Hace un año el cineasta Carlos Daniel Malavé estrenó One Way. Ahora presenta una historia con la que se reencuentra con el humor.

Caracas. Jimmy Valderrama (Jean Paul Leroux) es un actor venido a menos. No encuentra proyectos para continuar en el medio. Además, se está separando, su estabilidad pende de un hilo. En medio de esa situación, su manager Michel (Mario Duarte) consigue la posibilidad de trabajar en México.

Para lograr el papel, debe viajar desde Colombia, pero él le teme a los aviones. Le dan pánico. Su representante le suministra unos calmantes para que aborde, pero en el trayecto le da un ataque que no lo deja muy bien parado. Torpe, errático, impulsivo y con mucho miedo, perturba la tranquilidad de los otros pasajeros. Pero en eso, conoce a Andrea (Alejandra Villafañe), una aeromoza de la que se enamora.

Esa es la historia de Amor en el aire, la más reciente película del cineasta venezolano Carlos Daniel Malavé. En esta ocasión plantea una comedia con la que pretende ir a otros mercados, buscar una universalidad que amplíe su audiencia.

Amor en el aire
La obra busca conseguir cierta distensión en la audiencia

El largometraje, que ya está en la cartelera venezolana, parte de la premisa del actor que conoció la gloria, pero que en los nuevos tiempos no se halla, especialmente en popularidades inmediatas gracias a las redes sociales. Por lo tanto, debe buscar maneras de reinventarse, incluso dejar su terreno habitual para trasladarse a otro país y probar otras dinámicas.

Sin embargo, Jean Paul Leroux como protagonista no termina de convencer en su papel, por lo que la historia lleva sobre sus hombros una actuación que no termina de corresponder al personaje de Amor en el aire. 

Por su parte, Alejandra Villafañe sobresale como una persona sumida en una relación incierta y tóxica, por lo que debe tomar decisiones contundentes. Lo mismo pasa con Mario Duarte, conocido por ser Nicolás Mora en Yo soy Betty la fea, quien se hace con la pantalla en cada aparición. Coraima Torres como la exesposa del protagonista sale poco, pero es suficiente para el papel que debe desempeñar.

Amor en el aire
El largometraje contó en la historia con la participación de Camilo Hernández

El año pasado Carlos Daniel Malavé presentó la mejor película de su carrera: One Way, una historia íntima, dramática y poderosa atinada a los tiempos venezolanos recientes, esos de la tragedia que ha trastocado a millones de personas. El cineasta se arriesgó con un género difícil y salió más que bien librado. Una trama local con la que es fácil conectar sin importar el huso horario, pues el dolor de la pérdida no tiene nacionalidad ni sistema político. No vota ni se abstiene. 

Ahora bien, en Amor en el aire pareciera que ese ímpetu por abarcar otros espacios alejara de una conexión personal, como si su trama se sintiera distante, o tratada con la precisión de ser lo más universal posible, pero con la consecuencia de no lograr un total enlace.

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