En un foro realizado por Reacin, la socióloga Verónica Zubillaga indicó que Venezuela tiene las tasa de homicidios más alta de América del Sur, sin necesidad de estar en un conflicto bélico. En la actualidad ocurren hasta 70 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Caracas. Cuando a Luis Alejandro y Alberto —nombres ficticios por seguridad— de 8 y 9 años, les pidieron que dibujaran lo que menos les gustaba de su barrio, en Petare, decidieron plasmar en la hoja una pistola y varias balas, objetos con los que identificaban a las bandas delictivas de sus comunidades. “Por todos los muertos que ha habido”, comentaron los pequeños.

Este tipo de testimonios los ha escuchado Jhon Souto, psicólogo social y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en sus trabajos de campo. Comenó su experiencia en el foro “En torno a las armas”, organizado por la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia (Reacin).

Les puedes poner 50 ó 100 balas, todas caben en el peine, y suenan ‘pam, pam, pam’ por varios minutos, continuaban los niños, quienes al momento dudaban de iniciar la conversación.

El psicólogo, quien ha trabajado en varias zonas populares, indicó que debido a la violencia en el país las armas son un tema cotidiano entre los más pequeños. Aconsejó que, lejos de prohibirles discutir los temas, es mejor dejar que los chamos se expresen. De esta forma los muchachos analizan la situación y se ponen pensativos, se plantean las cosas malas que esta vida supone, pues ellos mismos dicen que la vida de un malandro es muy corta, por lo que de esa manera ellos se ponen críticos sobre la situación, sostuvo Souto.

En Catuche, ubicada en La Pastora, niños realizaron una maqueta de su comunidad. La figura que más utilizaron fueron de tanquetas, junto con armas de fuego en las canchas deportivas. La conversaciones sobre bandas son regulares para ellos, al tiempo que comparan cuáles tienen más poderío.

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“Si el Estado no toma cartas en el asunto, el destino más probable de esos muchachos es terminar en una de esas bandas. Sin embargo, se debe encarar la situación y no censurar ese tipo de conversaciones. Hay que tomar medidas preventivas”, relató.

Para Verónica Zubillaga, sociólogo y profesora de la Universidad Simón Bolívar (USB), esta situación se debe a la omnipresencia de las armas en el país, tanto en manos de malandros como de los militares que custodian calles y comercios.

Venezuela posee la tasa más alta de homicidios en América del Sur, sin estar en un conflicto bélico. Mientras el Estado ha preferido responder igualmente de forma armada ante la violencia actual, detalló Zubillaga.

De acuerdo con la profesora, en la actualidad ocurren hasta 70 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que posiciona al país en el segundo lugar de Latinoamérica, detrás de El Salvador.

La socióloga agregó que lejos de prevenir las situaciones de violencia, el Estado ha optado por políticas de mano dura, como la Operación de Liberación del Pueblo, iniciada en el 2015. “Puedes ver al presidente Nicolás Maduro realizando ejercicios militares, utilizando armas largas, mientras que lo escuchas hablar sobre una revolución ‘pacífica pero armada’, lo que aumenta las probabilidades de violencia en el país”, detalló.

Control de armas

Ambos especialistas indicaron que, aunque hay organizaciones que trabajan para darle un alto a la violencia, es necesario que el Estado le ponga coto a esta realidad, por lo que recomiendan, a corto plazo, que la ciudadanía exija ante los entes correspondientes el control de armas. Insistieron en hacer frente al tema con los más pequeños e instruirlos sobre medidas preventivas a futuro, pues ignorar la situación puede acarrear resultados contrarios.

Foto referencial: Cheché Díaz


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