Gerente del sector público, expresidente del CNE y ahora aspirante a la presidencia, Andrés Caleca apuesta a su independencia como fortaleza ya que con eso asegura ser capaz de unificar una propuesta que sea verdaderamente de toda la coalición opositora.
Caracas. Andrés Caleca es uno de los candidatos de la primaria de la Plataforma Unitaria con la mejor hoja de vida. No solo fue presidente y rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), político durante su juventud, también fue gerente en empresas como Venalum y Ferrominera del Orinoco.
En su aspiración como uno de los 14 candidatos a la primaria, Caleca destaca que la suya es una candidatura independiente, algo que califica como una fortaleza al señalar que es la única que puede verdaderamente arropar los distintos sectores de la oposición que participa en la elección.
Andrés Caleca también se definió como un claro defensor del proceso comicial, y señaló que es necesario mantenerse en la ruta de la primaria y no caer en el error de apostar por un candidato de consenso ya que eso sería engañar a la población.
Sobre la primaria, Caleca destacó que no solo debe servir para definir el nombre del adversario de Maduro en el 2024, sino que agregó que debe ser un primer paso para crear una plataforma nacional que también pueda luchar en el 2025 por la Asamblea Nacional.
Sobre estos temas y muchos más, el candidato conversó con Crónica.Uno en una entrevista que puede leer a continuación:
La primaria ya ha visto un par de piedras en su camino ¿Cómo ve el proceso hasta ahora? ¿Cree que pueda culminar con éxito?
–Sí, hemos visto las primeras piedras en el camino de las primarias, vendrán muchas más. El tema central es que la opción que escogió un sector de la oposición es el de consultarle a los ciudadanos cuál quieren ellos que sea su candidato. El Gobierno le teme a eso, a las elecciones en términos generales, trata de hacer todo lo posible por poner piedras en el camino a las elecciones, como lo sabemos desde el día uno que tomaron el poder.
Yo quiero recordar que la Constitución del año 99 que establece que los miembros del CNE, que deben ser cinco venezolanos independientes y sus suplentes, fue violada 15 días después de ser aprobada. La primera violación se hizo precisamente con respecto al CNE. Cuando nombraron el primero de enero del año 2000, nombraron un ente comicial absolutamente chavista violando lo que decía la Carta Magna. Desde entonces no han dejado de violar la Constitución, pero particularmente no han dejado de tasajear los derechos electorales de los venezolanos.
Ahora, la oposición venezolana después de un período muy largo, ha regresado, felizmente, en su conjunto a una vía electoral para aprovechar la excelente oportunidad que se le abre al país de cambiar, que son las elecciones para el año 2024. Bueno, las primarias abren un camino de unidad hacia esa elección. Si las primarias son exitosas, y vota mucha gente y se elija un candidato que tenga la legitimidad.
Eso pone al Gobierno contra la pared. El Gobierno hará lo posible por implosionar las primarias. Ya ha hecho varias cosas para eso y lo seguirá haciendo. Lo primero, a las primarias van unos candidatos que están inhabilitados, ahora intentan inhabilitar a otros.
Los partidos que van a las primarias, algunos de ellos ni siquiera tienen su tarjeta y sus símbolos porque fueron confiscados y entregados a otra gente. Y ahora hacen este trapicheo político que fue obligar al CNE a renunciar para impedir en el fondo que se pudiesen hacer unas primarias con el apoyo técnico.
¿Le preocupa que por conflictos internos no se alcance la unidad de las fuerzas de la oposición?
–Me preocupa, más que por conflictos, por la debilidad organizativa y económica que podamos tener para autogestionar la primaria. Yo comparto la preocupación del candidato Capriles, que la expresó claramente, también el documento que presentó Un Nuevo Tiempo –en este momento decidieron no inscribir una candidatura definitiva sino una candidatura provisional– pero en donde ambos señalan la necesidad de que hagamos todos los esfuerzos posibles, y le piden a la Comisión Nacional de Primarias (CNP) para que, a pesar de no tener el respaldo del CNE, la primaria llegue al mayor número de ciudadanos.
