Aumento salarial pone contra las cuerdas a comercios e industrias

El incremento del sueldo mínimo y del bono alimentación autorizado por el Gobierno no lo pueden soportar los pequeños empresarios.

Caracas. Dayana García y sus padres tienen un pequeño negocio de ropa en Sabana Grande y desde el lunes saca cuentas para ver cómo le cancela los sueldos a los pocos empleados bajo su cargo, porque las ventas no dan para cubrir el último aumento de salario de 50 %, así como el ajuste del bono alimentación.

Comenta que “las cuentas no van a cuadrar. Prácticamente lo que generemos se nos iría solo para pagarle el sueldo a los empleados. Ahorita es más fácil que cada dueño atienda su negocio”.

La situación de Dayana la padecen otros comerciantes como Ángela Gómez, quien tiene un local en el centro de Caracas. Al mes factura 200.000 bolívares, pero la mitad se le va en el pago de alquiler, y el resto le queda para servicios y salarios. “En lo que pague los sueldos, con ¿cuánto me quedaré?”, se preguntó.

El presidente Nicolás Maduro anunció la semana pasada que a partir del 1 de septiembre, el salario mínimo será de 22.576,73 bolívares. Este es el tercer incremento del año, con lo cual el ajuste acumulado es de 134 %. Además del sueldo, el mandatario revisó nuevamente la base de cálculo del ticket alimentación que ahora asciende a 42.480 bolívares.

Para los empresarios estos incrementos golpean. En las industrias, la producción bajó debido al control de precios y la disminución en la entrega de dólares que restringe la adquisición de materia prima. Y al haber menos productos locales e importados, los comercios cuentan con menos variedad de artículos y las ventas caen. A lo que se añade que la inflación evapora las remuneraciones de los venezolanos y el consumo se limita.

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Frente a una economía con distorsiones, el aumento de salarios es otro factor que afecta a las empresas y los comercios.

Cipriana Ramos, presidenta de Consecomercio, apunta que “el aumento de salarios golpea mucho y especialmente a quienes fabrican y venden productos regulados”.

Muchas empresas están supeditadas a ofrecer los artículos a los precios que fija el Estado, los cuales suelen estar muy por debajo de sus costos de elaboración y con los incrementos de sueldos, dichos gastos se elevan. Por tanto, la consecuencia es que más plantas y establecimientos cierren.

Ya las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejaron que entre abril de 2015 y abril de 2016 el número de patronos y empleadores tuvo una reducción de 0,8 %.

Esta semana, el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, dijo en un programa de radio que “en cuatro meses se pierde el poder adquisitivo y el impacto sobre las pequeñas y medianas empresas será fuerte y se puede convertir en cierre de empresas”.

El economista, Orlando Ochoa, agrega que “las empresas están en un mala situación y efectivamente muchas pueden decidir cerrar, lo cual afectará el empleo”.

Entre los trabajadores hay temores. Giovani Contreras, empleado de una joyería, señala que “nosotros todavía no nos hemos reunido con el jefe, pero tenemos el temor de quiénes se tendrán que ir. Por eso no me gustó cuando dieron la noticia (del alza de sueldos)”.

La tasa de desempleo, de acuerdo con los datos oficiales, en abril estaba en 7,3 %. Hace un año era 7 %.

Con información de Shaylim Castro @ShayC_

Foto: Mariana Mendoza


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