El pediatra Alejandro Crespo considera que la clave está en mantener el uso de la mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento y la ventilación dentro de las instituciones educativas si se concreta el regreso a clases presenciales en el país.

Caracas. El nuevo año escolar 2021-2022 está a poco más de un mes de comenzar. El gobierno de Nicolás Maduro sigue planteando la posibilidad del retorno a las clases presenciales, pero la variante delta del SARS-CoV-2 representa una amenaza para que esto sea una realidad en Venezuela, el único país de la región que no ha retornado a las aulas, ni siquiera de forma semipresencial.

La organización no gubernamental Médicos Unidos por Venezuela ha solicitado a las autoridades gubernamentales declarar la emergencia nacional ante la supuesta detección de casos de la variante delta en, al menos, seis estados del país.

En sus más recientes declaraciones sobre el tema, Maduro aseguró que el regreso a clases presenciales en octubre sería “a lo grande” y con 60 % o 70 % de la población vacunada contra la COVID-19. Pero Venezuela está entre los países con peor ritmo de inmunización en la región. Los datos de la Organización Panamericana de Salud (OPS) estiman que la tasa de vacunación está por debajo del 10 % de la población.

La OPS también detalla que 5.814.421 personas han sido vacunadas en Venezuela, de una población de 28.704.947. De esta cifra solo 3.326.547 han completado el esquema de dos dosis.

En el país, el sector educativo, sin contar alumnos, tiene aproximadamente 900.000 personas, entre maestros y profesores (activos y jubilados), personal administrativo, obrero y otros cargos que desempeñan labores en los planteles educativos, según cálculos de la Federación Venezolana de Maestros.

clases presenciales
Foto: Gleybert Asencio
¿Qué recomiendan los expertos?

La realidad actual de la COVID-19 en Venezuela es de más de 4000 contagios por semana, según datos de los voceros del gobierno de Maduro. La situación varía en cada estado, pero específicamente Caracas y Miranda son las entidades que más casos han reportado en los últimos días.

Ante este panorama, Maduro planteó un regreso a clases ajustado al llamado sistema 7+7 que su gobierno ha aplicado en el país desde 2020, el cual consiste en una semana de cuarentena radical y otra flexibilización de las medidas restrictivas de movilidad.

Hay que preparar todo para el regreso a clases bajo el método 7+7. En eso debemos trabajar, declaró el pasado 20 de agosto.

Alejandro Crespo Freytes, médico pediatra y presidente de la Sociedad Venezolana de Pediatría filial Aragua, plantea varias opciones que pueden ser aplicadas para prevenir contagios entre quienes conviven diariamente dentro de las instituciones educativas que consisten en mantener las medidas de bioseguridad dentro de los planteles y además adecuar las áreas de clases.

  • Toda persona mayor de cuatro años debe utilizar mascarilla (tapabocas):

Las mascarillas no se pueden sustituir con nada. Pueden o no algunas personas reforzar la mascarilla con la máscara facial. Pero hay que entender que la máscara facial no sustituye la mascarilla, explicó.

  • Las autoridades educativas deben tratar de mantener aforos limitados en los salones de clase:

En los salones debe haber una distancia de por lo menos 1,5 o 2 metros entre un pupitre y otro.

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Foto: Gleybert Asencio
  • Los salones deben ser ventilados:

Es importante mantener las puertas y ventanas abiertas. No utilizar aire acondicionado porque esto lo que hace es reciclar el aire, y por el aire puede estar flotando partículas virales.

Una idea que recomienda Crespo es que, de ser posible, sería ideal poner un ventilador apuntando hacia la ventana y formar una corriente de aire entre la puerta y ese ventilador que circule adecuadamente. Y no sentar a niños cerca de ese espacio.

  • Evitar el uso de pantallas plásticas:

Esas pantallas de plexiglás que se ven en los bancos que separan al cajero de los usuarios no funcionan en el caso del coronavirus. Hay estudios recientes que hacen ver que las pantallas logran que haya mayor recirculación de aire y colaboren con mayor propagación del virus porque no permiten corrientes de aire que atraviesan los espacios.

Para Crespo, definitivamente lo esencial es mantener el uso de la mascarilla (bien ajustada sobre nariz y boca), el lavado de manos, la distancia y la ventilación. “Ese es el secreto”.

  • Planes de detección

Tener un plan para hacer búsqueda de contacto en caso de que alguna persona, ya sea alumno o del personal, salga positivo a COVID-19. Sería importante hacer testeo aleatorio con cierta periodicidad para asegurarse de que no haya algún caso asintomático.

Cualquier persona que presente síntomas como fiebre, tos seca, fatiga, dolor de garganta o diarrea no debe asistir a los planteles educativos y permanecer aislada en casa, recomienda Crespo. Esto es un poco complejo en el área de preescolar porque los niños se enferman con mucha facilidad, sobre todo de virus respiratorios. Entonces, cualquier niño con secreción nasal o diarrea debe quedarse en casa, añade el especialista.