No se trata de que los electores tengan que buscar dónde votar, se trata de que tenemos que buscar a los electores en todo el país, no solo en las grandes ciudades, no solo en determinados sectores socioeconómicos, sino que hay que extender la primaria lo más posible en el territorio venezolano.
Ahora bien, ese no es un objetivo que pueda cumplir solamente la Comisión. La CNP son cinco ciudadanos independientes y sus suplentes. Con respecto a esos ciudadanos y a lo que han hecho hasta ahora, nosotros no tenemos otra cosa que no sea confianza y necesidad de apoyarlos, pero el éxito de la primaria no está solo en sus manos.
El éxito de la primaria depende de que todos nosotros, los candidatos y los partidos, aportemos a la organización toda la maquinaria política y de voluntarios posibles para que la primaria pueda hacerse. Más que preocuparnos por el tamaño de la primaria, tenemos que ocuparnos en resolver ese problema. Ese problema es de todos. Que estamos dispersos por todo el país, pero organizados, cada uno de ellos sabe exactamente los lugares en los que se puede poner un punto de votación.
Hay una instancia, que es la instancia de la Comisión Técnica que asesora a la Comisión de Primaria, donde cada partido tiene su representante. Allí es donde debemos aportar todo nuestro esfuerzo, toda nuestra capacidad organizativa económica, para hacer que las primarias funcionen. La CNP organizará el proceso, coordinará todo esto, pero la labor de organización y de movilización está de nuestra parte.
Como alguien que tiene una vasta experiencia en el CNE, ¿le preocupa que un nuevo directorio pueda ser, como algunos dicen, “espanta votos”?
–Desde el 2000, desde el día uno que se aprobó la Constitución, el chavismo en el poder se ha dedicado a nombrar CNE espanta votos. Algunas veces la oposición venezolana, a mi juicio, ha pisado el peine y se ha espantado. Pero creo que ya hemos aprendido que frente a una votación masiva no hay espanta votos que valga, y el secreto de una votación masiva de la oposición es la unidad de la fuerza opositora.
Después de 23 años los únicos triunfos que ha tenido la oposición han sido electorales. El más importante de ellos, el del año 2015. Tibisay Lucena era la presidenta del CNE y aún así se produjo la victoria legislativa más grande que fracción política alguna haya tenido en el Parlamento de Venezuela. En ese momento había un solo representante independiente. De los cinco rectores del CNE, cuatro eran abiertamente chavistas.
Y toda la estructura, toda su burocracia, eran militantes y dirigentes medios del PSUV. Un verdadero ministerio de elecciones. Si nosotros logramos la más amplia unidad, si logramos que ese 80 % de venezolanos que rechaza a Maduro se convierta en una mayoría política capaz de derrotarlo aplastantemente en las elecciones del 2024, ahí no hay bayonetas, ni maniobras, ni CNE que valga.
El secreto está en que nosotros tenemos que ganar con una amplísima mayoría, esa es la primera condición. La segunda condición es que tenemos que tener las pruebas en la mano. No se puede quedar ninguna mesa electoral del país sin testigos de la oposición y sin que esos testigos salgan del centro con acta en mano. Cada centro electoral protegido por los vecinos para proteger a los testigos que están ahí porque van a intentar sacarlos de la mesa de votación.
Y por último, si a pesar de eso, de una votación aplastante, de tener las pruebas de ese triunfo en la mano, intentan desconocer el triunfo, bueno, nos vemos en el asfalto, en la calle. Vamos a ver qué bayoneta puede contra 4 millones de personas defendiendo un triunfo electoral legítimo y demostrado. Ese es el camino.
Su campaña es una de las que comenzó más tarde. ¿Le preocupa que esto afecte sus posibilidades de ganar el 22 de octubre?
