Aunque La Vega y El Paraíso son las parroquias del municipio Libertador que viven en carne propia los enfrentamientos en La Vega, también en Santa Rosalía y San Juan sufren las consecuencias de los tiroteos. Seis personas han sido asesinadas en la comunidad en menos de 15 días. En la AN surgió la propuesta de interpelar a la ministra del Interior, Justicia y Paz, Carmen Meléndez, pero el diputado Pedro Carreño, presidente de la comisión de Política Interior, desestimó la solicitud.
Caracas. Las balaceras en La Vega afectan a cuatro parroquias del municipio Libertador. Según el último censo de 2011 serían aproximadamente 441.095 vecinos que sufren directa o indirectamente la disputa entre la megabanda de la Cota 905 y los cuerpos de seguridad.
El Paraíso y La Vega son las parroquias más afectadas, pues viven en carne propia el caos que generan las balaceras en la comunidad. Se paraliza el tránsito y los vecinos están en completa zozobra de que una bala perdida entre a sus casas o apartamentos.
Sin embargo, en Santa Rosalía y San Juan hay sectores aledaños a La Vega y a la Cota 905 que también padecen cuando se enfrentan delincuentes contra los funcionarios o cuando simplemente los hombres disparan para demostrar su poder de fuego.
El lunes 7 de junio un nuevo enfrentamiento atemorizó, prácticamente, a estas cuatro parroquias. Vecinos de San Martín, la avenida Páez de El Paraíso, La Paz, Vista Alegre, Montalbán, Juan Pablo II, Roca Tarpeya, la Cota 905 y parte de Coche, El Cementerio y El Valle escucharon las detonaciones, tuvieron problemas para tomar el transporte público y el comercio se vio afectado.
En las residencias Uslar, en la urbanización Montalbán I, presuntamente una vecina resultó herida por una bala perdida. El edificio queda en frente del Instituto Nacional del Deporte (IND), en plena avenida Teherán, frente a La Vega.
También en las residencias Galerías Paraíso, en La India, balas perdidas entraron en seis apartamentos en los pisos 18, 12, 13 de la torre C, en uno de la torre A y en uno de la torre B.
Desde finales de diciembre de 2020 hombres armados tomaron los sectores El Carmen, Valle Alegre y la calle Zulia en La Vega. Según contaron los vecinos a Crónica.Uno la mayoría no eran de la zona y se paseaban por las calles con armas largas.
Presumen que son miembros o aliados de la megabanda de la Cota 905, liderada por Carlos Luis Revete, apodado el Coqui; Garbis Ochoa, conocido como el Gabis, y Carlos Alfredo Calderón Martínez, el Vampi, que pretenden tomar el control de La Vega. Los tres figuran en la lista de más buscados del Ministerio de Interior, Justicia y Paz, vinculados a delitos como secuestro, extorsión, homicidio, robo de vehículos y tráfico de drogas.
Y aunque el 8 de enero hubo un operativo policial que dejó 14 fallecidos –según cifras del Monitor de Víctimas– presuntamente para evitar que la megabanda de la Cota 905 ganara terreno en La Vega, desde entonces los tiroteos en la comunidad han sido cada vez más frecuentes.
Uno de los enfrentamientos más recientes ocurrió el 24 de mayo y fueron asesinadas dos personas por balas perdidas. Blanca Violeta Orellano, de 64 años, y Diego Alejandro Rivas, de 16 años, quien falleció el sábado 29 de mayo.
En otras balaceras se han registrado más víctimas, como Alexander José Morales, de 18 años, a quien hallaron muerto en el callejón Zulia en La Vega el domingo 30 de mayo. En una publicación del Monitor de Víctimas, su familia asegura que quedó en la línea de fuego de un presunto enfrentamiento entre policías y delincuentes.
El 30 de mayo miembros de la megabanda que tomó la comunidad sometió a la madre de un efectivo de la Policía Nacional Bolivariana y a una funcionaria de Policaracas y esto generó una nueva incursión de los cuerpos de seguridad para lograr el rescate de ambas. En esa operación asesinaron a Dayan Mendoza, presuntamente miembro de la banda de el Mayeyas, aliada del Coqui.
