Bomberas de Maracaibo llevan su uniforme con valentía y feminidad

Mujeres bomberas de Maracaibo

El cuerpo de bomberos de Maracaibo cumple 80 años al servicio de la comunidad, una profesión que se lleva en el corazón, al punto de dar la vida si es necesario y en la que las mujeres tienen un espacio reconocido por su gallardía y sensibilidad.

Maracaibo. Ser bombero es sinónimo de honestidad, rectitud y protección. Una profesión que exige estar alerta y siempre dispuesto con empatía, sensibilidad y temple. Este año los bomberos de Maracaibo cumplen 80 años al servicio de la comunidad, un camino que solo recorre el que nació para ello y que ejerce con orgullo este noble deber.

La capital del estado Zulia tiene actualmente 210 funcionarios en pie, de los cuales 40% son mujeres dedicadas a esta profesión. Para Engherbert Atencio, primer comandante del cuerpo de bomberos de Maracaibo, el espacio que hoy ocupan las damas en los cuarteles es extremadamente importante. “La mujer bombero es sobresaliente y esmerada en su labor”, reconoció.

Indira Martínez ingresó hace dos años a las filas del cuerpo de bomberos de Maracaibo. Sus cejas perfiladas hacen juego con sus labios maquillados. Alta y esbelta, de cabello largo y una sonrisa cargada de amabilidad, lleva con elegancia su uniforme azul, perfectamente planchado y perfumado.

Mientras atendía las novedades del día en la receptoría de la Primera Comandancia en el centro de la ciudad, confesó que su plan es seguir estudiando para hacer carrera y poder ascender de rango. Fue bachiller y luego mamá, papel al que se ha dedicado desde hace ocho años. Dice que su hija Hefziba es su motor de superación.

Desde que me gradué de bachiller me gustaba esta carrera, afortunadamente un amigo me animó y logré ingresar, de ahí en adelante mi vida ha sido otra y estaré siempre agradecida por esta oportunidad”, dijo Martínez.

Madre y bombero

Indira reparte su tiempo entre dos trabajos y ser mamá. Se levanta a las 6 de la mañana y toma el transporte público para atravesar la ciudad desde el oeste hasta el centro. Empieza su guardia de 24 horas en la que desempeña varias tareas que se rotan a la semana. Recibe las novedades, apaga incendios y brinda primeros auxilios, entre otras cosas.

Después de cada guardia su aliciente es su pequeña, que queda al cuidado de su madre mientras ella trabaja. “Mi hija dice que yo soy su héroe, pero realmente ella es la que me salva a mí”, dijo conmovida la madre.

Para completar el ingreso familiar, del cual aclaró que administra minuciosamente, los días libres los aprovecha para trabajar con su cuñada en una tienda de ropa en un centro comercial del oeste marabino.

mujers bomberas en Maracaibo
40% de los oficiales del Cuerpo de Bomberos de Maracaibo son mujeres que alternan su tiempo entre su deber y su papel de madres/José Ángel Núñez

Lo más difícil es separarme de mi hija porque somos muy unidas, pero todo lo que hago es por ella. Terminar una guardia y saber que ayudaste a alguien o le salvaste la vida a una persona no tiene precio”, dijo.

Para ella el miedo no existe y el apoyo de sus compañeros es fundamental para cumplir a cabalidad su trabajo. “Ser bombero no me impide ser y sentirme bella. Siempre estoy arreglada porque sencilla jamás y preparada para el que nos necesite. Tengan la certeza de que por más difícil que sea un momento, ahí estaremos para ayudar”, dijo la joven.

El primer comandante, Engherbert Atencio, dijo que ser bombero es la mejor profesión del mundo. “Con esto se nace, porque estamos para ayudar a quien más lo necesite, aunque eso implique dar nuestra propia vida”.

Para él estar al mando del cuerpo de bomberos de la ciudad es un sueño cumplido, pues desde los ocho años de edad, cuando integró la brigada juvenil, soñó con este momento. “Ya son 30 años entre uniformes y sirenas”.

Sin embargo, confiesa que no para de soñar, por lo que se ha esmerado en reivindicar la profesión. “Nuestro norte es la excelencia y eso solo lo podemos lograr con trabajo duro día a día como lo venimos haciendo desde hace tres años para la transformación de la institución que está catalogada entre las primeras de Venezuela. Llevaré al cuerpo de bomberos de Maracaibo a ser el primero en respuesta y equipamiento del país, si Dios lo permite”, dijo Atencio.

50 años de servicio que se llevan en el corazón

El primer teniente Nicolás Prato,  jefe del cuartel número uno del Cuerpo de Bomberos de Maracaibo, ingresó a las filas de la institución el 30 de abril de 1971. “Este es mi orgullo, es la profesión que llevo en el corazón y el uniforme es mi sangre. Servir a la comunidad es mi prioridad, por eso quiero morir con mi uniforme puesto”, dijo.

Prato es un hombre amable y de carácter, que tiene a su cargo 45 bomberos, entre ellos 20 mujeres, para atender las novedades diarias que llegan a la comandancia como colisiones, traslados, heridos por choques de tránsito, cortes de árboles y atención inmediata por lluvias. Reconoció que los incendios en la ciudad han disminuido debido al trabajo de prevención que su equipo viene haciendo sin descanso.

