En Central Tacarigua II llevan semanas ahogados entre cloacas y agua de lluvia

Las aguas de las inundaciones en Central Tacarigua 2 pueden llegar a tardar hasta cuatro meses en bajar. Así ocurrió en el 2021 y piensan que la historia se repetirá.

Valencia. Las lluvias siguen causando estragos en las distintas latitudes de Carabobo y esta vez el tocó a la comunidad de Central Tacarigua 2, en el municipio Carlos Arvelo, una zona rural alejada de los logos políticos. En este lugar en el que viven al menos 150 familias no se ven ni murciélagos, ni manitos de Unidad, ni mucho menos frases como “Aquí nadie se rinde”, en su lugar queda en evidencia la gran necesidad que están pasando a causa de la desatención gubernamental.

A diferencia de otras zonas como Canoabo en donde el pasado 6 de agosto las lluvias ocasionaron un desbordamiento de ríos, pero hoy por hoy, el agua y el fango ya no se perciben en Central Tacarigua 2 la historia es otra. Este caserío no cuenta con los mínimos estándares de habitabilidad. Las casas en su mayoría hechas de bloques no están frente a una acera con una calle asfaltada. Ellos siguen a la espera de una conminativa para que les concluya lo que nunca terminaron hace 16 años durante la gestión de Henrique Fernando Salas Fe. En su lugar solo están los cachimbos, pero no funcionan y los que si es porque la misma comunidad los conectó a sus casas con autogestión.

Fotografia: Armando Díaz.

Pero la realidad es que producto de las lluvias el agua de las canales se ha desbordado y con esta las cloacas y la materia fecal en los distintos pozos sépticos de las vivienda y ahora Central Tacarigua dos lleva más de dos semanas sumergida en el agua y esto no es la primera vez que ocurre el pasado 2021 también fue así, justo en la época de invierno. Así lo afirmó la comunidad.

María Cuevas es una de esas afectadas. Lleva 20 años en la comunidad, prácticamente el mismo tiempo que se fundó y junto a sus hijas se monta en unos bloques y brinca de uno a otro para asomarse por la entrada de su casa. El agua se le mete en su vivienda, pero por fortuna no ha vuelto a entrar a la casa, pero si rodea el porche y los patios traseros y laterales. Es casi como un palafito. Hay botas para el agua en todos lados, una para cada miembro de la vivienda, aunque Cuevas lleva unas cholas rosadas que usa con unas medias azules.

Fotografia: Armando Díaz.

Desde el año pasado que viene pasando esto, porque antes nunca pasaba nada así. Ahorita es que no puede caer un palo de agua porque esto se inunda y el agua no baja, porque a cada rato llueve. A veces baja, pero vuelve a subir, porque todo está lleno”, dice Cuevas sentada en una silla.

Desde hace dos semanas cada ve que Cuevas ve la lluvia caer siente miedo. “Eso se pone llenito. La otra vez tuvimos que montar todo en alto y dejarlo a´si”.

En su casa viven 6 personas y entre esos una sola es menor de edad. Cuando se le pregunta qué hacen cuando llueve, Cuevas calla y empieza a arrugar el rostro. Está a punto de llorar y cubre su rostro mientras dice entre sollozos que nadie del gobierno se ha acercado. “Nos tienen abandonados. Este barrio está abandonado, nadie hace nada por él. Aquí han ido hasta Caracas y no le han puesto cuidado”. Por tal motivo es que cree que a nadie le importa su comunidad y a su juicio, lo peor es no tener a donde irse. “Sin plata uno no puede irse”.

Fotografia: Armando Díaz.

Cuevas vive de la pensión, pero realmente son sus hijos quienes la mantienen, pero admite que solo rinde para la comunidad y uno que otro medicamento.

La última vez que llovió fue hace dos días. “Fueron tres horas lloviendo y eso fue una lluvia recia”.

Aunado a esto, el colapso de las cloacas empeora el panorama dice el hijo mayor de Cuevas quien prefirió no dar su nombre. Este explica que el nivel de la comunidad está por debajo del nivel de la carretera, mientras que las cloacas se hicieron mucho más abajo. “Ellos sabían que se iban a desbordar, y sabían que estaba mal hechas y lo que vieron fue taparlas para que no se desbordaran”.

Fotografia: Armando Díaz.

Producto de estas inundaciones la familia Cuevas no puede usar los baños, además que los pozos sépticos están colapsados, tendrían que esperar al verano para volver a darle uso. Por tal motivo, no puede hacer sus necesidades como personas normales, tienen que correr a casa de otros familiares para hacerlo.

“Me gustaría irme para un lugar en donde no pase esto. Pero aquí no sabemos nada, aquí nadie nos responde nada”.

Fotografia: Armando Díaz.

