El preso político de 21 años se encontraba detenido en el Sebin porque supuestamente pertenecía a un grupo de Facebook que planeaba nuevas protestas. Fue excarcelado con tres jóvenes más la tarde del miércoles 13 de junio.
Caracas. A las 8:00 a. m. su hijo, Yonger Rosales Taussaint, le mandó el mensaje más esperado: “Hoy salimos”. Maritza Rosales se alistaba para irse a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) como todas las mañanas y por supuesto apuró el paso.
Desde hace cinco meses su vida cambió y giró en torno a El Helicoide. Todos los días iba con la esperanza de obtener noticias de su hijo, luego del motín del 16 de mayo que produjo que suspendieran las visitas. Tenía casi un mes sin saber de él.
Cerró su local de lotería, no tenía cabeza para trabajar. Su hijo mayor, único varón, y el mayor de los tres, se encontraba preso, acusado de pertenecer a un grupo en Facebook de la “resistencia” que presuntamente planeaba comenzar nuevas protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
A la 1:00 a. m. del 10 de enero de 2018 una comisión del Sebin tocó la puerta de su casa, en Caño Amarillo, tan duro que parecía que iban a tumbarla. Fueron para detener a Yonger, quien dormía.
“Yo les pedí respeto porque tengo una bebé de dos años. Ellos se calmaron y revisaron un poco la casa, incluyendo la computadora. Dijeron que lo iban a llevar preso y como mi hijo estaba dormido les pedí que dejaran que se vistiera”.
Desde ese momento no lo vio más hasta la tarde de este miércoles 13 de junio. Desde que llegó a las celdas del Helicoide no permitieron que Maritza visitara a Yonger, pues alegaban que era un caso político.
El joven de 21 años entró con el grupo de adolescentes Dilan Canache, Betzaida Martínez, Elianis Rodríguez quienes fueron excarcelados en las jornadas del 1° y 2 de junio de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Fue muy doloroso y desagradable saber que mi hijo no salía en esos días. Esto es una pesadilla que no se la deseo a nadie, es muy fuerte vivir todo esto”, contó.
Pero la fe de esta mujer fue más fuerte y ese miércoles pudo abrazarlo después de tanto. Durante los cinco meses que no pudo verlo se comunicaron a través de cartas, en las que al principio no contaba todo lo que vivía en las celdas por temor a que lo leyeran los funcionarios.
“Al principio no me decía la verdad porque ellos [los policías] leían todas las cartas, yo sé que no estaba bien. Luego sí nos dijo que era muy feo, que se enfermaba por el agua y que no le daban mucha comida. Hubo mucho maltrato psicológico, me lo comentó otro muchacho que salió y yo sé que fue así”.
Yonger estudiaba tercer semestre de Comercio Internacional en la Universidad Alejandro Humboldt, al momento de su detención. Participó en las manifestaciones convocadas por la oposición en 2017, su mamá lo dejaba asistir porque sabía que su hijo no estaba en cosas malas. “Yo lo conozco, sé quien es él y sé que no iba a hacer nada malo”.
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Su procedimiento legal estuvo sin avances desde febrero. Su mamá contó que le habían pedido dos fiadores, los cuales consiguió muy rápido pero no sirvió de nada ya que le indicaron que se trataba de un caso político, “presidencial y no se podía hacer nada”.
El lunes 18 junio esperan conocer las medidas cautelares de Yonger, pues este jueves acudieron a los tribunales pero les informaron que no habría sistema hasta ese día. Junto con este joven también excarcelaron a Yeison Rodríguez, Michaell Linares y Merino Rojas.
Villca Fernández, preso político del estado Mérida desde 2016, también figuró en la lista de excarcelados pero le permitieron salir del Helicoide el jueves 14 de junio, directamente hacia Lima, Perú.
Las excarcelaciones en la sede del Sebin se produjeron luego de que el presidente Nicolás Maduro solicitara a la Comisión de la Verdad de la ANC que se evaluaran los casos de los presos políticos, para darles una oportunidad rumbo a la “reconciliación”.
Estas declaraciones ocurrieron una semana después del motín en el que golpearon al preso político del estado Táchira, Gregory Sanabria. Luego de conocerse su estado de salud, los presos difundieron videos con denuncias acerca de la situación que vivían dentro como retardo procesal, torturas, deficiencias alimenticias y de salud.
Fotos y video: Luis Morillo
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