Siete personas, incluyendo una niña, fueron heridas en el procedimiento, en el que participaron la GNB y la policía municipal de Caroní.

Ciudad Guayana. Fue la foto del pecho ensangrentado de Jesús García la que circuló este viernes por las redes y la que contrarrestó la versión oficial de que todo había sido en paz: él fue uno de los vendedores de pescado del mercado municipal de Chirica (en San Félix) que recibió perdigonazos y gases lacrimógenos, que dispararon funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.

La arremetida fue el método tanto de los militares como de uniformados de la policía municipal de Caroní para desalojar a los pescaderos del mercado y reubicarlos en el mercado de mayoristas.

La situación tiene antecedentes: desde hace meses, los vendedores de pescado se han negado a desalojar el mercado de Chirica por varias razones.

Hay una comunidad entera que se beneficia de nuestro trabajo… Tenemos más de cincuenta años en el mercado de Chirica. No queremos (irnos) porque el mercado de mayoristas no es apto”, explicó Dorimar Vargas, presidenta de la Asociación de pescaderos del mercado.

La negación de los vendedores fue lo que produjo el procedimiento, que terminó en violencia cuando la Guardia Nacional Bolivariana hirió con perdigonazos a siete personas, incluyendo a una niña.

“Arremetieron y dispararon. Un sargento me disparó a quemarropa y rompieron los camiones de pescado”, denunció García.

Sin alternativas

Después del desalojo, la GNB tomó el mercado. El alcalde de Caroní, Tito Oviedo, y la secretaria de gestión económica de Caroní, Yasmín Chaurán, llegaron más tarde y los vendedores desalojados denunciaron que ninguno los escuchó.

Sin embargo, Chaurán declaró: “Dimos la cara al pueblo… desde que nos informaron que había una situación de protesta, fuimos hasta el mercado municipal de Chirica en San Félix. Efectivamente; nos dijeron que un grupo de vendedores de pescado intentó crear un escenario violento en la zona”.

Los vendedores desalojados explicaron, además, que el mercado de mayoristas (también ubicado en San Félix) no tiene servicio de aguas blancas, electricidad ni seguridad.

El mercado de Chirica fue uno de los puntos en los que comenzaron los saqueos del 31 de julio de 2015, que terminaron con un muerto y decenas de detenidos.

Los vendedores y las comunidades de los alrededores denuncian que pandillas armadas identificadas como colectivos cobran vacunas a los vendedores del mercado, situación sobre la que el gobierno de Oviedo se mantiene en silencio.

Fotos: Jhoalys Siverio / William Urdaneta


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