–A mí me preocupa que es demasiado temprano. Aquí han hecho un proceso, lo hemos aceptado porque si no, no nos hubiéramos escrito en la primaria. Pero imagínate tú, en los lapsos que establece la CNP bajo el reglamento electoral que se hizo, hay tres meses de campaña para una elección interna. O sea, tú te imaginas el desgaste para una oposición ya desgastada, para unos partidos ya bastante disminuidos como consecuencia de la acción represiva del Gobierno contra ellos, que tengamos que soportar una campaña interna de tres meses. Imagínate mi candidatura, que es una candidatura independiente, que no tiene una maquinaria por detrás, que no tiene financiamiento por detrás.
Al contrario, si hubiera sido por mí, estaría a finales de julio lanzando la candidatura para ver si resistimos ese proceso tan largo, porque además es apenas el inicio del proceso. Yo pienso ganar las primarias el 23 de octubre, ahí es que comienza la campaña en serio.
Dos años de campaña electoral, una cosa insólita lo que está pasando en Venezuela. Pero esas son las reglas y las estamos cumpliendo. Y vamos a ver, estamos poniendo todo el empeño, cada vez crece más el voluntariado. Obtuvimos el respaldo de un partido nacional, legalizado en el CNE, sin deuda con la justicia, de gente de primera calidad, luchadores sociales, de larga data en Venezuela, que es el Movimiento por Venezuela.
Eso nos ayudó, nos dio un gran aire. Y esperamos conseguir el respaldo de todos los demás partidos. Porque ¿Qué estamos proponiendo nosotros? una candidatura independiente que unifique a toda la oposición. Es decir, que después del 23 de enero, tendremos la maquinaria más grande que haya tenido Venezuela detrás de una candidatura.
Se va a enfrentar con varias maquinarias de buen tamaño, ¿cree que tiene los números suficientes para tener una presencia a nivel nacional que pueda competir?
–Estamos en eso. Para eso es esta campaña que estamos desarrollando tan larga. Desde ese punto de vista, el tiempo nos ayuda. Es decir, nosotros comenzamos siendo una candidatura independiente de un grupo de voluntarios, una candidatura que nació de la gira que nosotros veníamos haciendo desde hace más de dos años en defensa del voto. En tratar de enfocar a la dirección política organizada en la ruta electoral como una ruta para poder vencer a Maduro en el 2024 y cambiar el país, y de ahí nació. Pero nació con unos voluntarios. Ya hoy tenemos respaldo de un partido nacional. Seguiremos ganando respaldo. Siguen creciendo los voluntarios.
Yo soy el único candidato que se inscribió presentando 60.000 firmas de 14 estados del país, tal como lo establece el reglamento electoral. Es decir, más de lo que establecía el reglamento electoral. ¿Cómo pudimos obtener ese respaldo? Entre otros, del voluntariado de Delta Amacuro, un voluntariado que crece, que busca una candidatura independiente, que entiende que la unidad pudiera facilitarse si un candidato independiente que no representa un partido específico sino que representa el amplio espectro, puede unir a todos.
Ese es el camino, eso es lo que estamos transitando. Aquí el tiempo nos ayuda a pesar de las críticas que le hago a lo largo de la campaña. Ahora hay un grupo de gente que insiste en la propuesta de Eduardo Fernández de que la oposición por consenso eligiera a su candidato. Y dijeron ‘no, por consenso nada, que vote la gente’, ahora resulta que hay una gente que quiere que haya consenso y eliminar la primaria.
¿Y cuál es la postura de Caleca con respecto al consenso?
–Apoyo la primaria, si no ¿para qué nos inscribimos? ¿Engañamos a la gente otra vez? O sea, cambiando de los bandazos, eso te digo, los bandazos estratégicos de la oposición. La gente no nos entiende.
Señores, si hasta ayer decíamos que queríamos contar hasta el último papelito electoral, para medirnos y para ver quién era el candidato de la oposición, ¿Cómo pasado mañana vamos a decir que no?
