Está cundida de basura. Los ladrones en motos hacen de las suyas, el alumbrado público es escaso, el transporte público es una calamidad. La buhonería, en los alrededores del único hospital público, hace su agosto, destruye las aceras, jardinerías y promueve la inseguridad.

Caracas. “La parroquia Coche es la Cenicienta de Caracas”. Así, con esa frase, resumió Irama García los problemas de esta comunidad, en la que habita desde hace 52 años.

Nunca he visto que Coche sea noticia por cosas buenas, a no ser por un homicidio y eso no puede ser. Esta es una parroquia con gente trabajadora, donde aún se conservan buenas urbanizaciones y muchas zonas verdes. Además, es la entrada a Caracas desde el occidente del país y tiene una de las conexiones de transporte más importante como es la estación del ferrocarril. Aun así, por aquí solo vemos a las autoridades pasar cuando van al Poliedro, a un acto del Gobierno”, destacó García.

Coche formó parte de la parroquia El Valle hasta el 7 de agosto de 1992, cuando fue creada por medio de Gaceta Oficial del entonces Distrito Federal. Fue designada como Parroquia de Paz debido a que en sus terrenos se firmó el Tratado de Coche entre José Antonio Páez y Antonio Guzmán Blanco, el cual puso fin a la Guerra Federal venezolana entre 1859 y 1863.

De hecho, en los espacios donde se firmó ese decreto, una casona que está dentro de lo que hasta hace más de una década era el Club del Inavi, funciona en la actualidad un albergue para hombres en situación de calle y sus instalaciones están en completo abandono.

Luego, en 1999 se pretendió, por medio del Proyecto León, crear el municipio Ávila, integrado por las parroquias El Recreo, Santa Rosalía, San Pedro, San Agustín, El Valle, y Coche. Sin embargo, ese proyecto no se llegó a concretar.

Desde entonces es una parroquia solitaria, con poca visibilidad en la planificación urbana. Mucha gente la confunde con El Valle. No tiene siquiera una plaza Bolívar y el día de su aniversario, durante el mes de julio, pasó por debajo de la mesa, incluso algunos residentes desconocen la celebración. No hubo ni un torneo de pelota de goma en su honor.

Coche está en emergencia

Para que los vecinos hablen a riendas sueltas de su parroquia hay que motivarlos. Hacerles muchas preguntas y es así como salen a flote los problemas. “Ay, son muchas las cosas, para qué quieres que te cuente, si tú misma lo estás viendo”, “acaso vas a mandar a que recojan la basura. Mira ese reguero tiene más de una semana. No hay ni contenedores”, logró decir Carmen Sanabria, residente de la urbanización Carlos Delgado Chalbaud.

“Coche está en emergencia. Se exige a la Alcaldía de Caracas, a los concejales, a los consejos comunales, a los ciudadanos, buscar soluciones para nuestra parroquia”, exclamó Alenib Tovar, con 49 años en la zona. “Nunca antes vi tanta desidia y abandono, sumado a la apatía de los mismos residentes. Incluso propuse por las redes sociales hacer una campaña positiva, concienciar, que era colocar letreros en las puertas de los edificios y postes reclamando la mejora de los servicios”. Planteamiento que espera que se materialice.

Filtraciones, aceras rotas (aunque por la avenida Intercomunal de Coche, en estos momentos, están las cuadrillas del movimiento Somos arreglando la isla principal), semáforos y postes dañados, paredes llenas de grafitis, mendicidad de adultos e infantil, son los problemas visibles en las avenidas principales.

Los contenedores se desbordan de basura

El que más atormenta a los habitantes es la poca recolección de la basura. No hay contenedores suficientes y los que hay están dañados, como se observó en El Estaque y Cochecito. Unos se vieron arrumados en los matorrales, quemados y carcomidos por el óxido. “No hay donde poner las bolsas, por eso la gente las deja en la esquina. Hay ratas, moscas y el mal olor es insoportable todo el día. Por las noches más, porque parece que están removiendo la basura en la planta de transferencia de las Mayas y no se pueden tener las ventanas abiertas”, denunció Carlos Delgado.

Huecos y hundimientos de alcantarillas “adornan” las calles

Otra de las quejas frecuentes fue el estado de desidia en el que está el llamado centro comercial.

“No es más que un nido de mafia, hay bachaqueros, delincuentes. La infraestructura está por el suelo. Tienes que ver, cuando llueve, las filtraciones por los pasillos. Además, aquí se privatizó toda el área común. Los comerciantes cerraron con rejas y en las tardes no se puede transitar por el pasillo central que da acceso al estacionamiento de las Residencias Venezuela. Eso se hizo y quedó así, como si a nadie le importara. Tan grave es todo esto, que cuando los vendedores cierran sus puestos quitan hasta los bombillos y todo queda oscuro y a merced de los mal vivientes y borrachos, pues eso sí abunda en la zona y en los alrededores del mercado mayor de Coche, en La Rinconada”, comentó Guillermo Carrasco, habitante de Las Residencias Venezuela, otro icono de la parroquia.

Ciertamente por los alrededores del mercado mayor, donde también está el único hospital público, el Periférico Dr. Leopoldo Manrique Terrero, lo que abunda es la economía informal y dos cuadras repletas de corotos viejos, que incluso tienden en manteles en la entrada de la estación del Metro Mercado.

Peleas, tiroteos, apuñalados. De todo se ve en ese tramo de la Intercomunal que colinda con la calle Zea. Esos eventos ocurren en las narices de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana.

Ya los vecinos de La Rinconada intentaron obtener respuestas con cartas dirigidas a la Alcaldía, donde denunciaban esta situación, y con protestas como forma de presión, y todo se ha quedado en el vacío. Los retiraron por una semana. Eso fue en 2016. Luego se impuso la anarquía. Los vendedores no dejan pasar, ensucian y son protagonistas de constantes riñas.

La buhonería se apropia de cualquier espacio

El agua no se queda atrás en este rosario de penas. Se la quitan de miércoles a domingo. Cuando hay es amarilla. Reportan casos de alergia en la piel y en la vista. A eso añaden el deficiente alumbrado público.

Alenib Tovar, luego de recorrer la parroquia, dijo que está en contacto con otros vecinos para bajar un poco la apatía y lograr más participación en la resolución de los problemas.

De hecho, ella forma parte del equipo Cronista Popular, formado por Crónica.Uno, y contó que está poniendo en práctica los conocimientos adquiridos desde la base, creando enlaces vecinales y elaborando formatos comunicacionales en las redes sociales, como una forma de pulsar la participación urbana.

La idea, dijo, no es dejar la denuncia en el aire. “Queremos mejorar y organizarnos para tener calidad de vida. Solos no podemos y por eso se requiere el concurso de todos, principalmente de las autoridades”.

A Coche ahora le falta seguridad, a pesar de que tiene la sede principal del 911, transporte público y comida en los anaqueles de los comercios.

Las cuadrillas limpian y arreglan aceras por donde pasa la novia

Fotos: Archivo Crónica.Uno/Luis Morillo


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