Para abastecerse de combustible, los barquisimetanos deben hacer colas de más de 12 cuadras y esperar en algunos casos hasta un mes para poder echar gasolina. Denuncian los abusos de poder de la GNB y las FAES, así como de los grupos de choques, denominados colectivos.

Barquisimeto. Colas de más de 12 cuadras a la redonda se pueden notar en las principales avenidas de Barquisimeto. Ciudadanos denuncian maltratos de los entes de seguridad del Estado cuando se “apoderan” de determinada estación de servicio. En tiempo, los consumidores pueden durar en colas hasta un mes.

Los ciudadanos señalan a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES). “Llegan a las bombas como amos y señores a surtir a los amigos y familiares, no les importa que nosotros llevamos 15 días de cola para echar gasolina”, denunció Emilio Pérez.

Estas acciones las aplican en las 36 estaciones de servicio de la entidad.

15, 25 y hasta 30 días han pernoctado los larenses para abastecer sus vehículos de gasolina. Tal es el caso de Yanet Padrón, que llevaba, en el momento en que Crónica.Uno conversó con ella, 28 días durmiendo escasas tres horas en su carro.

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Los usuarios para organizarse arman hasta nueve listas. Foto: Cortesía Jesús Hernández

Tengo 28 día aquí, llegué el 7 de agosto. Hace 15 días vino la gandola y llenó el tanque a 120 carros, de 400 que estaban en cola. Desde entonces no ha llegado más nada”, relató.

Yanet es madre y trabaja con su carro haciendo carreritas y transporte; es jubilada, la única entrada de dinero que tiene es trabajando con su carro: “Por lo menos que nos dieran información, cuándo traen la gasolina. No me atrevo a moverme pensando que en cualquier momento puede llegar. Esto es una incertidumbre total”.

El desgaste físico, mental y moral que viven estas personas es invaluable; algunos prefieren andar a pie antes que permanecer en una cola para gasolina.

Duré tres días, quedé de 114 de 117 en la cola, y no pude surtir porque los guardias hicieron doble cola. Ese día nos llevamos tremendo palo de agua, sin comer; al final la gente se molestó y casi vuela el portón de la bomba. Desde ese día dije que por cuidar mi salud mental no hago más cola para gasolina”, dijo Xiomara Mogollón, que se encontraba en la estación de servicio ubicada en el noreste de Barquisimeto.

Otros que también la pasan mal son los mototaxis, que cuentan que tienen cuatro meses afectados por la escasez de gasolina. A mediados de marzo, cuando por decreto presidencial comenzó la cuarentena en todo el país, no tuvieron más opción que comprar a entre 2,5 y 3 dólares el litro. El tanque de una moto se llena con 15 litros, dependiendo del modelo, sin embargo, surten seis litros máximo, y cuando corren con suerte, ponen ocho.

En sus declaraciones para este medio, informaron que siguen a la espera del cronograma que mencionó la gobernadora del estado Lara, Carmen Meléndez, para que los motorizados puedan llenar el tanque interdiario. Esta modalidad fue comunicada en junio, luego de que el gobernante Nicolás Maduro anunciara la dolarización de la gasolina.

Un grupo de 30 motorizados anda de un lado a otro buscando combustible. Uno de ellos es Pablo Castillo, que se encontraba en la estación de servicio Venezuela, en el oeste de la entidad. Relató que tiene días recorriendo la ciudad a ver si logra equipar su moto.

 

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Los motorizados también se ven afectados por la escasez de combustible. Foto: Cortesía Jesús Hernández

Tengo más de 20 días del timbo al tambo buscando la manera de echar gasolina, pero qué va, a pesar de que la gobernadora dijo que eran 60 motos por estación de servicio, eso no se está cumpliendo, porque cuando estamos completos llegan los colectivos y quitan 20 cupos para ellos llenar y después revenderla a cuatro dólares”, puntualizó.

Cada día que pasa se complica más llevar el sustento a sus hogares. “Si no salgo a trabajar y producir, no comemos. Yo trabajo haciendo carreras en la moto. La carrera mínima la cobro a un dólar, pero eso no es mucho, porque si no tengo gasolina, no me rinde”, comentó Víctor Sánchez.

La pandemia de COVID-19 también es tema de preocupación. “Yo soy hipertenso y diabético, pero tengo que salir a buscar la plata para llevar el pan a mi casa”, agregó.

De las 36 bombas que existen en Barquisimeto, tres son del Estado, son las estaciones de servicio Pata ’e Palo, La Sindical y El Terminal; por muchos años permanecieron a cargo de otras personas con una concesión otorgada por el Gobierno. En La Sindical abastecen en horas de la madrugada al mejor postor.

Cómo es posible que en la bomba de La Sindical entren carros a las 3:00 de la madrugada y les venden los litros que necesiten. Ahí pagan hasta 50 de los verdes”, denunció Marcos, nombre que se le da para cuidar su verdadera identidad.

Los usuarios de las gasolineras piden al gobierno regional que les pongan control a los grupos de choques, denominados también colectivos, y evitar la anarquía que generan cuando están en las bombas. Al igual que a los “bachaqueros”, que hacen de las suyas, anotan de 20 a 40 carros para hacer sus negocios ilícitos.

Los consumidores para organizarse llevan entre cuatro y nueve listas en las que anotan los vehículos que están en la espera del combustible.

“Hemos depurado tres listas, con carros fantasmas; a la tercera inasistencia, está fuera. Es la única manera de que los ‘bachaqueros’ no se salgan con la suya”, dijo Darwin Piña, que tiene 17 días en la estación de servicio el Cují, en el norte de Barquisimeto.

La problemática afecta a los ocho municipios del estado Lara. Desde julio a la fecha se han registrado hechos de alteración del orden público que acaban con la paz de los ciudadanos, entre ellos, médicos, pacientes crónicos, transportistas, comerciantes y toda la sociedad civil.

Red de Derechos Humanos y Consejo Ciudadano del Combustible

El Consejo Ciudadano del Combustible junto con la Red de Derechos Humanos en Lara han observado con preocupación la conflictividad que va en aumento con la problemática para abastecer gasolina. Por esta razón tienen una propuesta para monitorear las denuncias que realicen los ciudadanos a través de una aplicación llamada Dilo Aquí, facilitada por Transparencia Venezuela, para que así los usuarios puedan descargarla y denunciar de manera anónima las irregularidades que puedan suscitarse en las colas.

El sociólogo y representante de la Red de Derechos Humanos en Lara Nelson Freites, que está a cargo de esta iniciativa, dijo que se crearon alianzas entre organizaciones no gubernamentales integradas por empresarios, pacientes renales, Vicaría de Derechos Humanos, la sociedad civil para levantar la voz ante el gobierno regional con el fin de que tomen decisiones importantes en cuanto al tema del combustible, con las cuales todos los ciudadanos puedan beneficiarse sin perturbar su paz.

Freites aclaró que con esto no se quiere enfrentamientos: “No queremos crear ningún tipo de confrontación con las autoridades regionales. Lo único que queremos es que con esto se cumplan los acuerdos y respeten los derechos de los más vulnerables”.


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