Hasta el agua de lluvia han tenido que aprovechar los habitantes de la Candelaria. Al acentuarse la crisis se ha visto con mayor frecuencia que los ciudadanos salen con sus tobos a recoger lo que pueden.

Caracas. Hace 60 años llegó la señora Antonieta Garrio a Venezuela y, desde entonces, nunca había tenido que enfrentar escasez de agua. Como puede resuelve su día a día, entre los vecinos la ayudan a cargar pipotes e incluso ha tenido que optar por “limpiar al seco”. 

Antonieta, de 80 años de edad, se cuestiona qué zonas reciben los miles de litros de agua que promociona el gobierno de Nicolás Maduro en las propagandas que transmiten en televisión nacional. Su realidad es otra y en el edificio donde vive, ubicado en la Candelaria, padecen la falta de agua desde hace dos años hasta el punto de recibir el servicio solo una vez a la semana. 

No hay dinero para pagar una cisterna. Además, ¿qué hacemos con eso? Somos muchos apartamentos, nos irá a quedar un tobo para cada uno y la cuenta vacía, manifestó Antonieta.

La señora de la tercera edad recordó que en una época Venezuela tuvo problemas de distribución de agua por causa de la sequía, pero aseguró que cuando el ingeniero José María de Viana estuvo al mando de Hidrocapital nunca tuvo que preocuparse por no tener agua. 

La Candelaria
Antonieta Garrio, de 80 años de edad. Foto: Mariana Sofía García.

Los vecinos del centro de Caracas denunciaron que hay edificios a los que les llega el agua con más constancia que a otros y desconocen las razones. Además, comentaron que en otras protestas han recibido promesas de trabajadores de Hidrocapital que les aseguran que si disuelven la manifestación van a restituir el servicio en sus viviendas, y nunca les cumplen. 

“Muy lindas las luces de Navidad que pusieron en la plaza de Parque Carabobo. Voy, me tomo la foto, disfruto y cuando llego a mi casa me encuentro que tengo la poceta podrida y el lavaplatos hasta el tope”, lamentó Aidor Gueto, y consideró que el gabinete de Maduro “solo busca dar una realidad ficticia”. 

Hasta el agua de lluvia han tenido que aprovechar los habitantes de la Candelaria. Al acentuarse la crisis se ha visto con mayor frecuencia que los ciudadanos salen con sus tobos a recoger lo que pueden, relató Héctor Zambrano. 

No sé si los adornos de Navidad van a ser los excrementos en nuestros baños, expresó Zambrano. 

El agua no es el único problema para los vecinos de la Candelaria. El aseo urbano no pasa desde hace cuatro meses y de vez en cuando cuentan con un camión particular que pide colaboraciones para recoger los desechos. Además, con frecuencia tienen fallas eléctricas y han perdido sus electrodomésticos.

Bajamos a la plaza de Parque Carabobo y, ay qué bonito, pero llegamos a la casa y tenemos las pocetas podridas, el olor de la basura y sin Internet, manifestó María Pineda.

Los vecinos de las parroquias del norte de Caracas aseguraron que mantendrán la protesta activa para seguir exigiendo que sean respetados sus derechos de tener servicios públicos de calidad.

Foto: Luis Morillo

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