Médicos advierten que el producto que no tiene pasteurización expone a las personas a enfermedades virales y bacterianas. Algunas alcaldías buscan regular las queseras tradicionales que crecieron con la llegada de la pandemia del COVID-19.
San Cristóbal. En diversos puntos del estado Táchira, bodegas, abastos y mercados expenden quesos que, a juicio de autoridades, no cumplen con las reglas de pasteurización.
Las ventas de queso en las calles de San Cristóbal y otros municipios de la entidad, sin control de las autoridades, representan un riesgo para la salud.
Estos productos deben ser despachados bajo un estricto control sanitario, a fin de evitar la propagación de enfermedades que pueden culminar en un brote.
El vendedor Jesús Rudas indicó que el queso más barato cuesta entre 16.000 y 18.000 pesos, o 4 dólares el kilo. “La gente busca el más económico, pues la situación es muy difícil para ponerse a escoger entre los más caros”, indicó.
Brotes en frontera
El jefe de la División de Epidemiología de la Corporación de Salud en el estado Táchira, Regui Barrera, precisó que el manejo de quesos deben ser bajo estrictas medidas de bioseguridad.
El consumir queso con inciertas medidas de higiene e insalubridad predispone a la infección de tipo viral, como hepatitis A, rotavirus; y enfermedades de tipo bacteriana, como salmonella, escherichia coli, shigella, entre otras”, dijo.
Barrera señaló que hace tres años, en los municipios fronterizos, se registró un brote por el consumo de productos lácteos, que no contaban con los permisos sanitarios de ley. Lo mismo ocurrió en Rubio, municipio Junín. En lo que va de año, no se ha presentado ningún brote en la región.
El gastroenterólogo Dennys Castro advirtió sobre el riesgo del consumo de este tipo de productos, pues en el Centro de Control Gastrointestinal Dr. Luis E. Anderson han tenido casos de perforación de colon con salmonelosis, “que puede ser transmitido por el queso y leche cruda”.
Para Castro es necesario que los lácteos cumplan con el proceso de pasteurización, ya que esta es la única forma de neutralizar los patógenos que se pueden transmitir ante cualquier elemento crudo.
Al no cumplir con esto, las personas se exponen a enfermedades como brucelosis, salmonelosis, tuberculosis, difteria y estreptococos. También pueden contaminar con listeria y campylobacter, que pueden generar severas infecciones al colon, intestino y otros órganos que componen el sistema digestivo.
Enfermedades zoonóticas
El médico veterinario Pablo Meneses manifestó que aquellos quesos artesanales que no cumplen con la debida pasteurización, buena manipulación o aditivos adecuados para el procesamiento del cuajo podrían culminar en enfermedades transmitidas por alimentos.
Esta situación expone al consumidor del queso a las enfermedades que son transmitidas por los animales al ser humano, como lo es la brucelosis. Se puede transmitir por la leche y queso crudo, o los lácteos que no están pasteurizados”.
Precisó que se está permitido el peróxido de hidrógeno en una pequeña porción, con el fin de “enmascarar la oxidación o descomposición de la leche”. Sin embargo, aquellas queseras artesanales que no tienen una vigilancia sanitaria pueden abusar de la sustancia, lo que altera la calidad del producto.
Se debe tener extremo cuidado con la leche, pues hay que prever que esté libre de brucella, mastitis, listeriosis, y otras enfermedades, además, vigilar la cadena de frío y control de calidad”, apuntó.
El cuidado y vigilancia evitará una intoxicación masiva, y enfermedades zoonóticas, explicó.
No cumplen las normas
El productor de leche Gerardo Martínez señaló que para que una persona pueda establecer una quesera debe someterse algunas normas sanitarias, como lagunas de oxidación de residuos, uso de pintura epoxica, mover la leche en termos de acero inoxidable.
Muchas queseras tradicionales no cumplen esto, porque cuajan en tinas de plástico. Es un problema de toda la vida y para ello no ha existido una regulación”, acotó.
Destacó que las queseras tradicionales tomaron auge hace cuatro años debido a la caída del precio de la leche y se expandieron durante la pandemia. Agregó que un porcentaje alto de queso se iba por los caminos verdes para el departamento del Norte de Santander, Colombia.
A ponerse a derecho
El alcalde del municipio Panamericano, Yhonatan Rangel, expuso que hasta el momento solo 45 queseras, de las 200 existentes en esta localidad, cuentan con los respectivos permisos sanitarios.
Comentó que no cuenta con una denuncia oficial sobre la presunta utilización de aditivos no permitidos para madurar los quesos, tomando en cuenta que la zona norte del estado Táchira es una de las mayores productoras de queso y carne de la región.
Participa en la conversación