Vecinos indicaron que aunado a los cortes de luz, la falta de agua y la recolección inconstante de los desechos se han convertido en un problema cada vez mayor. Rechazan la proliferación de ventas ambulantes que crean anarquía en varios sectores.
Lechería. La puesta en marcha de una venta de hortalizas auspiciada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha desatado descontento en el municipio Diego Bautista Urbaneja, que se une al que han generado los continuos apagones a los que es sometido el sector, además de las fallas de los servicios de agua y de aseo urbano.
Las opiniones sobre la venta de hortalizas no son unánimes: algunos están a favor porque ofrecen precios por debajo de los locales comerciales y otros están en contra porque en algunos casos dejan los desperdicios alrededor de la calle adyacente a la avenida Bolívar, donde está ubicada.
Carlos Sánchez, residente de uno de los condominios ubicados a lo largo de la avenida Bolívar o como popularmente es conocido el lugar (concha acústica), sostiene que la venta, más allá de beneficiar, lo que ha hecho es generar anarquía.
Tenemos una sola calle y cuando la gente acude al lugar, sobre todo en la tarde y fines de semana, uno no sabe cómo entrar a las residencias porque los carros obstruyen las entradas a los estacionamientos, eso sin contar la cantidad de desperdicios que dejan ahí. No queremos que esto se convierta en un bochinche porque sabemos que hay otras tiendas que están abriendo sin control”, dice Sánchez.
La puesta en funcionamiento de este tipo de negocios no solo alarma a Sánchez. El alcalde de Urbaneja, Manuel Ferreira, indicó que en el ayuntamiento se ha dado una “proliferación” de las llamadas ventas de hortalizas ambulantes, las cuales indicó son respaldadas por “el pseudo gobierno protector de Urbaneja”.
Lechería es el municipio donde los factores contrarios al gobierno están más asentados y el chavismo nunca ha podido ganar una elección en esa jurisdicción. Tras el triunfo de Ferreira, se designó al exdiputado del Consejo Legislativo, Fiodar Acosta, como “protector del municipio”.
“Nosotros debatiremos junto con los vecinos, en un cabildo abierto, qué acciones vamos a tomar porque todo esto es ejecutado por una autoridad autonombrada que no existe en ninguna parte de las leyes de este país y se toma atribuciones que no le competen. Nosotros rechazamos estas acciones que buscan crear la anarquía en nuestro municipio que se ha caracterizado por ser una zona pacífica”, sostuvo Ferreira.
Quejas constantes
En el Cerro El Morro de Lechería se ubican varias de las propiedades más exclusivas de la zona norte de Anzoátegui. Sin embargo, hoy padecen los males que aquejan a cualquier comunidad popular o de clase media de Venezuela: Anarquía de tránsito, acumulación de basura, falta de agua y apagones a cualquier hora del día.
Freddy Pérez, vecino del sector, sostiene que durante el asueto de Semana Santa pasaron cuatro días sin agua y el aseo brilló por su ausencia. A eso le suma el caos vehicular que se origina en la entrada de los condominios, porque quienes suben la cima para tomar una panorámica de la ciudad o visitan las urbanizaciones asentadas allí, se estacionan sin medir las consecuencias.
Aquí todo el mundo hace lo que quiere, el aseo pasa cuando se acuerda, no tenemos agua constante y con la luz es una tortura, ya nos cansamos de hacer llamados a la policía municipal pero de vez en cuando mandan a un policía y luego la anarquía sigue, la alcaldía parece no escucharnos”.
Sobre la queja de los vecinos del Cerro El Morro, Ferreira aseguró que ya se han organizado en grupos de trabajo y como acción inmediata regularizaron la recolección de basura.
“El sector de Cerro El Morro es primordial, como todos los demás sectores del municipio. En lo que respecta al tema de la luz y el agua eso escapa de nuestras manos, pero en el caso de Corpoelec hemos atendido junto con personal de esa empresa fallas puntuales que también originan cortes de luz. Una cosa es el personal que anda en las cuadrillas y otra la directiva de la empresa que sigue fines políticos. Con esto de las fallas eléctricas, la empresa recolectora de basura tampoco ha escapado de las penurias del país: no se consiguen los repuestos de los camiones, el surtido de combustible ha sido irregular, pero ya elaboramos un plan y se regularizó la recolección de los desechos en el lugar”.
Semana no tan santa
Como un balance del asueto de la Semana Mayor, Ferreira indicó que la temporada se convirtió en un dolor de cabeza para las autoridades del ayuntamiento, ante los “hechos de anarquía que se registraron durante los días santos”.
El burgomaestre refirió que debido “al templete” organizado por el Ministerio de Justicia y el protector de Lechería, se registraron seis accidentes de tránsito, 18 traslados hospitalarios por riñas durante los eventos y el extravío de 36 niños que “costó Dios y su ayuda devolver a sus padres”.
“Pretendieron crear caos en el municipio, trajeron una cantidad impresionante de autobuses con gente a la que agradecemos su visita, pero tienen que respetar las leyes. Nuestro equipo constató 44 daños al patrimonio, rompieron los brocales para hacer parrillas rompieron puertas de los bancos de transformadores para utilizarlas como toldos, hubo exceso de alcohol, y los entes que están intervenidos no hicieron nada para impedir este desorden”.
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