Alimenta La Solidaridad en Lara se une para dar de comer a los más pequeños aunque la crisis los arropa

Alimenta La Solidaridad

La severa crisis que padece Venezuela afecta directamente a un sector muy vulnerable: la infancia. Los más pequeños han dejado de tener una alimentación balanceada. Sin embargo, en Lara, un grupo de voluntarios se unió para atender a 2500 niños y el número sigue aumentando ante la apertura de más comedores. A pesar de la pandemia, Alimenta La Solidaridad ha servido 50.000 platos de comida en 9 municipios larenses.

Barquisimeto. En medio de la adversidad, un grupo de personas a lo largo y ancho del territorio nacional se han unido y trabajado en un proyecto denominado Alimenta La Solidaridad. Esta iniciativa, que empezó hace tres años, tiene como fin específico atender a una gran cantidad de niños con desnutrición y asegurarles un almuerzo balanceado que en sus hogares no pueden recibir.

En Lara, existen 34 comedores distribuidos en la mayoría de los municipios, sobre todo en los sectores donde se siente con más fuerza la crisis socioeconómica del país. Estos comedores arropan aproximadamente a 2500 niños de entre 0 meses hasta 5 años de edad, y también atienden casos especiales de más de 5 años que estén en estado de desnutrición. Un grupo de madres colaboradoras se encarga de cocinar y servir 50.000 raciones de comida al mes.

El equipo de Crónica.Uno se dirigió a los sectores de El Cují y Tamaca, al norte de Barquisimeto, para conocer de cerca el trabajo que realiza este grupo de voluntarios que, como hormiguitas, hacen una labor invaluable en beneficio de los más pequeños.

Alimenta la Solidaridad

Son los únicos y emblemáticos comedores que se encuentran en esta zona de difícil acceso y muy olvidada, pues a pesar de que la vía de comunicación está en condiciones regulares, las distancias son largas, y el transporte es muy escaso por falta de repuestos y de gasolina.

Sin embargo, el equipo de Alimenta La Solidaridad en Lara se moviliza en cualquier medio. Así, llegamos con ellos a El Cují, donde nos recibieron con la sonrisa que siempre los ha caracterizado. Afirman que el mal tiempo lo llevan con buena cara para alejar las tristezas y unir las fuerzas para afrontar el día a día y que los niños no sientan los embates de la situación que viven en sus casas.

Este comedor que ya tiene dos años funcionando, atiende a 121 niños y han servido casi 20.000 platos de comida, de lunes a viernes de manera ininterrumpida. A pesar de la falta de gas, se las ingenian para cocinar, pues “para los chamos hay que trabajar con perseverancia”, acota Daniel Antequera, coordinador de Alimenta La Solidaridad en Lara. Cada quien lleva un trocito de leña al momento de buscar su plato de comida.

Es una situación que nos convoca y nos hace trabajar, porque hay cosas como la situación de hambre que nos da a todos sin distinción. Es como el COVID, no está preguntando ni donde vive, tampoco religión, pues ante la pandemia del coronavirus, se han tenido que adecuar para proteger a los niños, dice Antequera.

Antes, cada pequeño llegaba al comedor con su plato y su cubierto para almorzar y compartir con sus vecinitos, pero ahora la situación ha cambiado y no dejan de recibir sus alimentos. Los padres llevan los envases a tempranas horas de la mañana y luego los buscan al mediodía.

Alimenta La Solidaridad
Ahora con motivo de la pandemia los padres buscan diariamente los alimentos y se los llevan a sus hogares. Foto: Yelitza Figueroa.

El otro comedor que funciona en esta zona norte de Barquisimeto desde hace un año y medio, se encuentra ubicado en el sector La Floresta, Tamaca. Allí son atendidos 85 niños. A este sector, muy olvidado por las autoridades locales, no llega el agua por tuberías y las calles son de tierra. Sin embargo, al grupo de madres colaboradoras no las frena nada y se las ingenian para hacer los alimentos de los niños de esta comunidad. Dicen que las motiva el cuidar a los más pequeños y que no sufran ningún tipo de enfermedades.

