Las consecuencias de la contaminación afectan a la comunidad pesquera de sectores como San Luis y generan graves problemas de salud como escabiosis y dengue, entre otros.
Cumaná. Las plantas de tratamiento del sistema de drenaje instalado en la ciudad de Cumaná no funcionan a cabalidad y, las consecuencias de la contaminación no solo repercuten en el mar, también afectan directamente la salud de la población y la actividad pesquera de la zona.
Fernando Blanco, biólogo sucrense, explicó que la situación tiene larga data y no ha sido atendida prioritariamente por las autoridades. La problemática se ha agudizado no solo por la inoperatividad del sistema de bombeo de sectores como La Llanada, sino también por el de Punta Delgada.
“Las plantas de tratamiento ubicadas en el este y oeste de la de la ciudad, no están trabajando porque no tienen aireadores incluso, en el medio de estas dos plantas se encuentra una más pequeña, que es la de El Palenque en la que desemboca el río Manzanares y las aguas residuales de los agricultores de Cumanacoa (municipio Montes), que también está parada” dijo.
Blanco sostuvo que cada planta de tratamiento necesita 25 aireadores, mientras que la de El Palenque utiliza al menos 10. A su juicio, este tipo de espacios deben estar resguardados por funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado para que sean preservados, pues los aireadores pueden tener otros usos como en los sistemas de riego.
Al cuestionarlo sobre la importancia de los mencionados aireadores, Blanco precisó que el sistema de ingeniería es importante para generar oxígeno, eliminar, los olores y degradar los contaminantes como cauliformes: “De manera que cuando pasa a un tanque de sedimentación ya el agua se puede desalojar al mar porque estaría tratada”.
El experto también aseguró que las playas no están limpias y el problema se intensifica porque tampoco hay un plan de tratamiento de la laguna de oxidación.
En la zona ya no hay especies como la tilapia o jaibas incluso, un indicador de la contaminación es la proliferación de limo verde y algas nocivas ricas y nitrógeno y fósforo” detalló.
Durante 2022, Blanco formó parte del equipo de asesores de la Comisión de Ambiente del Consejo Legislativo del estado Sucre (CLES), y propuso realizar un nuevo análisis del agua de la playa a través de los laboratorios de la Universidad Politécnica territorial del Oeste del estado Sucre: “Clodosbaldo Russián”, pero no obtuvo respuesta de la institución.
Indiferencia
La falta de atención oportuna de las autoridades a las plantas de tratamiento, también ha sido ampliamente denunciada por población a través de las manifestaciones ciudadanas, como las ocurridas recientemente en la Redoma del sector San Luis, parroquia Ayacucho del municipio Sucre.
La comunidad organizada denunció que la bomba fue removida por orden de la gerencia de la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe), el pasado 19 de diciembre de 2022 y la medida ocasionó el colapso del drenaje que sirve a ocho sectores.
Luego de varios reclamos, los funcionarios de Hidrocaribe trajeron una bomba de achique pequeña para sacar el agua hacia la playa a través de un sistema que hizo hace tiempo la comunidad para el agua de lluvia, pero también se llevaron esa bomba y no han dado respuesta a la problemática”, explicaron.
Daños al ecosistema marino
San Luis forma parte de las comunidades pesqueras del estado Sucre y sus vecinos también advirtieron los daños causados al ecosistema marino.
“Las cloacas están cayendo a playa San Luis, ya nadie se puede bañar y los pescadores pasan por encima de esa agua putrefacta”, aseveraron.
Andrés Andrade, pescador de la zona, aseguró que cuando sale a faenar ha observado a orilla de playa la proliferación de peces muertos.
Cambios de vida
La comunidad también puso de manifiesto las repercusiones que la problemática ha traído en sus condiciones de vida, especialmente en la población infantil y su derechos a la salud y la educación, porque el drenaje de la escuela colapsó y afecta los servicios sanitarios.
Carmen Carrasquel, quien vive a orilla de la playa, aseguró que en horas del mediodía no soportan el mal olor y a las 6:00 pm, los vecinos se encierran en sus casas debido a la proliferación de zancudos transmisores de enfermedades como el dengue.
Ingrid Rodríguez, habitante de la comunidad, ofreció testimonio de los daños en la piel que sufrió su esposo.
No teníamos dinero y tuvimos que ingeniarnos para comprar antibiótico porque no aguantaba el dolor provocado por las yagas en la piel y si él no sale a pescar la familia no puede comer. Los niños también son afectados porque todos los días se bañan en la playa y tienen sarna”, enfatizó.
Vecinos afirman que la comunidad fue fundada en 1972 y, desde esa fecha fue instalado el sistema de bombeo para el beneficio colectivo.
“Las organizaciones y dirigentes sociales hemos llamado a Hidrocaribe para que traigan la bomba, porque el compromiso era devolverla en 20 días y no lo hicieron, pero al igual que los tableros se los llevan de una comunidad a otra, con la excusa de arreglar unos cables”, dijeron.
Consecuencias para la salud
Ante esta situación, el profesional de la medicina y dirigente social Lope Marín, expresó que las aguas residuales mal tratadas en sectores populares y zonas comerciales como el centro de Cumaná, pueden producir una endemia local.
La contaminación trae problemas gastrointestinales, cuadros diarreicos, amebiasis, parásitos como los protozoarios, hepatitis “A”, e incluso, pueden provocar una sepsis y contaminar el sistema”, dijo.
A este panorama le sumó otras enfermedades como el dengue por la proliferación de plagas, dermatitis y problemas respiratorios por la inhalación de aguas putrefactas.
En su opinión, el Estado ha sido irresponsable en el mantenimiento del drenaje al igual que en la inversión de recursos para asfaltado porque el agua en sectores como la Avenida Perimetral de Cumaná, no tiene como drenar cada vez que llueve.
“La población también tiene problemas sociales porque no cuenta con calidad de vida para llenar sus expectativas”, añadió el experto.
El equipo de Crónica.Uno trató de consultar la vocería oficial de Hidrocaribe y el Ministerio de Aguas para conocer las medidas de atención en torno a la problemática planteada, pero la comunicación no fue posible.
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