El corredor vial, enclavado en un frente marino y montañoso, se muestra deteriorado desde las lluvias de septiembre y octubre del año anterior. Los habitantes de Chichiriviche temen que las autoridades regionales se hayan olvidado del asunto.
La Guaira. Los reclamos populares para que la Gobernación de La Guaira termine de restituir el paso de vehículos hacia Chichiriviche y Puerto Maya pudieran ser considerados gritos del silencio.
“Nadie responde en la gobernación, en la alcaldía y menos en Caracas. Estamos a la buena de Dios con esa carretera intransitable”, afirmó Carmen Augusta Rada, una docente que apela a la solidaridad de sus vecinos en Chichiriviche para desplazarse por la carretera nacional y así atender a sus alumnos en la Escuela Básica Bolivariana de Las Salinas.
Desde septiembre del año pasado, tras una sucesión de tormentas tropicales que afectó el extremo oeste del Litoral Central, las lluvias dañaron el tramo de la carretera entre Las Salinas y Oricao.
También hubo un aumento en los derrumbes desde las montañas, en los sedimentos dentro de las fallas de borde, los desprendimientos de las defensas y el concreto vial, producto de la circulación de agua y los deslizamientos de obstáculos naturales (rocas, ramas, tallos y árboles) en Picure, Taguao, Shangrilla, Costa Linda y Puerto Carayaca.
Esta problemática aún no atendida en los primeros meses de este año, complica el acceso de vehículos hacia la zona, apreciada por sus potencialidades turísticas y pesqueras.
En las últimas semanas, el deterioro de las capas de cemento ha sido constatado por voceros del transporte público y de carga, así como la ausencia de resguardo policial en un trayecto de 33,7 kilómetros que separa a Arrecifes de Chichiriviche.
Eso es una polvareda, un desastre de vía y da miedo ir por ahí”, indicó Ever Castro, conductor de un camión de hielo que viaja dos veces a la semana desde Catia La Mar.
Durante el asueto de Semana Santa, el Instituto Regional de Vialidad insistió en sus redes sociales sobre el recubrimiento de los tramos de Shangrilla y Costa Linda, más cercanos a Oricao y a más de una hora de Chichiriviche.
Pero, todavía persisten otras afectaciones para el tránsito. Una de las más evidentes se halla a unos 20 minutos para arribar a Chichiriviche. Allí permanece sin reparación un extracto de cemento que se desprendió por las lluvias y estrechó el paso por el lugar.
Incertidumbre
“¿Cuándo van a arreglar la vía? Puro engaño, como siempre”, dijo Luis Carlos Aguana, un pescador de Chichiriviche que se quejó de no poder trasladarse en su automóvil a La Guaira para cumplir con diligencias de trabajo.
Otros vecinos de esta localidad, ubicada en la franja costera de la parroquia Carayaca, lamentaron que por el estado de la vía se pretenda suspender el servicio público, cuyo pasaje por persona está valorado en un dólar (Bs 25).
Estamos prácticamente incomunicados: a cierta hora de la mañana, los choferes de los pocos autobuses se niegan a pasar por el tierrero hacia el pueblo y mucha gente se queda con las ganas de resolver sus cosas en Catia La Mar o en La Guaira”, señaló Omarela Zerpa, quien vende empanadas en la bahía de Puerto Cruz, una localidad que precede a Chichiriviche.
En febrero de este año, un grupo de vecinos de Chichiriviche protestó en el acceso principal del poblado. Las autoridades policiales disolvieron la acción cívica al prometer la mediación con el Ejecutivo regional y la Alcaldía del municipio Vargas.
“No se logró nada, mandaron más bolsas de proteínas y se olvidaron de nosotros”, agregó Zerpa, quien cree que la pasividad de los nativos contribuye con el inmovilismo oficial.
Declive turístico
En la Semana Mayor, los comerciantes playeros del oeste del Litoral Central resintieron la disminución de cientos de temporadistas de Caracas y los estados Miranda y Aragua.
No podemos atraer a los principales clientes de nuestras playas. Pocos quieren venir hasta acá por esa carretera en tan malas condiciones”, comentó Edward Liendo, concesionario de delicias marinas en la playa de Chichiriviche.
Liendo recordó que el corredor vial lo repavimentaron en el año 2007 (en tiempos del gobernador Antonio Rodríguez San Juan) con losas de cemento y trabajos de limpieza en cunetas montañosas y riachuelos.
“Pero, ahora, esta carretera es lo más parecido a un infierno y así no se puede desarrollar el turismo en La Guaira”, aseguró.
Participa en la conversación