Alimenta La Solidaridad
Tamaca está olvidada por las autoridades locales, pero ahí se atienden a 85 niños. Foto: Yelitza Figueroa.

Ellas mismas se encargan, junto con un grupo de expertos que los visitan regularmente, de pesar y medir a los niños, y hacerles un seguimiento regular para asegurarse que no vayan a caer estado de desnutrición.

“Nosotras mismas hemos aprendido porque queremos que nuestros niños sean bien atendidos. Ya sabemos cómo pesarlos y cómo medirlos, y cómo relacionar el peso y la talla con su edad para que estén finos, ya que la situación de desnutrición en el país es preocupante”.

En el sector Santo Domingo, ubicado al suroeste de Barquisimeto, también funciona este programa que atiende a más de 120 niños, quienes de lunes a viernes tienen asegurado su almuerzo. Sorteando las dificultades, este grupo de madres colaboradoras cocinan con leña, pues no tienen gas doméstico. La comunidad se ha unido y les ha ayudado a solventar esta situación, así como la del agua para preparar los alimentos, ya que este servicio tampoco llega por tubería.

Asegura la señora Antonia Mendoza, miembro de este comedor, que a pesar de todas las adversidades, no han parado ni un día por falta de agua, electricidad o gas doméstico.

Nosotros, al comenzar este gran proyecto, hicimos un casa por casa, tocando puerta por puerta e hicimos un tamizaje, que es el peso y talla, y de allí diagnosticaron cuál era el niño que ameritaba la alimentación porque es bien balanceada y bien nutritiva, informó Mendoza, quien también dio a conocer que 95 % de los niños que ingresaron ya se encuentran totalmente recuperados.

Sin embargo, acotó que estos niños siguen en el programa por la necesidad tan grande que tienen en sus hogares y para evitar que recaigan en estado de desnutrición, pues cuando empezaron a asistir al comedor les faltaban de dos a cuatro kilos.

Alimenta La Solidaridad
Comerciantes de las zonas y la comunidad aportan su granito de arena para que se cumpla con la alimentación de los niños. Foto: Yelitza Figueroa.

Tenemos un niño de nueve años de edad que comenzó ahorita y no pesa ni 20 kilos. Tiene una desnutrición crónica, pero gracias a Dios ya se va recuperando.

A pesar de las carencias, este sector ha decidido ser parte de la solución, ya que los comerciantes de la zona y toda la comunidad han aportado su granito de arena para asegurar un plato de comida a los más pequeños.

De acuerdo con los datos reseñados en la página web del Instituto Nacional de Estadísticas en el año 2011, cuando se realizó el último Censo de Población y Vivienda, la entidad larense contaba con 155.691 niños en edades comprendidas entre 0 a 5 años, con una proyección de aumento de 165.797 para el año 2020. Asimismo, existían 264.110 hogares con pobreza, pobreza extrema y pobreza no extrema, una cifra que se calcula haya aumentado considerablemente.

Los Datos
  • De los 34 comedores se han abierto en el estado Lara, uno de los más grandes es el que está en el barrio La Paz de Barquisimeto. Atienden a 175 niños diariamente.
  • En cada comedor hay una cartelera con números de contactos, en caso de que se requieran activar mecanismos de protección y salvaguarda infantil.
  • Las comunidades se han sumado para ayudar en los comedores. Ante la falta de servicios públicos como agua y gas, los vecinos llevan potes de agua y leña para cocinar.
Proceso de tallaje

Para el pesaje y medición de los niños, se utiliza la cinta MUAC, una herramienta de medición estandarizada por la Unicef, para ser usada en niños de hasta 5 años de edad.

Esta cinta funciona como un semáforo para conocer la masa muscular de los participantes y arroja información si el niño se encuentra en un estado de nutrición normal (verde), desnutrición aguda (amarillo) o desnutrición aguda severa (rojo).

Los niños cuya circunferencia del brazo es de 11,5 cm o menos (amarillo) reciben suplementos dietéticos para ganar peso y musculatura.

Alimenta La Solidaridad
El pesaje y medición de los niños lo hacen de acuerdo con parámetros de la Unicef. Foto: Yelitza Figueroa.


Participa en la conversación