Los buhoneros invadieron la calle para mostrar una oferta variopinta de juguetes de imitación que abarcan desde muñecas hasta monopatines. Mientras que en las jugueterías, donde se ofrecen productos originales, los padres entran a preguntar precios y salen sin comprar debido a los altos costos.
Caracas. En una juguetería, Rosaura Saavedra observa las vidrieras hasta que se decide a preguntar por el precio de un carro de Rayo Macqueen que pidió su nieto para el Niño Jesús. La vendedora le responde que cuesta 23 dólares, un monto que se sale de su recortado presupuesto. Ante la urgencia de resolver el obsequio opta por llevarse un camión a control remoto que consiguió a pocos pasos en un puesto informal a mitad de ese precio.
Aunque no es el juguete que habría querido para su nieto de seis años, Rosaura solo disponía de 15 dólares que los padres del niño enviaron desde Colombia. Con su sueldo de empleada pública no pudo hacer mucho. En Venezuela, el salario mínimo se ubica en 130 bolívares, lo que equivale a poco más de 9 dólares, según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
Cuenta que tuvo que emprender una larga caminata en busca de opciones por el centro y alrededores de la avenida Fuerzas Armadas.
Hay mucha variedad, pero los precios están dolarizados. Y los que se consiguen más baratos no son de buena calidad”, dijo.
En el centro de la ciudad es casi imposible caminar. En bulevares, plazas y cruces peatonales los buhoneros invadieron la calle para mostrar su mercancía, que abarca desde muñecas y peluches hasta monopatines y juegos de mesa. Dos figuritas de acción de los Avengers se venden en remate por 5 dólares, mientras que en la esquina de El Chorro otro vendedor ofrece tres balones de fútbol por 15 dólares.
“Aunque la inflación nos afectó, la gente se está llevando las Barbies imitación, los muñecos de superhéroes y las cocinitas. Este año se ha movido más la venta y la gente está dispuesta a gastar”, aseguró Tamara Carreño, una buhonera que trabaja en las adyacencias de la plaza El Venezolano.
Para todos los bolsillos y bajo algunos riesgos
Y es que en los puestos informales ofrecen alternativas muy variopintas. Desde sets completos de Minecraft, casas de muñecas, carros de batería y pistas de carreras hasta dinosaurios que ponen huevos y escupen humo, con precios que van desde los 5 hasta los 200 dólares.
Las formas de pago también son diversas: se aceptan dólares en efectivo, pago móvil, Zelle y hasta euros. Quienes cancelan con divisas en efectivo pueden llevarse uno o varios juguetes con descuentos de entre 10 % a 20 %.
Lo que no está garantizado es que estos juguetes sean originales y cumplan con todas las normativas. Tiziana Polesel, presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), alertó el pasado 6 de diciembre sobre la venta de juguetes falsificados introducidos al país de manera ilícita.
Lo alarmante es que este tipo de mercancía puede representar un riesgo para los más pequeños. “Sabemos bien que los niños pueden meterse los juguetes en la boca y esto puede tener consecuencias graves para su salud. Recomendamos comprar en locales y tiendas formales”.
Pese a este tipo de advertencias, los padres en su mayoría prefieren opciones que se ajusten a su bolsillo. Winder Pérez, un comerciante informal aseguró que quienes tienen varios hijos suele aprovechar las ofertas para ahorrar.
Mucha variedad y poca demanda
Aunque las ventas de buhoneros se mantienen en ascenso a medida que se acerca la Nochebuena, en las tiendas reconocidas los padres entran a preguntar precios y salen sin comprar nada.
El equipo de Crónica.Uno recorrió este 22 de diciembre cinco jugueterías del centro. En este tipo de establecimientos los precios están entre 5 y 500 dólares, dependiendo de la marca y las funciones del juguete.
La oferta también es variada y abarca desde juegos de té y mascotas virtuales hasta motocicletas e imitaciones de vehículos jeeps de baterías para los más pequeños. En General Import un hombre con un megáfono invitaba a los transeúntes a pasar ofreciendo descuentos de 15 % y 20% en bicicletas y aviones a control remoto. Pero pocos aprovechaban la oportunidad.
En otra tienda de juguetes cercana a la avenida Urdaneta uno de los encargados hacía descuentos de hasta 30 % en productos originales de Disney, Hasbro y Mattel solo para quienes cancelaban en dólares.
Mi hijo quiere un carro de Mario Bros, pero acá está en 60 dólares y me parece carísimo. Tengo que seguir buscando”, comentó Diana Rosas, una joven madre.
Ronny Visquis, encargado de la tienda Teacter Electronic, explicó que este año las ventas de juguetes apenas superan en 5 % a las del año pasado. Sin embargo, la mayoría de los padres trata de hacer un esfuerzo para adquirir lo mejor.
“El año pasado la venta no estuvo buena y la recuperación ha sido apenas perceptible. Los buhoneros salen ganando porque no pagan impuestos. Es una competencia de la que es difícil recuperarnos”, comentó.
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