Nos hemos inscrito en la primaria, hemos convencido al país y eso es lo que tiene preocupado al Gobierno precisamente. La participación ya va por 20 % según las encuestas, esos son cuatro millones de personas que en este momento estarían dispuestas a votar en la primaria. ¿Vamos a nosotros a abortar ese fenómeno democrático que se está produciendo en el país? Eso no tiene ningún sentido.
De su campaña ¿Cuáles diría usted que son las debilidades y las fortalezas?
–Las fortalezas de mi propuesta son precisamente su naturaleza independiente y el carácter independiente. Venezuela necesita generar una gran coalición nacional para el cambio, ese 80 % del país que hay que movilizarlo. Yo al 20 % que apoya a Maduro y que lógicamente se supone que van a votar por Maduro, o por quien sea el candidato de PSUV, a ellos también hay que hablarles, y nuestro mensaje tiene que llegar allí, pero bueno, ese es su coto cerrado, su voto duro, ahí están porque creen en ese proyecto o porque están enchufados por lo que sea.
Pero 80 % del país requiere una propuesta que los represente y ese país es muy amplio, muy variopinto. Mira, hay gente de la oposición que no cree en las elecciones, por ejemplo; hay gente del chavismo que se siente traicionada por Maduro; hay gente de izquierda; hay gente de derecha; hay socialdemócratas; hay socialcristianos; hay liberales. Hay de todo. La fortaleza es que esta es una candidatura independiente con un programa de mínimos, un programa realizable donde todos podamos tener un acuerdo: salvar al país.
Las debilidades, obviamente, al ser una candidatura independiente, la debilidad de maquinaria, de fuerza organizativa, que pretendemos superar en la medida en que vayamos generando la unidad y que las maquinarias existentes, grandes o pequeñas, se vayan incorporando a esa candidatura, y es lo que creo que va a ocurrir en el futuro. Y creo que ya está ocurriendo, ya se empieza a ver eso. El primer paso fue el del Movimiento por Venezuela, pero estamos próximos a nuevos pasos. El proceso camina, a eso vamos.
Referente al tema económico ¿Cuáles son sus principales iniciativas en esa área?
–¿Qué le propondría yo al resto de mis compatriotas? Que nos enfoquemos en cinco grandes puntos. El primero es abatir los niveles de pobreza del país. Un país no puede vivir con 82 % de sus ciudadanos en pobreza y la mitad de ellos en pobreza extrema, ¿y cómo se puede afrontar ese tema? Ofreciendo trabajo digno, estable y bien remunerado.
¿Y cómo puedes ofrecer ese trabajo si no recuperas el aparato productivo? Esta gente ha destruido todas las empresas públicas y privadas, han convertido al país en un cementerio industrial, agrícola y ganadero. ¿Cómo recuperas eso? Tienes que abrirte al sistema financiero internacional para que vengan los capitales. El Estado no tiene dinero para eso, vamos a recibir un gobierno arruinado y endeudado. Hay que averiguar cuánto debemos y cuánto nos deben, esto un desastre, aquí hay una opacidad tremenda.
Hay que incorporar a Venezuela al mercado internacional para que se abra el país a todos los capitales que nos permitan recuperar el aparato productivo para enfrentar la pobreza.
¿Cómo lo logramos? Ese es el segundo punto, ¿Cómo hacer que esas inversiones vengan si nosotros no recuperamos la infraestructura? Porque en Venezuela no hay ni luz, si mañana prendes los hornos de Sidor se queda Venezuela sin luz, aquí no hay luz, aquí no hay agua, ¿Cómo recuperas agricultura si no hay regadío?, recuperar la infraestructura es el segundo punto.
¿El tercer punto? La salud y la educación. La gente se está muriendo de mengua, los niños, mira, 3 millones de niños en edad de educación básica están fuera del sistema escolar, en 15 años seremos otra vez el país de analfabetas que éramos hace 120 años al final de la dictadura de Juan Vicente Gómez. ¿Cómo puede un país desarrollarse con eso?
