Vecinos de La Laguna de Catia perdieron electrodomésticos y comida durante la inundación de sus viviendas

inundación en Catia

Las lluvias que se registraron la madrugada del martes, 26 de abril, provocaron inundaciones en varios sectores de Catia. En la casa de Julián Álvarez, residente de la zona, el nivel del agua le superaba sus rodillas. A otros dos afectados se les dañó la computadora de sus vehículos.

Caracas. Los carros estacionados en la calle La Laguna de Catia, en la parroquia Sucre, tienen el capó abierto. Sus dueños esperan que el motor de cada vehículo se seque con el viento y el sol, que se esconde detrás de las nubes. Desde la madrugada del 26 de abril, las lluvias le dieron la razón al nombre del sector: era una laguna de aguas negras.

Este miércoles, 27 de abril, los vecinos arreglaban sus viviendas, barrían el agua y reparaban los pocos electrodomésticos que pudieron salvar. A las 3:00 a.m. del martes, Andrew, un vecino de la comunidad, despertó a los habitantes del callejón La Esmeralda, dentro del sector, gritando: “¡Agua, agua!”. No se trataba del servicio de Hidrocapital, que solo está disponible los fines de semana, era porque la calle se había empezado a inundar.

El agua golpeaba las puertas de aluminio, pero Julián Álvarez, de 61 años de edad, se contuvo de abrir, pues sabía que el torrente entraría con más violencia.

Despertó a su mamá, de 89 años, con estás palabras: “Quédate tranquila. Nos estamos inundando”. 

Cuando la señora Elba se levantó de su cama, el nivel de agua superaba sus rodillas. Sus hijos, Julián y Eduardo, la llevaron al segundo piso, pero al no poder controlar bien sus pasos el primero se golpeó la cara contra las escaleras. Después no había mucho más que hacer. “Rezar y llorar”, recordó Julián. 

Foto: Tairy Gamboa

El agua subió hasta tapar las motocicletas y casi tocar los retrovisores de los carros. Contaminó la comida de todos los vecinos, en la casa de la señora Amparo flotaba una concha de piña como las que venden en el mercado de la zona. La lavadora de Gypsi Parra, su vecina, también se movió con el agua, lo perdió todo.  

Los vecinos de cuatro casas frente a la vía principal de la comunidad perdieron todos sus enseres. 66 familias resultaron afectadas en el Eje 9 de Catia, según Wilker González, encargado del Comité Local de Abastecimiento y Producción (Clap).

Foto: Tairy Gamboa
Un problema acumulado en las alcantarillas

Es la primera vez que una inundación ocasiona estas consecuencias en la calle La Laguna de Catia, en los 60 ó 50 años que, en promedio, han vivido ahí los afectados que declararon a Crónica.Uno. Sin embargo, el problema comenzó hace dos años.

González explicó que se debe a un aumento de la población en Los Magallanes de Catia y la desatención de la Alcaldía. 

El alcantarillado se ha ido arruinando y está circulando por las calles el agua de las alcantarillas, dijo. Las cloacas desembocan en el embaulado de la avenida principal, pero el agua se devuelve porque no tiene drenaje. 

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Foto: Tairy Gamboa

Aunque los efectos de la lluvia tomaron por sorpresa a los vecinos, la mayoría preveía las consecuencias de no hacerle mantenimiento a los desagües. La última vez que la junta comunal solicitó un equipo especializado de limpieza a la alcaldía fue en febrero y no obtuvo respuesta. Aunque habitantes del sector han intentado implementar soluciones propias, González insistió en la dependencia que tienen con el gobierno municipal. El embaulado “no tiene una ventilación como para que los vecinos resuelvan”.

Además del problema del alcantarillado, las fallas en el acceso a otros dos servicios afectaron especialmente a los habitantes de la comunidad en las inundaciones. En primer lugar, el acumulado de basura, debido a que los camiones de aseo municipal recogen los residuos sólidos una vez al mes. En segundo lugar, el agua no llega hasta el viernes, es decir, que después de dos días de limpieza los afectados deben esperar dos días más para lavar la ropa y los colchones.

El Concejo Municipal de Catia contabilizó 26 incidencias en la parroquia Sucre: 5 sectores inundados; deslizamientos en 9 zonas; desbordamientos de agua en 4 comunidades; árboles caídos en 2 sitios y la suspensión del servicio eléctrico en otros dos sectores.

La Alcaldía del Municipio Libertador no ha dado respuesta a los vecinos. Solo dos funcionarios de la policía visitaron La Laguna de Catia y hablaron con la representante comunal. 

Sin embargo, la alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, informó a través de su cuenta en Twitter que hicieron un recorrido por la parroquia Sucre, la madrugada del martes, 26 de abril, y la mañana del miércoles, 27 de abril. Tras estas visitas se activaron cuadrillas para remover escombros y despejar quebradas. La funcionaria recalcó que 33 familias “están en condición de abrigo.

Hemos hecho mantenimiento a 123 quebradas en Caracas, pero como dijo el coronel Pereira ha llovido tres veces más de lo que ha llovido los últimos años en el mes de abril., indicó durante una transmisión en Venezolana de Televisión.

La solidaridad vecinal ha sido el mayor apoyo y el más efectivo, las manos de los que residen más arriba que extendieron una arepa en el desayuno a quienes perdieron todo en la inundación. 


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