La asamblea entre productores de café y representantes del Gobierno Nacional, realizada en Lara, no terminó de manera satisfactoria para los caficultores, ante los precios del rubro fijados por el Ejecutivo nacional. Los afectados insisten en que siguen trabajando a pérdida y denuncian que no se puede dejar a criterio del comerciante el precio que pagará al productor.

Barquisimeto. Caficultores de diversas regiones del país aseguraron que tanto comerciantes como intermediarios, se han unido a los industriales y representantes del gobierno, para manipular los precios del quintal de café, que hasta agosto se cotizó en 300 dólares, pero, denuncian, que ahora lo pagan en 180 dólares y menos.

Esta situación ha ocasionado que el caficultor, sobre todo el pequeño productor, haya considerado abandonar el campo por el alto costo de producción del quintal del rubro. Más de 120.000 productores del país, entre ellos 40.000 larenses se ven afectados por las medidas gubernamentales.

La asamblea realizada este miércoles 9 de noviembre, en la sede de Café Venezuela ubicada en Barquisimeto, reunió a más de 600 productores de café quienes le indicaron al presidente de la Corporación Venezolana del Café, Alfredo Mora, y a Daniel Gómez, viceministro de Comercio, que trabajan a pérdidas y que no van a aceptar el precio quintal del café por debajo de los 300 dólares.

Caficultores

Sin embargo, tras seis horas de debate, la misma terminó con la decisión del viceministro de Comercio, en dejar a criterio de los comerciantes el pago del café entre 180 dólares y 220 dólares.

Tras el anuncio, los productores se plantaron frente a la sede de la empresa comercializadora y afirmaron que están dispuestos a quedarse en el lugar hasta que concretar precios acordes a la realidad venezolana y a los costos de producción, los cuales detallaron a los representantes gubernamentales.

La decisión de los caficultores derivó en que el viceministro de Comercio se comunicara con el ministro de Agricultura, Wilmar Castro Soteldo y la ministra de Comercio Dheliz Álvarez, para establecer los siguientes precios: 190 dólares para el café tipo V, 220 dólares el café natural tipo III y 240 dólares el café lavado, con la posibilidad de pagarlo hasta 260 dólares, dependiendo de su calidad.

Este es el precio del café establecido. Nos sentimos medianamente satisfechos porque como dicen por ahí, del ahogado aunque sea el sombrero”, afirmaron los caficultores, que esperan salga pronto la Gaceta Oficial.

Caficultores
Los caficultores se quedaron apostados frente a la sede de Café Venezuela exigiendo respuestas. Foto Yelitza Figueroa

Los productores coincidieron en que el costo del quintal del café estaría alrededor de 260 dólares y que a ese precio deberían sacarle 30 % de ganancias para poder subsistir y satisfacer sus necesidades familiares.

Daniel Gómez y Alfredo Mora escucharon con detenimiento cada uno de los planteamientos y recibieron las propuestas de los voceros. Sin embargo, la decisión a juicio de los productores de café, fue en beneficio de los comerciantes.

Caficultores coincidieron en que el precio de comercialización por quintal debería estar el 300 dólares. Foto Yelitza Figueroa

La reunión celebrada este miércoles, se había propuesto luego de que Castro Soteldo, no cumpliese los acuerdos alcanzados en una sesión realizada en el Central Cafetalero Valle Verde en Portuguesa el 1 de noviembre pasado.

En ese primer encuentro, los caficultores de Portuguesa, Lara, Trujillo y Yaracuy, acordaron junto a la Corporación Venezolana del Café (CVC), que el precio del quintal se revisará mensualmente.

Oswaldo Zerpa, alcalde del municipio Unda y productor de café, informó a Crónica.Uno que en esa asamblea también se acordó que el café tipo I y II sería pagado al productor en 250 dólares el quintal y los grados III, IV, y V, será pagado en 230 dólares.

Zerpa refirió que las protestas de los productores responden a la indignación existente dentro del sector, tras el engaño del que fueron víctimas por parte del presidente de la Corporación Venezolana del Café (CVC), Alfredo Mora, quien se comprometió a la revisión de los precios y nunca la cumplió.