El cuarto punto es recuperar la institucionalidad, ¿Qué país puede recuperarse con este sistema judicial donde la justicia es a la carta y además con una lista de precios, una cosa absurda? ¿Cómo viene un inversionista a Venezuela? ¿Con qué seguridad jurídica viene un inversionista en Venezuela? Hay que recuperar la institucionalidad del país. Y por último, enfocarnos en un quinto punto, hay que mantenerse en el gobierno, no va a ser fácil mantenerse en el gobierno, se va a ganar la presidencia de la República, pero la Asamblea Nacional es esta, los gobernadores son estos, los jueces, acabamos de hablar de eso, son estos, el controlador, el fiscal.
¿Qué propone Andrés Caleca en temas puntuales como los derechos de la población LGBTIQ+?
–¿Qué es la democracia en el siglo XXI? Sobre todo, es el respeto a las minorías, llámense la comunidad LGBTIQ+, o de las personas discapacitadas, o la minoría de pensionados y jubilados. ¿Cómo tratar sus problemas? En el contexto del respeto más absoluto a sus intereses, derechos y a su espacio en la sociedad. Una sociedad democrática en el siglo XXI no puede aplastar ni excluir a nadie. Y debe respetar a todos, sobre todo a las minorías. Porque la mayoría se hace respetar por sí misma. El tema es quién respeta a estas minorías. Bueno, desde el gobierno ejerceremos el mayor respeto a todas las minorías.
Por supuesto, hay un problema legislativo importante. Hay que adecuar las leyes del país a las nuevas realidades transversales del siglo XXI. Que no tienen que ver solo con problemas económicos o clases sociales, sino este tipo de problemas, de expresiones de la sociedad moderna.
Pero bueno, ya esa no es tarea del presidente, es la tarea de la sociedad en su conjunto y de sus representantes en la Asamblea Nacional (AN). Es muy importante la AN. Allí está el kit de la reinstitucionalización del país en el próximo periodo presidencial. En el año 2025, asume la presidencia Andrés Caleca. Bien, pero tendrá esta AN chavista, inconstitucionalmente electa. Pero en el año 2025, inmediatamente después del proceso presidencial, después viene la elección de la AN, de gobernadores, de consejos legislativos, de alcaldes y de cámaras municipales. El triunfo del 2024 hay que repetirlo. La gran coalición que se logre formar tiene que seguir funcionando y tiene que ganar las siguientes elecciones.
¿Por qué Andrés Caleca es el mejor candidato en la primaria?
–Sería demasiado antipático decir que yo soy el mejor candidato. Yo lo que tengo son unos atributos que no tienen otros para los efectos de constituir una gran coalición nacional. El primero de los cuales es que no tengo un partido. Mi gran debilidad es precisamente mi gran fortaleza. Esta es una candidatura independiente.
Pero además tengo una hoja de vida que implica experiencia en la gerencia pública. Fui empleado público y gerente de alto nivel. Llegué a ser presidente de Ferrominera de Orinoco; he sido director de Sidor, he sido director de Venalum. Tengo una carrera gerencial en la administración pública, en la gerencia de las empresas del Estado, que tiene mucho valor a los efectos de lo que viene en Venezuela. Pero además tengo experiencia política.
Yo soy un independiente con experiencia política. Y aquí se requiere mucho la experiencia política. Yo combino mi carácter de independiente con una hoja de vida en la cual en mi juventud, milité en un partido político. Fui secretario general nacional de un partido. Fui diputado en el Congreso.
Nada más y nada menos, fui rector y presidente del CNE, en un momento en el cual se cambió un régimen en Venezuela. Se cambió la constitución del 61, que fue la de más larga duración en la historia del país. Se produjo un cambio de régimen en paz. Sin un tiro, los tiros estuvieron en los golpes de Estado fracasados que dieron estas personas antes. Pero el proceso de cambio lo logramos conducir yo, presidiendo el CNE, con todos esos partidos allí sentados, en ese momento tan difícil. Tuvimos la capacidad, no de lograr consenso sino de canalizar el disenso.
Esa experiencia es la que pongo al servicio del país. En una situación que nos viene extremadamente compleja y difícil en los próximos años.
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