Violencia de género: un problema que no distingue estrato socioeconómico

Violencia de género: un problema que no distingue estrato socioeconómico

En el Día Internacional de la Eliminación de Violencia contra la Mujer, organizaciones de derechos humanos exhortan al Estado venezolano investigar estos casos e impartir justicia a las víctimas.

Puerto Ordaz. La violencia de género no distingue edad ni estrato social. Por el contrario, en los niveles socioeconómicos más altos suele haber un subregistro de casos, debido a que, precisamente por el entorno en que se desenvuelve la mujer siente vergüenza o culpa de denunciar.

En el Día de la Lucha para la Eliminación de la Violencia de Género, diferentes organizaciones nacionales e internacionales promueven la educación sobre los diferentes tipos de violencia y cómo combatirla.

La campaña que se lleva desde hace unos años ha incidido en que más mujeres se atrevan a denunciar su caso. Una de ellas es Sofía, identidad que prefiere resguardar.

Sofía se divorció hace 10 años, el motivo fue violencia física, verbal y psicológica. No fue víctima en una sola oportunidad, sino en varias, algunas de ellas delante de sus tres hijos.

Después de que nos divorciamos, intentamos mantener la armonía por los niños, pero siguieron los malos tratos y los arranques de violencia. Un tiempo después pasó por una situación familiar y su carácter cambió, o eso fue lo que pensé. Volvimos a vivir juntos y todo estuvo bien, pero al año volvió la pesadilla, relató Sofía a Crónica Uno, a través de una videollamada.

La última pesadilla

Aquella noche de discusión en la pareja, Sofía pensó que moriría con sus hijos de testigo. Ellos solo podían gritar, llorar y suplicar a su padre que parara.

Moretones en la cara, en los brazos y las piernas, una fractura de muñeca y lesión en el cuello fueron los resultados de la última agresión que soportó.

Él siempre pensó que yo le era infiel, pero después supe que fue él quien me fue infiel todo el tiempo. Si llegaba tarde a la casa al mediodía, pensaba eso, y era porque él lo hacía, agregó.

A pesar de que lo denunció, la demanda no tuvo mayor efecto. Miembros de la familia le dieron la espalda. Prefirieron apoyarlo a él para garantizar las ayudas económicas que les proveía.

La violencia física paró, pero continuó el acoso por medio de sus hijos. “Mi exsuegra llamaba a mi hija para preguntarle dónde estaba yo y con quién”.

La manipulación a través de los hijos forma parte de las formas de violencia de género. Su exesposo se llevó a los tres hijos a un viaje de vacaciones a España, ya que él es de nacionalidad española y toda su familia vive allá.

Pasó el tiempo que estarían de viaje y nunca volvieron. Me volví como loca. Tuve que vender casa, carro, todo lo que tenía e irme a España, a riesgo, porque no tenía dinero para regresarme y tampoco tenía dónde quedarme allá.

Para su suerte, una excompañera la recibió por unos días, lo suficiente para buscar a sus hijos y tenerlos con ella. Pronto tuvo la residencia española, que le correspondió por tener sus hijos la nacionalidad, y consiguió trabajo como cuidadora de ancianos.

Un problema que crece

No todas tienen un final como el de Sofía, oriunda de Upata, municipio Piar del estado Bolívar.

De acuerdo con la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu), entre julio y agosto de 2020 se contabilizaron al menos 22 mujeres víctimas de violencia de género en el estado Bolívar. Entre ellas, 13 menores de edad, que en su mayoría fueron víctimas de violencia sexual.

De enero a agosto de 2020 hubo por lo menos 13 femicidios en Bolívar, de acuerdo con el monitoreo que realiza la organización a través de medios de comunicación.

Si bien el hombre no está exento de la violencia de género, en las mujeres existe un riesgo mucho mayor. Esto se observa en el contexto de la emergencia humanitaria en Venezuela, con el acceso a la salud durante el embarazo y parto, violencia obstétrica, y víctimas de trata cuando deciden emigrar.

Codehciu ha registrado al menos tres casos de trata de personas en el municipio Caroní. También registra nueve mujeres desaparecidas en lo que va de 2020.

Norkis Salazar, coordinadora de Género de Codehciu, explicó que la mayoría de las desapariciones ocurrieron en el sur del estado Bolívar.

Cinco casos de desapariciones fueron entre abril y julio de 2020, tres de ellas mujeres que se trasladaron hacia Gran Sabana para comprar alimentos. Fueron detenidas en el Kilómetro 88, donde no las dejaron continuar el trayecto por no tener la prueba de COVID-19. Desde entonces, sus familiares desconocen su paradero.

El registro de Codehciu indica también que los tres municipios con más casos de violencia de género son Caroní, Angostura del Orinoco y El Callao.


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