Los vecinos de estos municipios protestaron por agua frente a la sede de Hidrocapital en Chuao. La misma situación se presentó en Las Minas de Baruta, donde los habitantes salieron a quejarse desde la madrugada, lo cual propició la falta de transporte público hacia y desde ese sector. Además, varias zonas de estas jurisdicciones vivieron una noche a oscuras producto de averías en circuitos eléctricos de la zona.

Caracas. Cuando no es una cosa, es la otra; cuando no es ninguna, son las dos. El colapso de los servicios públicos en los municipios Baruta y El Hatillo mantiene en vilo a más de uno: la luz es intermitente y los apagones son constantes, en varios sectores llevan más de mes y medio sin recibir agua potable y el transporte público cada vez se achica más.

Este 31 de julio, las fallas de estos tres servicios convergieron al mismo tiempo. La falta de agua motivó a que un grupo de vecinos de Las Minas de Baruta cerrara la calle adyacente al Colegio Americano desde las 3:00 a. m. e impidiera el paso de unidades de transporte público que conecta a esta parroquia con Chacaíto, Los Samanes, El Cafetal y el centro de Caracas.

El apagón nacional del 22 de julio trajo como consecuencia la suspensión del servicio de agua potable en toda la ciudad, y no fue sino entre la noche del domingo 28 y la mañana del lunes 29 que empezó a llegar a este sector de Baruta. Sin embargo, el lugar donde se llevó a cabo la protesta, por ser el que está en la cota más elevada del barrio, tiene entre dos y tres semanas sin servicio, según los manifestantes.

La falta de transporte afectó a cientos de personas que no pudieron acudir a sus lugares de trabajo o tuvieron que desembolsillar hasta 2000 bolívares en unidades piratas. Algunos, aún teniendo el dinero en efectivo suficiente para llegar al municipio Libertador, prefirieron no asistir a sus labores por temor a que el problema se prolongara durante todo el día.

Fueron a Hidrocapital

Mientras unos madrugaron en Las Minas, otro de ciudadanos llevó a cabo una manifestación frente a la base 5 de Hidrocapital, en Chuao. Quienes llegaron con sus quejas eran vecinos de los municipios Baruta y El Hatillo, quienes trancaron las avenidas Araure y Glorieta de ese sector a partir de las 8:30 a. m.

Reclamaron que hay sectores que no reciben agua potable de forma continua desde hace 50 días pues, cuando llega, lo hace por menos de 24 horas. Omar Villalba, ex concejal del municipio Baruta, aseguró que la problemática se debe a que el alimentador sur del sistema Tuy II presenta fallas desde hace meses y es este sistema el que suministra a la parroquia Las Minas, parte de la parroquia Baruta y al municipio El Hatillo. Advirtió que al menos 40.000 familias se ven afectadas por la falta de agua potable.

El alimentador sur está compuesto por cinco cuerpos o líneas de bombas, de las cuales funcionan tan solo tres –afirma Villalba– por lo que la falta de presión impide que el servicio llegue a las cotas altas de tales jurisdicciones. Villalba aseguró que desde Hidrocapital se están haciendo maniobras para recuperar presión, pero que el proceso “no es simplemente abrir una válvula”, pues se debe esperar a que se “saturen” los tanques de las estaciones de bombeo y las tuberías.

Sin embargo –dice Villalba– la mayoría de las veces, cuando se empiezan a saturar, ocurre una eventualidad (apagones o fallas eléctricas) por lo que se debe empezar el ciclo nuevamente. Es por ello que otra de las exigencias que le hacen los vecinos y líderes vecinales a Hidrocapital es que “aquellas urbanizaciones que hayan perdido su ciclo, se les restituya el servicio lo más pronto posible”.

Foto: Diana Maitta
A merced de la oscuridad 

A pocos metros de Las Minas de Baruta, todo se mantuvo a oscuras desde el martes 30 de julio a las 6:00 p. m., cuando un apagón afectó a los sectores Lomas de La Trinidad, Zona Industrial de La Trinidad, La Tahona, Sorocaima, Monterrey y Ojo de Agua –en Baruta– y Oripoto, Gavilán, sectores de La Lagunita, entre otros, en el municipio El Hatillo.

Corpoelec, a través de su cuenta oficial en Twitter, registró “averías” en los circuitos Esmeralda, Tamanaco, Caicaguana y Sureste, y que personal operativo se encontraba realizando maniobras para restablecer el servicio eléctrico. Los reportes fueron hechos a las 10:00 p. m. del lunes, aunque a las 10:00 a. m. del martes publicaron la misma información.

A las 11:00 a. m. del 31 de julio el servicio eléctrico había sido restituido en parte de estos sectores caraqueños. Sin embargo, la euforia no duró mucho pues tan solo tres horas más tarde se produjo un nuevo apagón. Omar Villalba, quien también es director del Observatorio Vecinal de Servicios Públicos para los municipios Baruta y El Hatillo, aseguró que las averías que se producen constantemente en el municipio son producto de la falta de mantenimiento y supervisión de los transformadores, que cuentan con una antigüedad de entre 30 y 40 años.

Señaló que “los circuitos están muy frágiles y delicados”, por lo que con cualquier lluvia o brisa fuerte “los transformadores empiezan a explotar, pues se sobrecargan los protectores”. Así mismo, resaltó el hecho de que desde marzo “todo el circuito que suministraba electricidad a parte del municipio fue trasladado de La Ciudadala a la subestación El Placer”, esto debido a la explosión que sufrió la primera tras el megapagón de ese mes.

Es por ello que, comenta, ahora es común que sectores como Manzanares, Prados del Este, Los Samanes y el pueblo de Baruta se queden sin energía eléctrica pues la subestación de El Placer “siempre sufre sobrecarga de voltaje por no estar preparada para proveer a otro circuito”. El dirigente reconoció la labor que lleva a cabo el personal de cuadrillas de Corpoelec y resaltó la labor mancomunada entre los vecinos y los trabajadores.


Participa en la conversación