Los vecinos de varias parroquias de Caracas se quejan de los criterios que tienen los Comités Locales de Abastecimiento y Producción para distribuir los alimentos.

Caracas. “El 10 de mayo recibimos la primera bolsa que tenía un kilo de carne, un pollo, harina de maíz precocida, pasta, arroz, azúcar y aceite. Eso, en mi casa donde somos siete personas, no duró nada. Ahora nos citan al Mercal, 36 días después, y lo que hacen es burlarse de nosotros. Somos 350 familias y nos dicen que las bolsas alcanzan para 261. La gente de la mesa de alimentación de El Valle no nos quiere dar la cara. Entonces, para qué se organizan en esos Clap”.

El testimonio es de Ismary Méndez, quien a las 5:00 a. m. llegó a la puerta del Mercal ubicado en la calle Cagigal de la parroquia El Valle.

“Me dieron el número nueve y aquí los consejos comunales organizaron todo. Ellos tenían el censo y ahora la venta de las bolsas está parada porque no alcanza la comida”, agregó esta trabajadora del sector público.

En esta oportunidad, a los vecinos de los cuatro bloques de la urbanización Juan Manuel Cagigal les ofertaron una bolsa con un kilo de harina, uno de arroz, uno de pasta, un litro de aceite y un sobre de leche en polvo por 500 bolívares, y además tuvieron que cancelar 70 bolívares adicionales por la bolsa de plástico.

Desde las 5:00 am los residentes de El Valle estaban esperando por la bolsa de comida
Desde las 5:00 a. m. los residentes de El Valle estaban esperando por la bolsa de comida

Dudas a granel

En El Valle y Coche los vecinos tienen grandes dudas sobre el funcionamiento de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) al igual que en Catia y Las Adjuntas. El Gobierno creó un sistema de distribución de alimentos casa por casa cuyo criterio de reparto no es uniforme y los ciudadanos no tienen garantías de cada cuánto tiempo podrán adquirir los productos de primera necesidad.

En marzo, la administración de Nicolás Maduro arrancó con la modificación del régimen de distribución y decidió que esas organizaciones que hoy suman más de 15.000, se encarguen de llevar directamente los artículos a las familias, sin embargo, el esquema no ha llegado a todas las comunidades. Aquellas zonas que han sido beneficiadas solo ven los paquetes una vez al mes y la mayoría de las veces llegan con menos productos de los prometidos. Otras no han visto la primera bolsa con alimentos básicos.

La urbanización Carlos Delgado Chalbaud, de la parroquia Coche, es una zona donde los vecinos sienten desconfianza hacia los Clap.

Hace más de dos meses llenaron las planillas que se requieren para poder adquirir las bolsas de comida, y fue el pasado 3 de junio cuando los vecinos de las veredas 60, 61 y 62 fueron notificados para la entrega de los productos. En las afueras del mercado municipal miembros del consejo comunal, que tenían las listas por familias, se reunieron con ellas.

“Una vez en el mercado nos colocaron en varias colas. Los mismos comerciantes eran los que iban a vender los productos. Al principio nos dijeron que el combo costaba 1.500 bolívares y al final, luego de toda la mañana esperando en medio de un despelote, nos entregaron dos kilos de harina precocida de maíz y un jabón de panela. Fueron 950 bolívares el costo de esos tres productos. No estaba nada regulado”, dijo uno de los vecinos, que pidió mantener su nombre en reserva.

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“Como todos somos vecinos vimos gente que no era del sector y entregaban los productos a quien a ellos les parecía. Por ejemplo, en casas donde fueron censadas varias familias solo le daban al dueño la casa. Y en otros casos les vendían a todos, a los papás e hijos”, denunció uno de los excluidos.

La misma gente de los consejos comunales de la zona no sabía quiénes eran los de los Clap.

Las autoridades informaron que las bolsas de comida tenían un costo de 1.200 bolívares, porque contenían paquetes de azúcar, arroz, pasta, harina de maíz precocida, leche en polvo y mantequilla, y si se pagaba un monto adicional, había pollo. Pero en varias partes las bolsas que han llevado cuestan en promedio 500 bolívares, porque tienen menos artículos.

Tras esa primera entrega realizada en las veredas de Coche, no se sabe para cuándo será la próxima. “Todo depende de lo que surtan al mercado, donde igual le están vendiendo primero a los bachaqueros”, dijo uno de los integrantes del consejo comunal de la zona.

En varias comunidades las bolsas de comida que llegan no son suficientes.
En varias comunidades las bolsas de comida que llegan no son suficientes.

La situación de El Valle y Coche se repite en Las Adjuntas. Desde abril, familias de los bloques 18, 19 y 24 del barrio Kennedy tampoco han visto ni la sombra de la bolsa de comida.

Carmen Camacaro, vecina del sector, relató que en ese mes se realizó, en un día, el censo “casa por casa” y luego hubo una asamblea en la cual se les explicó a los vecinos cómo sería el  proceso para repartir la ansiada bolsa: “En la asamblea hubo descontento porque solamente anotaron el nombre del dueño de la casa, y eso debe ser por familia. En una casa puede haber más de dos familias y eso no lo tomaron en cuenta”.

Hasta ahora, las casi 300 familias que conforman los bloques no han tenido noticias de la repartición, y Camacaro supone que es “falta de organización” del consejo comunal, pues tampoco les han dicho qué productos contiene la bolsa ni cada cuánto les llegará.

“Ahorita la gente está molesta, porque ni siquiera consiguen comida en los mercados como antes. Y el comercio donde adquirían los productos, cerró”, agregó Camacaro. Después de esto, muchos de los habitantes se las han visto negras para comprar alimentos.

“El vocero de alimentación del consejo organizaba y llevaba un camión de comida a la comunidad y todos compraban lo que quisieran, pero ahora con los Clap no ha venido más”.

Los Clap están integrados por los consejos comunales, las UBCh y los representantes del Frente Francisco de Miranda y Unamujer, instancias encargadas de armar las bolsas con los productos que tienen disponibles por ahora en las redes de Mercal y Pdval. La decisión del Ejecutivo es que los Clap manejen un mayor volumen de productos.

En días pasados, el vicepresidente Aristóbulo Istúriz indicó que se exigirá a las industrias que 70 % de la producción vaya a los Clap y el resto a las redes privadas.

¿La reventa?

Los vecinos se quejan de que muchos productos se orientan a los bachaqueros.

En Catia, un líder comunitario señaló que los Clap negocian los productos, es decir, “si la bolsa ofrecida tiene dos harinas terminan metiéndoles una y la otra la revenden a los bachaqueros. ¿Cómo va a alcanzar si aquí primero compran los bachaqueros?”. 

“En el mercado igual le están vendiendo primero a los bachaqueros”, dijo uno de los integrantes de un consejo comunal de Coche.

El despacho de las bolsas está sujeto a la disponibilidad de productos de Mercal
El despacho de las bolsas está sujeto a la disponibilidad de productos de Mercal

En Tacagua, las personas comentan que los primeros beneficiados son las personas afectas al Gobierno y que hay familias que nunca le han visto el color a las bolsas, a pesar de que en su sector sí han llegado los Clap.

Doris Villegas, que es de oposición, conformó un consejo comunal en Carapita para ayudar a su comunidad, pero le enviaron una carta con el membrete del PSUV notificándole que si quería la bolsa, debía renunciar al consejo comunal: “No quiero, pero tengo que hacerlo, porque son 40 familias que esperan recibir esas bolsas”.

Fotos: Miguel González


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