En medio de la pandemia del coronavirus y las dificultades para laborar en semanas de confinamiento, los comerciantes del Litoral Central reclaman el cobro “elevado y sin consideración” de las tarifas de aseo urbano por parte de la alcaldía del municipio Vargas. Los afectados también rechazan que se les calculen las facturas en divisas. Los cargos oscilan entre 50 y 100 dólares mensuales.
La Guaira. Comerciantes del Litoral Central expresaron su rechazo a los cobros de los últimos meses del servicio de aseo urbano por parte de la alcaldía del municipio Vargas, los cuales calificaron de excesivos e ilegalmente dolarizados.
El reclamo se extiende en todos los ramos del comercio, sobre todo en zonas concurridas por la gente como Catia La Mar, Maiquetía, Macuto y Caraballeda, así como las parroquias Carlos Soublette y Urimare.
¿Me quieren cobrar 70 dólares mensuales de un servicio de aseo, que de paso no recoge a tiempo la basura, en un local de 62 metros cuadrados? Vendo víveres y charcutería, y no me da para eso”, dijo Luis Eduardo Gómez.
El afectado se reunió con otros propietarios de negocios de las urbanizaciones Week End y Playa Grande, situadas en Urimare, para acudir en las próximas horas a las oficinas del ente municipal, a objeto de solicitar la reconsideración de sus pagos.
“Si trabajar en pandemia y con semanas radicales, en las que tienes encima a la policía, es muy difícil, con esto terminaremos de bajar las santamarías”, afirmó Gómez.
En el casco colonial de Maiquetía, al oeste de la región, un grupo de emprendedores ya introdujo un recurso de apelación en este sentido y aún no han obtenido respuesta.
“Hay comercios pequeños a los que les pretenden cobrar más de 100 dólares mensuales por un servicio de aseo que no sirve”, sostuvo Emerson Kassar.
Kassar, contador público de profesión y a cargo de un negocio de ropa y lencería, manifestó que están ahogados en sus finanzas, pero admitió que algunos han preferido cancelar “esas sumas groseras para no ser extorsionados por la policía o gente afín al gobierno”.
Un recorrido de Crónica.Uno por las zonas comerciales de Maiquetía y Catia La Mar evidenció fallas en la recolección de basura, en especial los fines de semana y los días lunes.
En las afueras de los comercios, calles y avenidas, los contenedores y recipientes se muestran superados por los desperdicios. En consecuencia, proliferan moscas, zancudos, roedores, olores nauseabundos e indigentes que preocupan a vendedores, lugareños y clientes.
¿Cómo es posible que se cobre en divisas un servicio de basura muy malo? Creen que 50 dólares es lo mismo que 50 bolívares. La covid no nos va a quebrar, pero esos tipos de la alcaldía, sí”, manifestó Iraida Fontes, dueña de un local de ropa íntima en el Centro Comercial Prado, en Catia La Mar.
Eterno problema
La problemática de basura ha perseguido a todos los alcaldes de Vargas desde 1989 hasta la actualidad. Antes, como departamento Vargas, el asunto ya era una tarea pendiente para los gobernadores de Caracas y los prefectos que designaban para el Litoral Central. Los mayores esfuerzos de aquel entonces se centraban en la limpieza de los balnearios playeros y las avenidas principales.
Tras la aprobación del Concejo Municipal de Vargas, entre 1992 y 2002 estuvo operando la empresa Sabenpe, que recibió cuestionamientos reiterados de la opinión pública.
Al culminar el contrato con Sabenpe, el servicio de recolección de basura fue inicialmente asumido por cooperativas y en la última década, por empresas de las cuales se desconoce su experiencia en el área.
Bajo el mando de Jorge Luis García Carneiro (+), la Gobernación de La Guaira, que no tiene la competencia legal, habilitó la circulación de unidades recolectoras de desechos físicos y también contrató a cuadrillas para el barrido manual en los sitios públicos.
“Tenemos años que no sabemos cuáles empresas se encargan de la basura. Solo vienen los camiones de volteo y sus trabajadores están encima de la basura, sin tapabocas, guantes y hasta harapientos, para medio cumplir”, comentó Tiberio Manfredini, que está al frente de una panadería en la avenida Álamo de Macuto.
Los comerciantes de la referida parroquia también resienten los efectos de estos cobros dolarizados, que Manfredini describió como “elevados y sin ningún tipo de consideración” por parte del despacho de José Alejandro Terán, que ahora aspira a la gobernación litoralense por el Partido Socialista Unido de Venezuela.
El caso de Vargas no es aislado. Es la misma situación que se presenta en Libertador y Baruta, así como en otros municipios del interior del país donde comerciantes se quejan de los cobros excesivos, impuestos por la alcaldías, en las facturas de aseo urbano, entre otros servicios.
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