El joven, de 17 años de edad, se mantiene firme en su sueño, aun con las necesidades económicas que arropan a su familia. En cuatro años y con bicicletas prestadas demuestra que puede “pedalear” hasta los Juegos Olímpicos.
Maracaibo. El sueño de ver colgada en su pecho una medalla de oro en representación de su país es lo que mantiene pedaleando sin descanso a Winston Maestre. El ciclista le ha dado grandes momentos a su tierra natal, pero son poco conocidos por la falta de apoyo en la región.
Con apenas 17 años, este joven oriundo de Los Puertos de Altagracia, en la Costa Oriental del lago de Maracaibo, inició su carrera deportiva en la práctica del béisbol. Sin embargo, una lesión en el hombro le impidió seguir.
El percance no lo frenó y luego de acompañar a otros ciclistas a un entrenamiento, montado en una pequeña bicicleta de cross, se dio cuenta de su potencial y sin miramientos decidió seguir este camino.
El año 2021 participó en los Campeonatos Nacionales de Ciclismo, en representación del estado Zulia en la categoría prejuvenil. Para poder competir, Winston tuvo que pedir prestada una bicicleta a un mecánico de su pueblo, el señor Freddy Amesti, quien desde entonces le brinda apoyo y asesoría en todo momento.
A pesar de no contar con una bicicleta de alta tecnología, como la mayoría de sus rivales, Winston demostró su talento. Obtuvo buenos resultados, todo en busca de convertirse en campeón.
En el año 2022 dio el salto a la categoría juvenil y se trasladó al estado Mérida. Allí recibió el patrocinio de la Fundación Richard Parra, una organización que promueve el ciclismo en Venezuela. Pudo entrenar en alta montaña, un terreno que le favorece por sus condiciones físicas y técnicas.
Winston se destacó en las competencias de escalada y alcanzó su mayor logro en el Campeonato Nacional Prejuvenil de San Cristóbal, donde obtuvo tres medallas de oro y dos de plata. Esto lo convirtió en el mejor ciclista zuliano del evento.
Una historia de esfuerzos
La falta de recursos económicos marcó la carrera del joven. Sus padres, Wilfredo y Karina, vendieron el rancho donde vivían y se fueron a la casa de un familiar que emigró del país, con la idea de usar el dinero para comprarle una bicicleta a su hijo.
Winston se negó porque tal y como lo explica Rolandy Hernández, su asesor deportivo, el ciclista es consciente de la necesidad que arropa a su pequeña familia. Finalmente decidieron usar el dinero en montar un abasto muy modesto en el nuevo rancho donde viven y así tener un sustento. Karla colabora en una escuela cercana como madre procesadora y Wilfredo ya tiene tres años sin conseguir un trabajo estable.
Seguro de que puede llegar muy lejos, Hernández destacó la falta de apoyo económico que tiene el joven zuliano. “Comenzó su carrera con una bicicleta prestada y así continúa porque sus padres, lamentablemente, no tienen la capacidad económica de pagar 3500 dólares por una de alta competencia; es por eso que hay que buscar apoyo para él, porque es un prospecto. Estoy seguro de que puede llegar muy lejos”, dijo.
Las condiciones en las que vive Winston son muy precarias, explica su asesor, pero aun así ha llegado lejos con lo poco que tiene. Entre las cosas que necesita además de la bicicleta, está un casco, zapatillas especiales y un ciclo computador.
Cerca de cumplir su sueño
Actualmente, Winston acaba de ser fichado por la fundación deportiva Venezuela País de Futuro del estado Táchira, donde sus compañeros le prestaron otra bicicleta para que continuara con su carrera.
Pero además, es el único ciclista zuliano que convocaron para los Juegos Bolivarianos Juveniles, donde Venezuela se hará presente en abril de este año.
“Su excelente desempeño llamó la atención del seleccionador nacional de la Federación Venezolana de Ciclismo, el profesor Gil Cordobés, quien lo invitó a formar parte de la preselección nacional juvenil que se prepara para el Ciclo Olímpico Juvenil que inicia este 2024. Winston aceptó el reto, y se integró al equipo nacional, con el sueño de representar a Venezuela en los Juegos Bolivarianos de la Juventud”, aseguró el asesor deportivo.
Winston Maestre resulta un ejemplo de superación, esfuerzo y pasión por el ciclismo. A pesar de las dificultades económicas y sociales que ha enfrentado, nunca ha dejado de luchar por sus metas y ha demostrado que con talento, disciplina y trabajo duro se pueden alcanzar grandes cosas.
Este joven ciclista es un orgullo para el Zulia y para Venezuela. Es una promesa del ciclismo nacional con el potencial para convertirse en una leyenda del deporte venezolano.
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