La Red Defendamos la Epidemiologia Nacional y la Sociedad Venezolana de Salud Pública denunciaron que el Gobierno no ha hecho mención a la escasa disponibilidad de la antitoxina diftérica y de los antibióticos para controlar la enfermedad.
Caracas. El diputado José Manuel Olivares, quien preside la Subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional (AN), reportó que hay 60 casos de difteria en Nueva Esparta, Sucre, Bolívar, y señaló que ahora hay un paciente sospechoso en Caracas: una niña recluida en el hospital Militar.
El diputado explicó que esta última información la maneja de acuerdo con el expediente médico revelado por algunos especialistas, quienes hablan de los mismos síntomas evidenciados en Bolívar. “Pero debido al hermetismo con el que se manejan dentro de ese puesto de salud, no hemos podido llegar a más”, expresó.
Hace una semana, el 11 de octubre, la ministra para la Salud, Luisana Melo, habló sobre la reaparición de la difteria en nuestro país.
Señaló que se trataba de un problema de ámbito regional, absolutamente controlado, e indicó que del total de casos sospechosos, que contabilizó en 78, solo en cuatro —dos de los cuales fallecieron—, se había confirmado esta enfermedad.
Alertas sin eco
El 17 de septiembre, la Red Defendamos la Epidemiologia Nacional y la Sociedad Venezolana de Salud Pública (SVSP) difundieron un Alerta Epidemiológico (AE), bajo el título “Tres casos sospechosos de difteria en el Km 88 del estado Bolívar”. Estos casos correspondían a niños que murieron pocos días después.
En ese AE, además de hacer una revisión preliminar sobre esta patología, la Red recomendó a las autoridades sanitarias nacionales informar a la población y a la comunidad médica en general acerca de un posible brote de difteria en esa entidad federal; proveer el tratamiento recomendado en estos casos y garantizar el cuidado de los pacientes en hospitales tipo IV; incluyendo atención en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) a los pacientes que lo requirieran, para evitar los fallecimientos e identificar los contactos para administrar antibióticos profilácticos.
También aconsejaban vacunar a la población infantil del Km 88 para frenar el posible brote, así como revisar la cobertura del plan ampliado de vacunación, incluyendo las dosis contra la difteria para todos los menores residenciados en el país.
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Posteriormente, en la segunda alerta, del 26 de septiembre, mencionaron que desconocían el número de casos y de fallecidos. Pero por información extraoficial, la Red estaba enterada de un incremento. “Este posible brote de difteria se suma a la epidemia de malaria que afecta al municipio Sifontes del estado Bolívar, una de las áreas más afectadas por la malaria en Venezuela”, destacaba el comunicado.
Ya la organización va por la alerta número 4 y para los investigadores resulta evidente que la estrategia adoptada por las autoridades sanitarias nacionales —que comenzó por intentar ocultar el actual brote epidémico de difteria— ha sido sustituida por minimizar la magnitud de la epidemia, utilizando para ello la estrategia de retardar la aprobación y difusión de las “Pautas para detección de casos sospechosos o probables, notificación, confirmación, manejo de casos y contactos, quimioprofilaxis, medidas de prevención de brotes y diseminación de la enfermedad en el país”.
Según los investigadores, el Gobierno ocultó la situación de riesgo en que se encuentran las entidades federales de nuestro país en cuanto a la proporción de municipios con coberturas de vacuna pentavalente en menores de 1 año.
Los médicos de la red y de la SVSP temen que esta epidemia, de ser “evento regional”, tal como refirió la ministra, pase a ser un asunto que comprometa la salud de toda la población venezolana; razón por la cual decidieron promover la denuncia ante los Poderes Públicos Nacionales con competencia en materia de derecho a la salud y a la vida; y a los organismos internacionales que velan por la vigilancia del Reglamento Sanitario Internacional, sobre las consecuencias generadas por la adopción e implementación de esta estrategia, no solo en nuestra nación, sino también en los países limítrofes.
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Esto porque el Gobierno tampoco hizo mención alguna a la escasa disponibilidad de productos farmacéuticos específicos de la difteria: la antitoxina diftérica y los antibióticos a ser utilizados; ni sobre la utilización de antitoxina diftérica vencida. Tampoco informó sobre la disponibilidad de la vacuna pentavalente y del toxoide diftérico para atender la población objetivo.
Al respecto, el diputado José Manuel Olivares pidió esclarecer el envío de vacunas para la difteria provenientes de Cuba. Las mismas, dijo, están siendo recibidas por el Instituto Nacional de Higiene, “y no cuentan con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Foto referencial: Archivo Crónica.Uno
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