Dahiana Cusnir, una periodista tachirense que tiene año y medio viviendo con su familia en Israel, relata que los venezolanos que residen en ese país tienen miedo y para muchos es la primera vez que afrontan ataques de misiles y no saben qué hacer.
Diario Los Andes/ Especial. “No se ha sabido de nada particular con venezolanos que viven en Israel, hasta ahora, pero muchos sienten miedo”, narra Dahiana Cusnir, una periodista venezolana de ascendencia judía que vivía y trabajaba en Táchira.
Cusnir afirma que en especial el miedo se apodera de los que tienen poco tiempo en ese país: “Esto es la primera vez que ocurre y no saben qué hacer. Y otros, que tienen tiempo, igual sienten mucho miedo, porque la gente de por sí, es nerviosa”.
La periodista emigró a Israel con su familia en noviembre de 2019. Como ella, salieron muchos judíos huyendo de la crisis venezolana, y aprovechó la Ley de Retorno del Estado de Israel, que les da legalidad con muy buenas condiciones socioeconómicas en esa nación.
Algunas cifras
No hay cifras exactas de cuántos judíos se fueron de Venezuela a Israel, luego de la toma del poder de Hugo Chávez y su posterior rompimiento de relaciones con Israel, hace unos 11 años. Israel retiró su embajada de Venezuela y comenzó a facilitar la partida de judíos a su país.
Las cifras que se manejan dan cuenta de que entre 2013 y 2018 unos 20.000 judíos salieron de Venezuela a diferentes destinos del mundo. La Agencia Judía contabilizaba 683 venezolanos en territorio israelí para 2019, por lo que se cree que cerca de 1000 viven en ese territorio debido a que siguieron saliendo familiares que quedaban rezagados tras la primera oleada migratoria.
Muchos venezolanos en Israel, como la familia de Dahiana Cusnir, específicamente su padre, viven en territorios afectados desde hace más 30 horas por los combates entre Palestina e Israel.
Mi papá vive en la ciudad de Ashkelon y en el edificio que está junto al suyo cayó una bomba, gracias a Dios están bien”.
Cusnir vive en Ashdod, donde el clima bélico que inició este lunes se ha sentido menos intenso; de hecho, mientras respondía a la entrevista para Diario de Los Andes, salió a hacer unas compras, pero atenta, porque de sonar la alarma debe resguardarse de inmediato en un edificio o cualquier refugio de protección de los que abundan en todo Israel.
En medio de las compras que hacía cerca de las 7:00 p. m. de este martes, la alarma volvió a sonar. Relata que sintió temor porque su mamá y su hija estaban solas en la casa: “Las comencé a llamar y no me contestaban. Estaba sola en la calle, fueron como 10 minutos después que mamá contestó. Estaban bien, pero me puse nerviosa”.
¿Qué es lo que sucede exactamente en Israel en este momento, desde su visión de venezolana en ese territorio?
—Se habla de una escalada más de los palestinos. Ya se habían presentado enfrentamientos las semanas anteriores desde que inició el Ramadán (mes sagrado de los musulmanes). Se habían registrado enfrentamientos en Jerusalén entre los judíos y los palestinos, con la policía de Israel, cuando esta intentó disolver los enfrentamientos. Y todas las noches al terminar las oraciones del Ramadán, los palestinos se congregaban en la Puerta de Damasco –que está en Jerusalén– y comenzaban sus manifestaciones, que consistían en tirar piedras a los judíos ortodoxos que pasaban por el sitio, les pegaban, les decían cosas ofensivas y más. Eso se fue repitiendo todas las noches. A medida que transcurría el tiempo aumentaba la violencia. Como a la semana de esta repetitiva situación, la policía israelí optó por colocar una especie de baranda para evitar que ellos se congregaran ahí, y eso los enardeció más y se puso todo más violento. La policía decidió quitar las barreras para calmar el asunto, aun así, seguía la acción de palestinos y ya no era solo en Jerusalén, sino en diferentes sitios donde conviven comunidades árabes.
Cusnir explica que cuando los árabes que viven en Israel veían pasar a un judío actuaban con agresividad, y esto ya no solo estaba ocurriendo en Jerusalén.
También hubo un grupo de judíos que les respondían y entre ellos se gritan: Muerte a los árabes, y los árabes a su vez dicen: Muerte a los judíos, cuando los ven pasar. Estaba sucediendo eso”.
Cuenta que desde el lunes se celebraba el día de Jerusalén (por los 73 años de fundado el Estado de Israel) y salieron los judíos a sus acostumbrados festejos por la fecha.
“Hicieron una marcha y ahí fue cuando se prendió el conflicto. Empezaron los enfrentamientos más fuertes en Jerusalén. Los árabes a cuanto judío veían pasar, caminando o manejando los vehículos, les caían a piedras. Hay decenas de videos de Internet que registran esos hechos”.
