Atletas criollos papean completo en la Villa Olímpica

El comedor olímpico de Río cuenta con una variada oferta gastronómica que incluye hasta pizzas y hamburguesas y funciona las 24 horas del día.

Caracas. Para quienes no somos atletas profesionales, la imagen ficticia del comedor olímpico asemeja la de un restaurante vegetariano, con muchas ensaladas y frutas que son consumidas lentamente por atletas esbeltos, quienes cuidan con recelo no excederse en las raciones para evitar problemas con la báscula. Nadie en su sano juicio podría imaginar a Michael Phelps degustando una hamburguesa en la Villa Olímpica.

No obstante, la realidad en Río contradice a los entrenadores de tribuna y deportistas de fin de semana. Al menos en cuanto a la falsa creencia que condena casi como pecador a aquel competidor que ose alimentarse con la adiposidad de los simples mortales. En el comedor de los Juegos 2016 hay de todo: desde pizzas hasta helado. Y los grandes protagonistas de las arenas brasileñas tienen las 24 horas del día para satisfacer cualquier antojo.

“La variedad es muy grande y el atleta  tiene la opción de comer lo que quiera, siempre y cuando se cuide. No hay nadie a excepción del entrenador que le indique la cantidad y calidad de alimentos que debe consumir”, recordó vía telefónica el médico de la delegación venezolana, Germán Medina.

El espacio para desayuno, almuerzo, cena y merienda de las delegaciones tiene capacidad para 5 mil personas y está dispuesto de manera continental. Asiáticos, africanos, europeos y americanos tienen una sección para sentarse y consumir los alimentos que suelen ser característicos de cada lado del planeta. También hay un ala más casual con pizzas, hamburguesas y sándwiches.

“Son estaciones de alimentos muy variadas. El deportista puede ir de estación en estación y solicitar lo que necesita”, explica Medina para luego ilustrar la gran abundancia del recinto.

“Hay estaciones de frutas, otras de panes desde árabe hasta pan de frutas. Hay una estación de cereales y dulces. En la de bebidas hay chocolate, café, leche descremada y completa. Hay mucha variedad en las bebidas lácteas, incluyendo yogures naturales y descremados que pueden ser muy útiles como complemento de alimentación”.

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Asesoramiento

Además de la gran gama de opciones que tienen los contingentes en el gran restaurante de la Villa, el lugar tiene un puesto de control nutricional donde el atleta puede asesorarse con especialistas en cuanto a qué tipo de comida y cuántas calorías debe consumir de acuerdo al deporte que practica. Las disciplinas de combate requieren un mayor control en cuanto a lo que se ingiere.

“La comida es normal, pero mis compañeros y yo mantenemos un régimen y comemos poco para hacer el peso”, comenta el capitán de la selección venezolana de boxeo, Gabriel Maestre. Otro que cuida no excederse es el también criollo Edgar Contreras de taekwondo. “En la Villa se come excelente. Yo hago mi dieta muy tranquilo y cuido día a día el peso”, indicó.

Al margen de las necesidades individuales de cada seleccionado, el comedor mantiene un estricto control sobre el estado de cada pieza comestible que se sirve. De hecho, hasta ahora no se ha reportado ninguna intoxicación que lo involucre directamente, si bien, como apuntó el entrenador de Venezuela en Voleibol de playa femenino, Mauro Hernández, “hubo problemas de diarreas por el agua de la Villa, pero no con la del comedor que se sirve embotellada”.

Foto: Mindeportes


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