Robert, el esgrimista criado en La Vega

Robert, el esgrimista criado en La Vega

No todo lo que sale de los barrios es malo. En las zonas populares hay gente llena de sueños, proyectos y con un futuro invaluable. Roberto Asuaje está en esa lista. Es parte de la selección nacional de esgrima.

Caracas. Sí hay un mito de que todos los muchachos de los barrios son malandros. Pero eso no es cierto. Aquí hay gente valiosa, con futuro y con ganas de echar pa’lante.

Ese parece ser el testimonio de un hombre pasado de los 30. Pero no. Es de un chamo que apenas empieza a tomar cuerpo, Robert Asuaje, de 16 años, y que hoy, a pesar de vivir en el corazón del barrio Las Casitas de la parroquia La Vega, tiene un norte entre ceja y ceja: ser entrenador de esgrima.

Antes de llegar a titularse como profesor de Educación Física, Robert se dedica en cuerpo y alma al esgrima. “Mi inspiración fue mi hermano Romer, quien es parte de la selección nacional”.

Luz Mercedes, su madre, y Andreína, su hermana mayor, cuando hablan de Robert lo hacen con el corazón hinchado de emoción.

Robert Asuaje / Foto: Cheché Diaz
Robert camina con seguridad por todo el barrio

Es peligroso vivir aquí, cuando llegan, cuando salen, pero me siento muy orgullosa de lo que están cosechando. Son muy buenos hijos y nunca han dado problemas, contó Luz Mercedes.

Su papá, Rómulo Asuaje, es maestro de obra.

Tenemos una vida apretada, vivimos en una casa pequeña con dos cuartos y un baño, pero mis papás han hecho bien su trabajo. Ellos me han enseñado el valor de las cosas y me han apoyado, dijo el deportista.

Y la cantidad de cuadros de honor, reconocimientos, trofeos y medallas que cuelgan en las paredes de su casa hablan por sí solos.

Robert Asuaje - Campeón de esgrima / Foto: Cheché Diaz
Su familia luce con orgullo la cantidad de triunfos cosechados

Robert, en días normales, dedica cinco horas al entrenamiento y cuando está en campeonatos puede llegar a nueve.

En un segundo plano quedan las fiestas, el cine, los amigos y las novias. “Sé que todo eso llegará. No me siento mal por eso”.

Y realmente es así, pese a que su vida social es muy reducida, Robert muestra sin tapujos su alegría y optimismo y aprovecha al máximo el tiempo compartido con los amigos del liceo Andy Aparicio de Fé y Alegría, donde cursa quinto año de bachillerato.

Algunos de los resultados de su esfuerzo son: Subcampeón Panamericano, Campeón Suramericano, séptimo en el campeonato del mundo.

Todos estos triunfos fueron obtenidos en 2013 y el año pasado logró un tercer lugar en la Primera Válida Nacional, segundo lugar en la Segunda Válida Nacional y séptimo lugar en el Campeonato Nacional Cadete.

Los años anteriores no obtuvo grandes resultados debido a una lesión en el tobillo, pero aun así los tiene en el historial, porque gracias a ese arduo trabajo ocupa el cuarto mejor lugar como esgrimista de Venezuela y es parte del equipo nacional de este año.

wp-1456888895403.jpg

Para sus vecinos del callejón Barinas, donde vive, es todo un ejemplo a seguir.

De hecho, mientras camina con humildad por la calle principal de Las Casitas con un trofeo en las manos, quienes lo ven pasar lo felicitan a cada paso que da.

Cuando viajan y pasan tiempo afuera, por ejemplo en China, la gente pregunta cuándo vienen. Se asombran que estén tan lejos. Pero para mi mamá es una tranquilidad que sus hijos estén fuera del barrio, relató Robert.

Para llegar a su casa hay que bajar unas 80 escaleras empinadas y delgadas, donde se ve la pobreza en todos lados. Con todo, en los ojos de Robert brilla el oro y por eso no se siente disminuido.

“Intentamos salir de aquí pero el Estado no terminó de ayudarnos. También el Gobierno de Miranda apoya a mis hermanos. Es lamentable, pero llegará ese día. Mientras tanto, los seguiremos apoyando. Ellos son una muestra de que en el barrio el que quiere consigue superarse”, atinó a decir Andreína, su hermana, mientras le arreglaba las medallas a Robert, quien posó para la foto.

Fotos: Cheché Díaz


Participa en la conversación