A menos de dos semanas de la masacre en Los Candados, el municipio Sifontes vuelve a ser escenario de una balacera, esta vez entre funcionarios militares e integrantes de la banda de José Zurita Arévalo, alias “el Coporo”.

Ciudad Guayana. Un habitante de Tumeremo, en Bolívar, relató que desde el viernes habían recibido el mismo mensaje tanto por WhatsApp como en papeles que entraban debajo de las puertas de sus casas:

“Recomendamos a todos los que viven cerca de La Caratica, Zabaleta y la mina del Cacho cerrar las puertas y no salir. Se viene una guerra. También los de Sifontes. Esto se va a poner feo”.

Efectivamente, desde las 6:00 de la mañana de este sábado, La Caratica, un caserío que colinda con Tumeremo, es el escenario de fuego cruzado entre pandilleros y una comisión mixta del Ejército y de la Guardia Nacional Bolivariana.

Hasta la noche había siete muertes confirmadas: todas las víctimas pertenecen a la banda del pandillero “el Coporo”, uno de los pranes mineros de la zona.

Los habitantes del pueblo reportaron que el enfrentamiento armado continuaba en horas de la noche. Había cuatro francotiradores heridos.

El miedo toma el pueblo

Los habitantes de La Caratica informaron que en la noche hubo un apagón. Tampoco había comunicación con algunas de las operadoras telefónicas para celulares.

De acuerdo con los reportes de varios vecinos, los funcionarios de la Guardia Nacional y del Ejército están revisando los teléfonos de los habitantes del pueblo. La operación es puerta a puerta.

Esta balacera ocurre a menos de dos semanas de la masacre perpetrada hace dos semanas en el sector Los Candados (también de Sifontes). Según el diputado Américo de Grazia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) fue el responsable.

El diputado explicó este sábado, mediante un tuit: “Estos (los guerrilleros) han tenido un sobresaliente desempeño en Amazonas. Custodiando oro, diamante y droga. Manteniendo a todos en la raya y, sobremanera, garantizando ingresos a los boliburgueses del régimen”.

Tal misión estaba destinada, originalmente, a las pandillas. Pero, según de Grazia, la guerrilla “administra mejor la mina para la dictadura”. Mientras tanto, el pueblo continúa en toque de queda.

Foto: Cortesía


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