Yibi García está en la entrada de una de las calles em compañía de varios vecinos fuma un cigarro con frenetismo porque dice que eso le dará la fuerza suficiente para hablar. “Aquí no hay desemboque de agua y se nos inundan las calles y lo que no está lleno de fango”.

García fue a la Presidencia de la República el jueves pasado a poner el reclamo, pero no le dieron respuestas satisfactorias, fue con una vecina que se ha visto afectada de su salud. “Evelin me acompañó pero allá nos dijeron que nos iban a solucionar, que iban a llamar a la Gobernación, pero aquí no han llegado y no ha llegado ningún gobierno”.

Fotografía: Armando Díaz.

Es así que ahora en medio de la tragedia Yibi García se cuestiona para que militar en un partido como el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv). “No, nos paran. No existimos ni para la Alcaldía que la tenemos aquí mismo. Entonces ¿Hasta cuando debemos comernos toda esta contaminación”.

García va enfureciéndose en la medida que habla y afirma ser utilizada en cada elección como un voto más. Desde que hace 16 años los visitara una comitiva de Salas Feo alias “El Pollo”, ningún otro gobernante ha visitado Central Tacarigua 2. “Solo nos visitó el candidato de oposición Danilo Montecalvo”. Montecalvo fue entre 1998 y 2004, alcalde del municipio.

Desde la Alcaldía la respuesta es que no cuentan con el presupuesto para resolver su problema. “Por eso no nos toman en cuenta ¿Qué quieren? ¿Qué nos ahoguemos? Hace unos días un niño de un año se estaba ahogando. Esto lo tiene que resolver el gobierno así como resuelven cuando vienen a buscar nuestros votos. No vivimos sólo de una bolsa. Somos seres humanos”. Sin embargo, las bolsas CLAP no llegan desde hace 6 meses, como tampoco llega el gas.

Fotografía: Armando Díaz.

“Estoy ahogandome y vivo con los nervios de punta porque no se si voy a despertar ahogada, comida por los gusanos o picada por las culebras. Aquí un vecino agarró un babo ¿Y si se come un niño”.

Desde el ocho de septiembre la comunidad de Central Tacarigua 2 está esperando un vacum, para extraer las aguas y siguen en la espera. “¿Cuando vengan los votos de presidencia si?”. Dice la mujer que denuncia que en su cuadra ya hay persona con fiebre de 40 y otros con conjuntivitis, sin contar la vecina a quien le cayó gusanera en los brazos por la gran cantidad de zancudos que se ven reposando sobre las aguas.

Fotografía: Armando Díaz.

En esta comunidad no todos tienen los $25 para comprarse un par de botas, por lo que con sandalias o a pies desacalzos se introducen en e caudal que llega casi hasta las rodillas y está rodeado de hierba alta. Los niños y perros entran como si fuese una piscina ignorando las consecuencias, las cuales ya se evidencian en los pies de varios vecinos en forma de hongos.

Fotografía: Armando Díaz.

Gustavo Nieves se autodenomina uno de los fundadores de la comunidad. Tiene 59 años y es uno de los pocos que vive en casas hechas de zinc, es un ranchito de unos 6×6 m2 rodeado de maleza y en la que el agua entra con total libertad para la casa. No hay enceres, pero si mucha chatarra y en el agua que flota hay incluso un rato muerto flotando y unos animales pequeños que parecen renacuajos.

Fotografía: Armando Díaz.

Tuvo que caminar casi 10 minutos para llegar hasta su vivienda, la cual de acuerdo a su opinión es en donde se juntan las cloacas y el agua de lluvia. Es factible, puesto que el agua huele peor y tiene manchas en su superficie. “Todo eso se acumula aquí. Bajan las cloacas de Verdún”.

Fotografía: Armando Díaz.

Producto de las aguas abandonó su rancho y se fue cuatro casas más abajo en donde el agua no afecta tanto. “Yo no tengo casi cortos que perder”.

Este señor quien se declara chavista y lleva una gorra roja asegura que nadie ha acudido a la comunidad porque a nadie le importa. De hecho explica que la exalcaldesa Marisol Castillo “Esa no hizo nada y vivía por aquí. Después de ahí pasó a otro pero esta Alcaldía de Carlos Arvelo no ha servido para nada. Nadie se interesa por ver los problemas de las comunidades”.

Ahora, Nieves admite que votaría por alguien de oposición si de verdad le resuelven su problema. “Mira como tengo esos pies, enfermos. No puedo salir, no puedo caminar mucho. No puedo andar en botas porque me pica y me arde”.

Fotografía: Armando Díaz.

Es paradójico pero en la entrada de esta comunida, justo al frente de la carretera hay un cartel oxidado en el que se lee “La continuidad de la revolución ¡Si va!”. Habría que ver si en esta continuidad revolucionaria, el problema de Central Tacarigua 2 sigue o no.

Fotografía: Armando Díaz.

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