“En Catia hay un riesgo verdadero de que haya violencia”

El dirigente comunitario, Ángel Cacique, denuncia que existe un “control político” en la popular parroquia a través de las asignación de las bolsas de comida.

Carlos Crespo/ @CarlosCrespoR

Caracas. Ángel Cacique ha estado metido en el activismo político y social durante 50 de sus 61 años de edad. Cuando contaba con apenas 11 años inició su militancia en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), luego formó parte de La Causa R y después pasó por la filas de AD y Copei. Hoy forma parte del movimiento “Alianza del Lápiz”, dirigido por Antonio Ecarri, que apuesta a promocionar la educación dentro de las comunidades.

“Creo que el socialismo tiene problemas”, dice para explicar su cambio ideológico, “aunque en su forma democrática ha funcionado en los países europeos”, acota.

Cacique ha vivido toda su vida en Catia y hoy sigue desplegando su actividad comunitaria en la parroquia Sucre. Profesor de Química y Ciencias Naturales en el liceo “Bolívar y Freud” de la parroquia, sostiene que ésta pasa por uno de sus peores momentos y teme que la gente se canse de hacer colas para comprar comida.

“En Catia hay un riesgo verdadero de que haya violencia, pero nosotros no andamos apostando a eso, queremos que la salida sea electoral”, advirtió.

El dirigente, quien llegó a ser diputado con el movimiento Nueva Generación Democrática de Vladimir Gessen, denuncia que muchos consejos comunales de la parroquia están utilizando la denominada “bolsa de comida” como un instrumento de control político.

“Obligan a la gente a firmar una planilla y establecen mecanismos de control. La gente que está con ellos es la que recibe las bolsas de comida”, denunció.

Pateando cerro

A Cacique no parece gustarle mucho dar entrevistas en un lugar fijo. Mientras habla invita a sus interlocutores a acompañarlo hasta el sector Alta Vista en donde unos vecinos, cuyas casas están al borde de un precipicio, lo esperan, en el callejón San Pedro, para reiterar la denuncia de que, a 6 años de que se deslizara el terreno en la zona, las autoridades siguen sin hacer nada.

El educador acota que, a pesar de su cambio de pensamiento, no ha dejado de seguir los postulados del fundador de La Causa R, Alfredo Maneiro, quien señalaba que la actividad política debe combinarse con el trabajo social. “Los diputados que fueron elegidos por Catia tienen un compromiso histórico con la parroquia”, dice en referencia a Jesús Abreu y Marialbert Barrios, quienes vienen de la comunidad.

Esto también le da pie para solicitarle a la Asamblea Nacional (AN) que impulse con más fuerza la agenda social. El exdiputado considera que, aunque la AN tiene un buen desempeño en lo político, debería destinar más tiempo a problemas sociales. “Ante el déficit del alcalde de Caracas (Jorge Rodríguez) la AN puede estar presionando vía presupuesto para que el Gobierno haga algo, destinar recursos a las comunidades”, propuso.

El recorrido termina donde comenzó: en el parque del Oeste, ahora rebautizado como “Alí Primera”. El espacio trae recuerdos al dirigente pues antes ahí se encontraba el temido “Retén de Catia”. Cacique contribuyó con el esfuerzo que culminó con el derrumbamiento de la cárcel y la creación de un espacio de esparcimiento para los catienses, en el que destaca el museo Jacobo Borges.

Cacique recuerda las reuniones que se dieron para lograr un cambio tan drástico: una de ellas incluyó al entonces candidato Hugo Chávez, al propio Jacobo Borges y al arquitecto Fruto Vivas. Entonces el recuerdo se torna nostálgico porque ahora el museo fue vaciado de sus obras y muchas de las esculturas que están a las afueras están en franco descuido. “Es una lástima”, dice Cacique, quien sin embargo sigue creyendo en la posibilidad de hacer cambios duraderos en Venezuela. “Pero esto cambió, este parque es lo que salva a Catia, ese esfuerzo no se perdió”.

Foto: Cristian Hernández


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