La extorsión a vendedores ambulantes y comerciantes por parte de funcionarios de seguridad se volvió –de facto– una norma en el país. Según denuncian los trabajadores, en La Hoyada el cobro es de $3 diarios y en Sabana Grande, de hasta $10 semanales. Vecinos de Antímano aseguran que funcionarios piden dinero a cambio de relajar multas o procedimientos contra negocios.

Caracas. Un grupo de buhoneros que laboran diariamente entre las adyacencias de la estación del Metro La Hoyada y el mercado popular de ese sector trancó por casi dos horas un tramo de la avenida Bolívar en protesta por el presunto cobro de “vacuna” por parte de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), hechos que también han denunciado comerciantes y vendedores de Antímano y Sabana Grande.

Al grito de “¡queremos trabajar, queremos trabajar!”, los buhoneros de La Hoyada impidieron el paso de carros particulares y de transporte público a partir de las 10:00 a. m. aproximadamente, pues afirman que este lunes 15 de noviembre los miembros de la PNB que resguardan el lugar pretendían aumentar de $3 a $5 diarios el monto que les cobran diariamente por “permitir” la venta de productos en el lugar.

El aumento de la economía informal se ha vuelto más notorio en los últimos dos años ante la precariedad de los empleos formales y los bajos salarios. La Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) proyecta que al menos la mitad de los trabajadores activos lo hacen por cuenta propia, cifra que en 2014 era de 31 %. En ese lapso, la economía del país se redujo alrededor de 75 %.

La pandemia por la COVID-19 también influyó en la “migración” de trabajadores hacia la informalidad, hecho que empezó a ser más evidente conforme el gobierno de Nicolás Maduro relajó las medidas de cuarentena, especialmente a finales de 2020. Aún así, los ingresos de la mayoría de la población siguen siendo mínimos y con bajo poder de compra, lo que impacta directamente en las ventas de los buhoneros.

Foto: Gleybert Asencio

Hay días en los que uno, cuando mucho, logra hacer $10 o $15 y de ahí hay que sacar para la comida de la casa y reponer la mercancía. Imagínate tener que regalar la mitad de tus ganancias a la policía solo para poder trabajar, reclamaba una trabajadora que pidió omitir su nombre por seguridad.

En principio, los manifestantes trancaron por completo el paso desde y hacia los túneles del Centro Simón Bolívar, mientras funcionarios de la PNB y fiscales de tránsito redirigían carros y buscaban mediar con los buhoneros de La Hoyada. Estos últimos han protestado más de tres veces en la zona en lo que va de año por la misma irregularidad, según afirmaron.

Reiner, uno de los buhoneros que protestaba en La Hoyada que prefirió resguardar su apellido, calificó como un “abuso” el simple hecho de tener que pagarle tres dólares diarios a la PNB y criticó que la práctica se repite en otras zonas del centro de Caracas donde hay más vendedores. En su caso afirmó que solo van al sitio a vender de jueves a domingo porque lunes y martes las ventas son más bajas.

A mí y a muchos aquí no les es rentable venir todos los días porque si no vendes nada sales perdiendo entre la vacuna y los pasajes para trasladarse. Esos días hay vendedores que prefieren vender otras cosas por su zona, como café o cigarros”, comentó.

La protesta terminó luego de que, presuntamente, la PNB se comprometiera a “dejar las cosas como estaban”, luego de que en varias ocasiones los manifestantes amagaron con retomar el cierre de la avenida Bolívar tras no llegar a acuerdos.

La Ordenanza sobre el uso de espacios y áreas públicas para el ejercicio de la actividad de venta de artículos al detal aprobada por el Concejo Municipal de Libertador en 1998 establece que las vías de circulación rápida, pasos peatonales, bulevares, plazas, entradas a estaciones de pasajeros o metro, entre otros espacios, están prohibidos para el ejercicio de la actividad informal.

Foto: Luis Morllo

Sin embargo, el proceso sancionatorio o de comiso de mercancía es función exclusiva de la Alcaldía de Caracas, específicamente de la Coordinación de Economía Informal, y no de la Policía Nacional Bolivariana o Guardia Nacional Bolivariana (GNB), cuerpo que también estaba en el lugar.

La extorsión a vendedores ambulantes y comerciantes por parte de funcionarios de seguridad se volvió –de facto– una norma en el país. En el bulevar de Sabana Grande, que había sido despejado hace más de diez años y fue retomado por la informalidad ante la crisis, los trabajadores denuncian que pagan hasta $10 semanales a miembros de Policaracas para poder laborar.

Mientras, en Antímano los vecinos y líderes comunitarios aseguran que grupos vinculados al partido de gobierno presuntamente extorsionan a comercios del bulevar y “utilizan a funcionarios de la Alcaldía de Caracas”, que los presionan con multas para luego cobrar vacunas a cambio de revertir las medidas.

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