó Luis Colmenares.

Fotos: Ana Barrera


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