Los prestadores de ese servicio en el parque nacional La Restinga están obligados a ir hasta Punta de Piedras, para comprar combustible pese a tener una gasolinera a escasos metros, pero está en el estándar internacional. El deterioro del sitio salta a la vista. Durante la pandemia la delincuencia ha causado estragos. Los restaurantes están cerrados y algunos abren cuando van los turistas rusos.
Porlamar. Los lancheros del parque nacional Laguna de La Restinga no guardan muchas expectativas para la temporada de Carnaval cercana, ya que la poca asignación de gasolina a través del Sistema Patria les limita las jornadas de trabajo.
Víctor Domínguez, gerente de la gasolinera La Restinga situada a escasos metros de esa laguna, pero además hijo del fallecido expresidente de la Asociación de Lancheros, Francisco “Chico” Lencho, indicó que antes con 25 litros realizaban cuatro viajes por ese humedal hasta la playa, pero actualmente les alcanza para tres paseos nada más porque la gasolina tiene un octanaje muy bajo.
Eso ocasiona que las embarcaciones consuman mayor cantidad de combustible en el mismo recorrido hasta la playa, el cual tarda media hora.
Tienen que surtir en Punta de Piedras y buscar el combustible en vehículos para luego trasegarlo a los botes porque no les permiten cargarla en bidones”, explicó.
El recorrido desde la laguna hasta Punta de Piedras es aproximadamente 25 minutos en carro.
Recordó que el cupo asignado por el gobierno de Nicolás Maduro es de solamente 120 litros mensuales, lo que les resulta insuficiente para trabajar todo un mes con esa cantidad.
Cuando se les acaba el cupo y tienen alguna contratación previa, algunos van a la estación de servicio cercana al parque nacional, pero deben pagarla en dólares e igual tienen que buscar un vehículo porque no pueden llevarla en bidones.
Costos y gastos
Luis López, que trabajó durante muchos años prestando servicios en la laguna junto con su padre, Reneé, y su hermano, Renny, afirmó que cada paseo tiene un valor de 30 dólares y de ahí sacan 10 para el mantenimiento de la lancha, 10 para el propietario y 10 para el capitán.
Pero además tienen gastos de un litro de aceite para el motor fuera de borda por cada viaje y tiene precio de cinco dólares cada uno.
Algunas embarcaciones utilizan aceite cuatro tiempos y cuesta hasta ocho dólares el litro.
El mantenimiento de las lanchas se hace muy cuesta arriba después de la repartición y, en consecuencia, algunas están deteriorándose”.
La paralización por la pandemia alejó a algunos de los lancheros de su oficio. Varios fallecieron y otros ya no están en capacidad de laborar por diferentes razones, la principal es el deterioro de los motores fuera de borda que por los altos costos no pueden recuperar.
Uno de ellos comentó que de las 94 lanchas que integraban la flota, más de 40 están amarradas en el muelle y de ellas, solamente 10 están en las condiciones necesarias para cumplir con los recorridos habituales.
Turismo ruso: un respiro
Domínguez, gran conocedor del oficio que durante años compartió con su padre desde la Asociación de Lancheros, confirmó que en estos momentos esos prestadores de servicios han tenido cierto respiro en su oficio con la llegada de los turistas rusos, ya que los visitantes nacionales son escasos en estos momentos.
No obstante, quienes prestan servicios diferentes al paseo por los canales de la laguna lamentan el deterioro de las instalaciones.
Los restaurantes están prácticamente cerrados y hasta los vendedores de artesanías y suvenires han dejado solo el mercado destinado a ese fin.
Cuando toca visita de los turistas rusos, los dueños de ciertos restaurantes de la playa abren ocasionalmente y les garantizan las comidas”, dijo uno de ellos, que prefirió no identificarse.
Tampoco las vendedoras de las tradicionales y típicas empanadas margariteñas son muy constantes en el sitio, ya que en ocasiones tienen pérdidas por no alcanzar las ventas esperadas.
Deterioro a la vista
La falta de mantenimiento en las áreas de servicio de la laguna ubicada en el sector conocido también como El Indio, por su cercanía al cerro del mismo nombre, que desde la lejanía deja ver el perfil de un indio dormido, ha causado mellas en ese lugar, uno de los preferidos por turistas nacionales y extranjeros interesados en conocer el renombrado humedal.
Los trabajadores denunciaron que, durante el cierre por la pandemia, la delincuencia causó estragos en las instalaciones e incluso afectaron hasta la sede del Instituto Nacional de Parques (Inparques) que allí opera.
A pesar de todas las limitaciones, los prestadores de servicios en la laguna La Restinga apuestan por una recuperación, aunque sea mínima, durante las temporadas vacacionales que se avecinan como Carnaval y Semana Santa.
Los datos
*El parque nacional La Restinga fue creado el 6 de febrero de 1974.
* Tiene una extensión de: 188,62 km² equivalente a 18.700 hectáreas.
*Está bajo el régimen de áreas protegidas.
*Es uno de los cinco humedales reconocido por el convenio Ramsar que fue firmado en Irán en 1971, pero entró en vigencia el 21 de diciembre de 1975. Su principal objetivo es la conservación y uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales con contribución de la cooperación internacional.
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