  • El lavado de manos debe ser constante:

Es importante que los alumnos, maestros y personal administrativo y obrero dispongan de agua, jabón y sitios adecuados para lavarse las manos, si es posible dentro de las aulas. Si no se puede hacer una instalación de lavamanos, que no es algo sencillo ni económico, por lo menos hacer puntos de acceso al agua como lo plantea Unicef.

Crespo también plantea que para secarse las manos es válido tener una toalla de uso único que debe ser utilizada una sola vez por cada persona y que luego debe ser lavada con agua y jabón.

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Foto: Gleybert Asencio
  • No compartir artículos de uso personal

Reforzar a los padres y alumnos la información de que no se pueden intercambiar o compartir artículos de uso personal como cepillos, termos de agua, cubiertos, entre otros.

  • Vacunación masiva

Lo ideal también sería vacunar a todos los maestros, personal administrativo y obrero y a todo el personal que trabaje en las instituciones educativas.

Castro plantea que sería ideal que al país llegarán vacunas como las de Pfizer y Moderna, que son las vacunas que en la actualidad tienen estudios publicados en personas mayores de 12 años, por lo que servirían para vacunar a adolescentes.

  • Clases al aire libre:

Otra recomendación sería impartir clases en espacios abiertos, ya sea en canchas o en el patio. Esto es mucho mejor. Hay grandes ejemplos al norte Europa donde las universidades han pasado a dar clases en espacios abiertos. Esto demuestra que no solo existe la opción de dar clases a distancia, también puede ser presencial en espacios abiertos.

  • Usar micrófonos para dar clases:

Otra opción es utilizar micrófonos o speakers que irían entre la mascarilla y la máscara facial para que los maestros puedan hablar sin tener que gritar, y que así no haya un aumento en la cantidad saliva que se proyecta al hablar. Esto disminuye la probabilidad de distribuir gotículas de saliva que pueden o no ser contentivas de virus.

Clases presenciales
Foto: Gleybert Asencio
Otras medidas que pueden servir

Tener medidores de dióxido de carbono en el ambiente: estos dispositivos sirven para medir los niveles de CO2 en el aire, además de gas y sustancias orgánicas. Cuando la calidad del aire no es buena, estos aparatos emiten advertencias.

Filtros Hepa en los sistemas de ventilación de los espacios: estos filtros sirven para la retención de partículas volátiles presentes en el aire, por lo que evitan la propagación de bacterias y virus en el aire.

Con respecto a si los niños o adolescentes con problemas de salud subyacentes pueden o no volver a clases presenciales, la Organización Mundial de la Salud, recomienda evaluar las condiciones en las que este retorno puede darse.

La conveniencia de que un niño acuda a la escuela depende de su estado de salud, de la transmisión de la COVID-19 que se esté dando en ese momento en la colectividad y de las medidas de protección que la escuela y la sociedad hayan adoptado para reducir el riesgo de transmisión.

En el caso de personas mayores de 60 años con afecciones de salud previas, recomienda tomar en cuenta los niveles de contagios en la colectividad y qué medidas están aplicando las escuelas para prevenir los contagios, además, la OMS recuerda que este grupo etario tiene un mayor riesgo de presentar síntomas graves y de fallecer por COVID-19.

Foto: Gleybert Asencio
¿Hay condiciones para volver a clases?

Orlando Alzuru, profesor y presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), indicó que en el país existen 29.000 planteles educativos que son responsabilidad del Ministerio de Educación, de los cuales al menos el 70 % no está apto para el retorno de las clases presenciales, principalmente por el deterioro que presentan las infraestructuras, el vandalismo y las fallas en los servicios básicos:

Los principales problemas que presentan las instituciones educativas según la FVM son:

  • Infraestructura deteriorada
  • Baños inservibles
  • Falta de agua
  • Fallas de luz
  • Falta de materiales de limpieza

Además de eso, la mayoría de los planteles han sido saqueados por el hampa durante el tiempo que han estado sin actividades. En muchos de estos planteles no hay instrumentos adecuados para el trabajo administrativo ni cuentan con los requerimientos necesarios para los procesos académicos, comentó Alzuru.

En reuniones recientes con la nueva ministra de Educación, Yelitze Santaella, a las diversas federaciones y sindicatos del gremio, se les informó que en 500 instituciones educativas de todo el país, 18 por estado, empezarían trabajos de recuperación y reacondicionamiento, detalló Alzuru.

Otras peticiones de los maestros son: la vacunación masiva del gremio, la cual no se concretó a principios de año cuando el gobierno aseguró que empezarían a vacunar a maestros y profesores, tanto activos como jubilados, y la mejora salarial. “A pesar de que recientemente se mejoró un poco, sigue siendo insuficiente, por cuanto aumentan los productos y el transporte público”, planteó Alzuru.

Foto: Gleybert Asencio

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