El bombero no solo actúa cuando hay un evento, sino antes, por eso es vital que se hagan las inspecciones correspondientes, pero además, darle instrucciones a la ciudadanía de lo que debe hacer para evitar incendios. Si hay prevención, no tenemos accidentes”, recalcó.

Sobre el personal femenino Prato fue tajante: “Aquí no hay distinción entre hombres y mujeres porque ellas son perfectamente capaces. Hacen tiraje de manguera, trote, soga. Las mujeres bomberas son aguerridas, por eso estoy muy orgulloso de todas, porque responden con gallardía y compromiso en los rescates, cumplen su misión”.

Comandante de bomberos de Maracaibo
El Comandante Nicolás Prato reconoció que el trabajo que hacen las mujeres dentro del cuerpo de bomberos no tiene distinción. Dijo sentirse orgulloso de cada una de ellas/ José Ángel Núñez

Maracaibo tiene cinco cuarteles distribuidos estratégicamente al servicio de la comunidad con más de 20 unidades de atención en su parque automotor y una comandancia general. Prato aseguró que la institución está preparada para atender cualquier tipo de eventualidad que se presente y destacó la disposición de camiones, ambulancias y camionetas.

“Tenemos un camión de combate de 8000 litros de agua, camión escalera, gandola de 40.000 litros de agua y personal suficiente. El comandante Atencio, desde que llegó a la institución se abocó tanto al cuerpo de bomberos que ha remodelado cuarteles, unidades de atención y ha dotado de uniformes, botas y comida al personal, cosa que antes no se veía aquí”, dijo Prato.

Bomberos de sangre

Maryuris González, directora de prensa de la Zona Operativa de Daños y Análisis de Necesidades Zulia (Zoedan) en el municipio Machiques de Perijá, lleva esta profesión en la sangre. A los 9 años de edad, junto con sus hermanos, entró a la brigada infantil por iniciativa de su padre que fue comandante de la Compañía de Bomberos Voluntarios de la Villa del Rosario.

Mis hermanos y yo esperábamos ansiosos cada sábado para asistir a la brigada. Nos encantaba aprender las destrezas bomberiles, el orden cerrado, las jerarquías, tengo lindos recuerdos de aquella época”, dijo.

Su madre también fue bombera, así que reconoce: “Este es nuestro mundo. Mis tíos, mis hermanos y mi hijo mayor son bomberos. Es muy bonito porque hay respeto, disciplina y constancia en todo lo que hacemos y eso le da un valor agregado. Crecer en ese mundo me impulsó a trabajar duro. Ahora ejerzo mis dos grandes pasiones: el periodismo y la carrera de bombero”.

González también alterna su tiempo con el papel de madre y aunque a veces sus pequeñas de 4, 7 y 12 años reclaman sus ausencias, procura enseñarles junto con su padre, que también es bombero, responsabilidad, amor, disciplina y la importancia del trabajo en equipo.

Entre loncheras, peinados, escuela y novedades su tiempo se va volando, entre risas dice que preferiría que su día tuviera 25 horas. Sin embargo, su pasión y entrega la hizo merecedora del segundo lugar como mujer del año en su municipio en el 2020.

Bombera Machiques
Maryuris González, directora de prensa de la Zoedan en el municipio Machiques de Perijá, asegura que si volviera a nacer escogería de nuevo ser bombera/Cortesía

Además, es coordinadora de prensa de la Fundación Planta un Árbol, presidenta del Comité de Damas del Cuerpo de Bomberos de Machiques, entre otras ocupaciones. Dice que si volviera a nacer, sin dudar escogería de nuevo ser bombero. Aunque reconoce que esta profesión es sacrificada.

Para hacer las cosas bien, con pulcritud, ética, puntualidad y que los demás vean en ti un ejemplo, que es lo que busco en mi trabajo, muchas veces debes sacrificar la familia. Por eso le enseño a mis hijas el valor de las cosas y la responsabilidad para que, sin importar lo que quieran ser cuando estén grandes, sepan que lo importante es hacer las cosas con amor, que todas las profesiones tienen un valor agregado y ese valor se lo das tú como ser humano”.

Para ella la creatividad, el orden y la sensibilidad son valores que ha implantado la mujer dentro del cuerpo de bomberos. “Trabajamos fuerte para ganar jerarquías, demostrando que sí podemos y somos capaces de lanzar un paño, hacer conexión con el camión de supresión de incendios, sofocar incendios, hacer fijaciones fotográficas, redactar informes, atención prehospitalaria, levantar personas que tengan colisiones, colapsos de estructuras, ahí la mujer ha dado la talla. El machismo no existe en el cuerpo de bomberos, porque ellos reconocen nuestro trabajo”, dijo.

Su sueño es continuar haciendo su trabajo con honra y dedicación, lograr una dotación completa de herramientas para optimizar el trabajo, pero sobre todo que los bomberos sigan unidos como hasta ahora para seguir siendo héroes acompañados de una sociedad educada, consciente y con cultura preventiva.


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