A jubilados y pensionados no les alcanzan los 250.000 en efectivo que les dan en bancos del Litoral Central

jubilados y pensionados

Los adultos mayores de la región no solo encabezan las colas en las agencias bancarias durante los primeros cuatro días de la semana de flexibilización. Sin temor a la intervención policial, manifestaron la inconformidad porque las cantidades de efectivo que obtienen no les alcanzan para sus requerimientos de salud y alimentación.

La Guaira. Desde que iniciara la semana de flexibilización, personas de la tercera edad han reclamado que las entidades bancarias del Litoral Central dispensen en efectivo hasta 250.000 bolívares, los cuales consideran insuficientes para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y salud. En medio de largas colas, la restricción en los retiros generó molestias e inconformidad, sobre todo, de grupos de pensionados y jubilados, quienes han sostenido enfrentamientos verbales con el personal de vigilancia de las diferentes instituciones bancarias en Catia La Mar, Maiquetía, La Guaira, Macuto y Caraballeda.

En no pocas ocasiones, tuvieron que intervenir funcionarios de las policías regional y municipal, respectivamente, para finalizar los pleitos.

Yo le pregunté al policía que me pedía calma si tenía abuela o madre que pudiera comprar algo de comida con esos churupos que me dio el Venezuela”, relató Engracia Ladera, de 72 años de edad.

Entre el lunes 10 y el jueves 13 de agosto, las agencias del Banco de Venezuela son las que ofrecieron la posibilidad de extraer la cantidad de 250.000 bolívares en taquilla y otros 150.000 bolívares en cajeros automáticos.

Sin embargo, en otros bancos públicos, como Bicentenario y Tesoro, la suma en papel moneda se estableció en 150.000 bolívares en las taquillas.

Hace tres semanas, en flexibilización parcial ordenada desde Miraflores, los bancos públicos y privados de la región facilitaron el retiro de hasta 400.000 bolívares por taquilla y otros 200.000 en los cajeros automáticos.

“Es injusto todo lo que estamos viviendo con ese COVID-19 y con estas decisiones de los bancos, vamos a morir de hambre, si es que antes no nos agarran nuestras enfermedades, porque tampoco podemos comprar medicinas”, dijo Raúl Castillo, jubilado del puerto de La Guaira que se sostenía de su bastón en una cola del Banco del Tesoro en Catia La Mar.

Esos 100.000 bolívares que me dieron no sirven para nada. Con eso no compro ni un tapabocas. Todo está carísimo”, comentó Arcadia de Perdomo, a su salida de la agencia de Banesco en Maiquetía, donde había una cola en la que no se respetaba el distanciamiento social recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Si bien no se ha aplicado el terminal del número de cédula para la atención, los ahorristas también denunciaron que algunos cajeros electrónicos están dañados y otros no han sido provistos de circulante.


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