También el Monitor de Víctimas registró el homicidio de José Carlo Castillo, el 29 de mayo. Hombres armados entraron a su casa en Los Cangilones, en La Vega, mientras dormía y le dispararon.
Consecuencias para estas parroquias
De acuerdo con Jesús Armas, dirigente de Primero Justicia y exconcejal del municipio Libertador, los enfrentamientos en La Vega y en la Cota 905 por el dominio de esta megabanda tienen consecuencias sociales, pues cada vez hay más niños y jóvenes que viven en estos sectores que creen que la única forma de salir adelante es ser parte de estas bandas.
“Los ven (a los delincuentes) como referencia de liderazgo en esas comunidades. La situación también trae consecuencias psicológicas para los vecinos, ahora no salen de sus hogares por miedo y cuando arrancan los tiroteos se tienen que resguardar. Hay vecinos que me han llamado con crisis nerviosas, es muy fuerte lo que viven”.
Asimismo el comercio se paraliza cuando hay enfrentamientos. En los distintos sectores de estas parroquias los locales deben bajar la santamaría cuando escuchan las detonaciones, por miedo a las balas perdidas. En La Vega ya hay comercios afectados por los tiros.
“Si cierran pierden un día de trabajo y sin contar que también los afecta cuando son semanas flexibles o radicales. Es decir, la violencia de alguna forma está perpetuando la pobreza. Las viviendas en estas zonas también están perdiendo su valor”, explicó el exconcejal.
En enfrentamientos anteriores en La Vega se filtraron audios, que los funcionarios interceptaron a través de radiofrecuencia, en los que se escuchaban a hombres no identificados asegurar que “La Vega ya está tomada por el hampa”.
Desde principios de abril los vecinos observaron que en la zona montañosa miembros de la megabanda de la Cota 905 construyeron trincheras y garitas, con tablas de madera. Ya están en varios puntos y el fin de semana del 5 de junio los vecinos observaron unas nuevas trincheras en el sector La Montada, parte baja de El Carmen. Testigos también han visto que se enciende un faro en las noches.
Investigaciones extraoficiales del abogado y criminólogo Luis Izquiel apuntan a que la megabanda de la Cota 905 se alió con la banda de un hombre apodado el Mayeyas, que opera en La Vega, precisamente en el sector El Carmen, para ganar terreno.
Además presume que los enfrentamientos también podrían tener un tilde político. “Es probable que el Coqui esté enfrentando a la estructura política del PSUV. Militantes de La Vega que se sienten desamparados ante el posible avance del Coqui y ante la presión de esos militantes del PSUV es que actúan los cuerpos de seguridad, tratando de impedir la expansión del Coqui”, explicó.
Según una publicación del Monitor de Víctimas el sábado 29 de mayo fue asesinado Weini Loyo, de 16 años, a quien se presume que un grupo de hombres le insistía para alistarse al grupo armado que opera en la zona, pero él se negó a esa propuesta. Presuntamente el adolescente era hijo de un supuesto integrante de un colectivo de La Vega.
Otra versión, indica que los delincuentes lo sometieron durante varias horas y obligaron a su padre a subir a La Vega, pero esto no sucedió. Extraoficialmente se dice que el papá de la víctima controla la estación de servicio en La India.
De la Cota a La Vega
“Es posible que el Coqui se quiera expandir a La Vega porque es un sector mucho más grande que la Cota 905, con mayor actividad comercial, donde viven más personas y le puede servir para fortalecer delitos como la extorsión, el narcotráfico y otras actividades ilícitas”, explicó Izquiel.
La Cota 905 es considerada una zona de paz, donde el acuerdo extraoficial es que no pueden entrar los cuerpos de seguridad, presuntamente a cambio de que no se cometan delitos. Nacieron en el marco del Plan Patria Segura del Movimiento por la Paz y la Vida en 2013, para que los integrantes de bandas delictivas abandonaran la violencia.
La investigación de la Misión Independiente de Determinación de los hechos sobre Venezuela de la Organización de las Naciones Unidas registró que el Coqui habría sobornado a funcionarios para que le notificaran de los operativos, por ello huyó antes de la primera Operación de Liberación del Pueblo (OLP), en julio de 2015.