Todo se caldeó de manera extraordinaria el lunes pasado en Jerusalén, tras semanas de pequeños conflictos internos: “Se agravó de tal modo que parecía incontrolable. Los árabes, con su Ramadán, se reunieron en el Monte del Templo en la mezquita de Al-Aqsa, que es la más grande de Jerusalén, y ahí hubo intensos enfrentamientos, tanto que la policía israelí se metió dentro de la mezquita. Ese fue el punto de ebullición que hizo que los árabes denunciarán que les profanaron su lugar sagrado”.
Agrega: “Esto generó que los palestinos que habitan en la Franja de Gaza, y en específico los integrantes del grupo Hamas, comenzarán a lanzar misiles y cohetes que llegaron hasta Jerusalén y otras regiones”.
Hamas es un movimiento que busca crear un Estado islámico en la Palestina histórica. Es considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea. El grupo gobierna la Franja de Gaza, desde donde a partir del lunes pasado inició el ataque a Israel.
“Hay decenas y decenas de heridos”
La tachirense explica que antes del ataque Hamas había advertido a la policía israelí que de no retirarse de Jerusalén comenzarían a lanzar misiles.
Y así lo están haciendo; es que desde ayer martes a las 6:00 p. m. que comenzaron a lanzar misiles no han parado. Y no solo ahí en la frontera, sino que llegaron hasta Jerusalén y poblaciones aledañas a la frontera con Gaza. Eso no ha parado, son las 6:51 de la tarde del martes y ellos siguen y siguen”.
Relata que desde Ashdod, también al sur, pero no tan cerca de la frontera, se activaron el martes las alarmas dos veces, una vez a la 1:00 p. m. y luego de nuevo sucedió. “De hecho, uno de los cohetes cayó en una casa de mi ciudad y hubo heridos, felizmente no fue de gravedad”.
Este martes, antes de las 10:00 p. m. activaron las alarmas porque ocurren múltiples lanzamientos de misiles desde la Franja de Gaza, los cuales son respondidos desde Israel.
Cusnir cuenta que, en la ciudad vecina a la suya, Ashkelon, sí han impactado varios cohetes y este martes una señora y a su cuidadora no les dio chance de llegar al refugio y murieron.
“Hablan de decenas y decenas de heridos en general a lo largo de esta acción que tiene más de un día sucediendo”.
Miedo entre los venezolanos
Una vez ocurrió el ataque desde la Franja de Gaza –según relato de la venezolana– el Gobierno de Israel reforzó las baterías de la cúpula de hierro.
“Este es un sistema de defensa que se tiene en Israel y se activa cuando vienen los misiles de Gaza, y, a su vez, desde Israel se expulsan otros misiles que impactan en el aire a los que han enviado del otro lado, a fin de que no aterricen y hagan daño. Pero, obviamente, tiene un margen de error, y como desde Palestina envían muchísimos misiles, llega un momento en que unos caen e impactan en suelo. Y eso pasó este lunes dejando decenas y decenas de heridos, que para esta hora no están contabilizados”.
¿Y qué es lo que hacen cuando se prenden las alarmas?
—Casi todas las construcciones aquí en Israel tienen un refugio, un búnker o un cuarto de seguridad y nos informan cuáles son los refugios abiertos. Eso es lo que uno tiene que hacer, irse al cuarto de seguridad, porque son blindados, es lo más seguro que hay, pero cuando uno está en la calle o va manejando, como me pasó a mí cuando sonó la alarma aquí, lo que uno tiene que hacer es parar el auto, dejarlo atravesado en la calle donde esté y buscar para uno resguardarse. Si va conduciendo en una carretera en medio de la nada, lo que debe hacer es salir del auto y tirarse al suelo o acostarse. Al tirarse al suelo uno debe cubrirse la cabeza, como para minimizar los riesgos. Y conservar la calma. También recomiendan permanecer en el sitio de resguardo 10 minutos después de que la sirena deje de sonar, pero he observado que nadie espera esos 10 minutos, se miran unos a otros y todo el mundo sale corriendo.
En horas de la noche del martes en Ashdod, ya Dahiana Cusnir, su esposo Pablo, su mamá Fanny, su pequeña Dhana y su hijo adolescente, Juan Diego, estaban reunidos en casa. Las alarmas habían dejado de sonar, pero había cierta ansiedad en todos porque los ataques proseguían en otras regiones.
Es una realidad nueva para este grupo de venezolanos que tienen año y medio en Israel, donde cuentan que han tenido una vida grata y muchas oportunidades, pero en su país natal nunca estuvieron debajo de un cielo surcado por misiles y luces que semejan fuegos artificiales, pero no lo son.
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