En las instalaciones de este centro asistencial no hay aires acondicionados, lo que aumenta el desarrollo de enfermedades en la piel y en las vías respiratorias de los niños desnutridos porque las altas temperaturas del área son un caldo de cultivo para las bacterias.

Maracaibo. Cerca de 60 niños en condición de desnutrición reciben tratamiento en las instalaciones del Hospital Chiquinquirá de Maracaibo. Así lo comprobó Karin Salanova, presidenta de la Subcomisión de Niños, Niñas y Adolescentes de la Asamblea Nacional (AN) en su visita a la ciudad.

“En nuestro país estamos perdiendo más de 190 niños mensuales por desnutrición en neonatos. Nuestros niños se están muriendo”, aseguró la parlamentaria, ratificando la preocupación que no detiene su alza desde que inició su gira en el país para levantar informes en cada estado sobre la situación “crítica” que padecen los infantes en Venezuela.

Salanova afirmó que, de acuerdo con la Unicef, la mortalidad infantil aumentó 100 % y el Zulia se convirtió en la entidad con el mayor número de casos de niños con malnutrición y de mortalidad infantil. Acompañada de Juan Pablo Guanipa, diputado zuliano a la AN, constató las “precarias” condiciones de los pacientes del centro de salud e introdujo un informe a la Defensoría del Pueblo del Zulia exigiendo atención para los afectados.

“El defensor del pueblo, Tarek William Saab, dice que aquí no hay crisis humanitaria, probablemente porque los defensores delegados no le están enviando la información de cada estado. Por eso estamos recorriendo cada región del país y llevando el informe de esa región al defensor del pueblo de esa entidad a ver si así Tarek se entera de lo que verdaderamente está pasando”, resaltó la diputada.

Aseveraron que en el piso tres del hospital hay once camas y en el siete, aproximadamente 40. A pesar de experimentar uno de los climas más calurosos del país, no cuentan con aires acondicionados, lo que propicia enfermedades en la piel y en las vías respiratorias puesto que “en su estado tienen las defensas bajas y el calor de estas áreas es un caldo de cultivo para bacterias, hongos y demás”, declaró.

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Estas dificultades vienen unidas a la falta de agua y el exceso de personas esperando por atención médica. “Señor gobernador, usted vino hace un mes a este hospital, usted prometió resolver el problema del aire, no lo resolvió. Por cuánto tiempo tenemos que esperar para que lo resuelva”, instó Guanipa a Francisco Arias Cárdenas, autoridad del Zulia.

“Los niños se están literalmente muriendo de hambre”, añadió el diputado luego de recorrer barrios en Maracaibo y San Francisco. Explicó que la situación es otra consecuencia de la cotidianidad venezolana, en la que se presentan múltiples inconvenientes para el acceso a los alimentos y productos de primera necesidad. “Esto nunca debió pasar en un país que en la última década recibió los más altos recursos que ha tenido cualquier gobierno en toda la historia republicana de Venezuela, con un petróleo a 140 dólares el barril”, sentenció.

El personal del Hospital Chiquinquirá también denunció que no cuentan con insumos básicos —como suero— y que no se permiten donaciones externas, por lo que los colaboradores se ven obligados a ingresar los artículos a escondidas para no dañar la imagen de la institución.

Foto: Cortesía Primero Justicia


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