Oswaldo Zerpa, caficultor del estado Portuguesa calificó como una burla la decisión de Wilmar Castro Soteldo. Foto Yelitza Figueroa

Es lamentable que se haya utilizado esa asamblea para mentirle a más de mil productores presentes e incluso al gobernador y a los legisladores de Portuguesa. (Sic) la gente salió contenta con ese anuncio pero qué pasó, dos días más tarde eliminaron ese acuerdo”, expresó.

Las pérdidas para los cafetaleros son cuantiosas

Actualmente, el costo de cosecha del café está entre los 180 y 260 dólares promedio calculado en Lara durante una asamblea, realizada en la población de Villanueva, en la que se encuentran aproximadamente 15.000 caficultores.

Los costos se calculan con base en los precios del fertilizante, herbicidas e insecticidas, limpias, recolección, despulpado, secado, trillado y transporte desde las fincas hasta el centro de beneficio o torrefactoras, combustible, pago de trabajo a obreros, traslado adicional hacia las fincas más lejanas.

Un toma y dame entre productores y gobierno se ha desarrollado desde agosto pasado, ya que el café venezolano se cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York y en agosto de este año hubo un desplome en el precio hasta llegar a 160 dólares el quintal.

El Gobierno nacional estableció el importe con base en el precio fijado por la cotización en la Bolsa de Valores de Nueva York, que hasta agosto cotizaba en 300 dólares el quintal de café. Este bajón ocasionó la inestabilidad en los precios del rubro, aunado a los altos costos de producción.

Producción esclavizada

Los cafetaleros señalan que los centros de beneficio al comerciante o torrefactoras, venden el quintal de café entre 280 y 320 dólares, sin contar el que exportan, llevándose los industriales, o como los productores los bautizaron, los protegidos del presidente de la Corporación Venezolana del Café, coronel Alfredo Mora, la mayor ganancia.

Félix Saavedra, productor de café del municipio Morán, informó a Crónica.Uno que no están dispuestos a vender café al comercio hasta tanto no se reconozca lo que debe ser el precio del café.

Félix Saavedra afirmó que no están dispuestos a aceptar menos de 300 dólares por quintal de café. Foto Yelitza Figueroa

No debe ser menor a 280 dólares el café B y 340 dólares el quintal del café lavado bueno, tipo A. Seguimos en pie de lucha y en nombre de Dios que podamos lograr que se mejore el precio”, señaló Saavedra.

Saavedra refirió que pese a que el café criollo se exporta, al mismo tiempo se importa café de muy mala calidad, proveniente de Nicaragua, Brasil y Guatemala, sin el sabor, ni olor propio del café venezolano y además lo ligan con otros ingredientes.

Según representantes del Sindicato Nacional de Café Venezuela, se estaban importando más de 1.000.000 de quintales por año frente a un consumo interno de aproximadamente, 1.300.000 quintales.

Lamentó que en el municipio Morán, aproximadamente 20.000 micro productores están trabajando a pérdidas, ya que en esas zonas, las familias cosechan entre 2000 y 3000 matas de café, que producen no más de 100 quintales cada uno. Acusó que al ser pequeños productores, las empresas se aprovechan para ofrecer pagos bajos por un saco de 46 kilos de este producto.

Costos de producción del café aumentan a medida que el terreno es más intrincado. Foto Juan Santeliz, caficultor de Lara

Juan Santelíz, productor agropecuario del sector Villanueva en el municipio Morán, denunció que debido a esta situación, los compradores en Lara se niegan a adquirir café a otro precio e incluso han ofrecido comprar a un precio muy por debajo al establecido en la Bolsa de Nueva York.

Lo que es el grupo Botalón, que son los que tienen el monopolio del café aquí en la zona, no quieren comprar y si le compran, son tres saquitos a los productores con una transferencia en bolívares a los tres días”, informó a Crónica.Uno.

A su juicio, “el negrito tiene un futuro negro” ya que es el rubro más desigual en lo que respecta al productor, quizás por la ubicación geográfica, falta de educación (escuelas), asistencia en salud, vías de acceso en buenas condiciones, entre otros factores, que han incidido en que el caficultor sea el eslabón más débil y más desprotegido.

Santeliz hizo un llamado de atención a quienes les corresponde diseñar y poner en práctica las políticas hacia el sector cafetalero para que de una vez por todas las ejecuten y piensen en las 50.000 familias que viven en las montañas, cuidando el café y el agua que consumen las grandes ciudades.

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