El 26 de agosto de 2017 hubo una reunión en la cancha de Las Quintas de la Cota 905, entre los vecinos y Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez y Pedro Infante, en la cual les prometieron beneficios en materia de seguridad con dotación de jeeps, con el gas y a incorporar a jóvenes desocupados al mundo laboral. Pero los vecinos aseguraron que fue todo lo contrario y que las bandas tomaron el control nuevamente.
Las últimas declaraciones oficiales acerca de la megabanda de la Cota 905 las ofreció el comisario Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) el 26 de abril, cuando aseguró que estaban en conversaciones con algunos integrantes de este grupo delictivo, para que depusieran su actitud hostil y entreguen las armas.
Aseguró que muchos miembros de esta megabanda ya estaban plenamente identificados y que tienen conocimiento de que muchos jóvenes de otros sectores se han ido a la zona donde operan.
Jorge Rodríguez vinculó a Voluntad Popular con violencia en La Vega
Durante la sesión ordinaria de este martes, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, aseguró que existe un vínculo directo entre las bandas criminales que operan en La Vega y el partido político Voluntad Popular, dijo que en los próximos días mostraría evidencia que sustenta su acusación.
“El hampa no mira carnet político, pero en su bolsillo y sus armas sí tienen color político. No es casualidad que gente de Leopoldo López y Juan Guaidó visiten y entreguen dinero a estas bandas criminales (…) Estamos investigando profundamente y en los próximos días van a ver fotografías y videos”, dijo Rodríguez.
El presidente de la AN dijo además que era falso que existan bandas que controlen parte del territorio de Caracas, dijo de hecho “eso es falso”, y añadió que existe un supuesto esquema de cambio de criptomonedas que serían cambiadas por Juan Guaidó para la compra de armas.
Posteriormente a las declaraciones de Rodríguez, el diputado Luis Romero, de Avanzada Progresista, condenó la violencia que se vive en La Vega y en la Cota 905, asegurando que ya no se trata de un problema de bandas de delincuencia común, sino de “seguridad del Estado”.
Romero, en nombre de la bancada de la Alianza Democrática Nacional (Avanzada Progresista, Cambiemos, Esperanza Por El Cambio, y las juntas ad hoc de Copei y Acción Democrática), solicitó que a través de la Comisión de Política Interior se haga una interpelación a la ministra de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Carmen Meléndez.
En respuesta a esto, el diputado Pedro Carreño, presidente de la comisión, desechó la idea de interpelar a Meléndez y afirmó que el Estado implementa constantemente los planes de seguridad necesarios para el cuidado de la población.
Carreño mostró además una imagen en la que supuestamente se observa al dirigente de Voluntad Popular y candidato a la alcaldía del municipio Libertador, Gilber Caro, con hombres a los que el parlamentario identificó como los líderes de las bandas que operan en La Vega.
Maduro insistió en las acusaciones contra la oposición
En un acto político en horas de la tarde de este martes 8 de junio, Nicolás Maduro replicó las denuncias hechas por Jorge Rodríguez. Tal y como dijo el parlamentario, aseguró tener una serie de evidencias que serán mostradas, según él, en los próximos días.
Maduro dijo que hay investigaciones en proceso y que pronto se tomarán acciones contra los responsables del supuesto crimen.
Están metiendo muchos dólares y billete para comprar bandas criminales en los barrios y generar violencia. No puedo decir más, ellos saben que no nos cruzamos de manos”, dijo Maduro.
El mandatario también aseguró que en las próximas horas se tomarán acciones concretas para detener este supuesto plan de violencia en Caracas, y que estaba destinado a fracasar gracias a los Cuadrantes de Paz y al pueblo organizado.
“Después no vayan a salir diciendo que son perseguidos políticos, ni un comunicado de (Luis) Almagro. Están trabajando, ustedes que me escuchan saben quiénes son los que están en esa suciedad”, añadió.
Como una amenaza, Maduro sentenció luego que “este es el momento de actuar, no de hablar”.
Participa en la conversación