Tras paso de ondas tropicales 41 y 42 aún no se rehabilita vialidad en el oeste del Litoral Central

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Las precipitaciones derivadas tras los fenómenos atmosféricos que pasaron por el eje costero venezolano, afectaron la vialidad de zonas como el oeste a La Guaira, específicamente en la parroquia Carayaca, que aún no ha podido ser rehabilitada. Las deficiencias de luz eléctrica también preocupan a los pobladores de la zona.

La Guaira. Tras el paso de las ondas tropicales 41 y 42, además de los coletazos del huracán Julia, 32 familias han quedado damnificadas en La Guaira, según cifras oficiales, y otras 50 continúan en riesgo en la parroquia Carayaca: tampoco se ha restablecido la vialidad del oeste del Litoral Central.

Aunque las lluvias bajaron su intensidad en las últimas 48 horas, las maquinarias del Instituto Regional de Vialidad de La Guaira y el Ministerio de Obras Públicas aún no concluyen el restablecimiento del paso en la carretera del eje costero de Carayaca.

El corredor vial que atraviesa a las poblaciones de Arrecifes, Picure, Taguao, Las Salinas, Oricao, Chichiriviche, Puerto Cruz y Puerto Maya, aún está obstaculizado por árboles, rocas y sedimentos.

En el caso de Chichiriviche, al final de la tarde del martes 11 de octubre pasado, fue habilitado un canal provisorio, mientras se repara la fractura del pavimento. Habitantes resienten el perjuicio de la actividad turística y pesquera, a raíz de haber quedado parcialmente incomunicados.

Es urgente que terminen de arreglar la carretera, porque vivimos de los que vienen de Caracas los fines de semana a la playa”, dijo Eneida Ríos, que cuenta los días para reabrir su quiosco de empanadas.

José Alejandro Terán, gobernador de La Guaira, señaló que los trabajos de remoción de árboles, piedras y lodo, continuarán en la carretera, pero solicitó el apoyo de empresas privadas que cuenten con maquinaria para finalizar el despeje de la vialidad.

En Chichiriviche, tampoco se ha restituido totalmente el servicio de electricidad, debido a que los aguaceros causaron la caída de varios arbustos sobre el tendido eléctrico principal.

Los vecinos de Tarmas (Carayaca), Puerto Cruz y Puerto Maya reportaron, igualmente, suspensiones del servicio eléctrico, sin que la respuesta de la Corporación Eléctrica Nacional haya sido efectiva.

“Es horrible cada bajón con estas lluvias, la verdad es que estamos muy mal”, relató Eugenia Wilson, habitante del sector Enrique Izquierdo de Tarmas, en el que el pasado fin de semana, 32 familias abandonaron sus hogares, a raíz de un deslizamiento de la montaña, debido a la saturación de los suelos por las precipitaciones.

En el otro extremo de la región, en Camurí Grande, sus moradores protagonizaron una protesta pacífica, por las continuas interrupciones de la energía eléctrica. Molestias similares se replicaron en sitios cercanos como Naiguatá, Carmen de Uría, Punta Care y Anare.

Fallas de borde y deslizamientos

Otras zonas en las que la vialidad resultó afectada tras las lluvias son: Puerto Carayaca, La Esperanza y la carretera nacional entre Carayaca-El Junquito (Distrito Capital) y La Colonia Tovar (Aragua).

Los agricultores de la zona se sumaron a las preocupaciones expresadas por los conductores del transporte público, pues las fallas de borde, los deslizamientos de tierra y el colapso del asfaltado están a la orden del día.

Hace dos semanas, la Alcaldía del municipio Vargas informó sobre el rescate de algunos tramos de la vía. Sin embargo, para productores del campo de los sectores Caoma y Corralito el esfuerzo es insuficiente.

Hay que atender mucho más a la vialidad con estas lluvias. Está en peligro el traslado de 40 toneladas de hortalizas y frutas que se producen aquí y abastecen a los mercados de Coche y Quinta Crespo”, indicó un agricultor que pidió la reserva de su identidad a Crónica.Uno por temor a represalias con el suministro de combustible subsidiado.

“Por más de dos meses, hemos advertido que debían limpiar las quebradas y los ríos, que se encuentran convertidos en unas selvas, pero no hicieron caso”, sostuvo el diputado de Fuerza Vecinal al Consejo Legislativo de La Guaira, Nelson López.

Además de López, los concejales Brayan Baptiste (AD) y Andreína Villanueva (Primero Justicia) recorrieron las zonas adyacentes a los ríos Marapa y Mamo en Catia La Mar; Piedra Azul en Maiquetía y San Julián en Caraballeda, en los que constataron obstrucciones de sus cauces con sedimentos naturales y basura.

Estos rías, de amplios canales, se desbordaron durante la tragedia de Vargas del 15 y 16 de diciembre de 1999.


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