Desde el gremio afirman que el 7+7 debería ser cosa del pasado, pues deben trabajar continuamente para poder cumplir con pago de servicios e impuestos municipales, que han aumentado desde finales de octubre. La falta de combustible amenaza con reducir la distribución de productos en el país.

Caracas. El esquema “7+7” ideado a mediados de 2020 por el gobierno de Nicolás Maduro para reactivar la economía tras la llegada de la pandemia no logró su cometido. Por las restricciones de cuarentena, el sector comercio tuvo entre 80 % y 90 % de paralización en todo el año, y su operación está comprometida por no poder afrontar el alza de los servicios públicos e impuestos municipales.

Los cálculos hechos por el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) evidencian la debacle en la que se mantuvo la economía nacional, pese a que recientemente la ministra Eneida Laya dijo que “a pesar del bloqueo, hemos visto cómo el comercio en Venezuela ha aumentado”.

Felipe Capozzolo, presidente de Consecomercio, señaló que “de ninguna manera aumentó el comercio en 2020”, pues 90 % de los afiliados al gremio sufrieron afectaciones como consecuencia de la pandemia y el 7+7, mientras que 30 % tuvo “afectación catastrófica” con riesgos de cierres y migración hacia la informalidad.

“El esquema 7+7 debe quedar atrás, porque no se entiende que no se pueda trabajar de manera continua, se asfixie al comercio, pero que persistan la presión y exigencia de tributos, máquinas fiscales y aumentos de tarifas de servicios”, dijo Capozzolo.

Producir para poder cumplir

Afiliados sectoriales y regionales de Consecomercio han denunciado constantemente desde finales de octubre y principios de noviembre los incrementos en las tarifas y la presión de las autoridades municipales para que se cumpla con el pago de impuestos. “Cada alcaldía está actuando de manera particular y lesiva para el sano desarrollo del comercio”, advirtió.

Todo en un momento en el que la inflación sigue galopante y el país llegó a su séptimo año consecutivo en recesión. Consecomercio calcula que la inflación general en 2020 fue de 2243 % y el bolívar se devaluó hasta 2299 %. Desde el gremio exclaman que no están en contra de las contribuciones al fisco, sino de que no se les permita producir para cumplir con sus obligaciones.

“Cuando pones los pies en la calle ves que la gente tiene en la mente la subsistencia y resolver los problemas del día a día. Se debe mover el foco de abrir y cerrar comercios a la prevención sanitaria y la conciencia ciudadana. Los comercios están trabajando de manera segura y la gente se nos va a morir de hambre si no trabaja”, exclamó el presidente de Consecomercio.

Se agudiza el problema del diésel

Las cámaras de comercio regionales y sectoriales del interior del país también están reportando problemas con el diésel, advirtió Capozzolo, lo que afecta los medios de distribución de productos nacionales e importados a los comercios, e incluso la generación de electricidad de quienes migraron al uso de plantas eléctricas.

Ante ello, en Consecomercio han estado discutiendo acerca de las acciones que los gremios deben llevar adelante para resolver el problema, aun conscientes de que “la llave” del asunto del diésel la tienen obligatoriamente los sectores políticos de gobierno y oposición.

De manera que el gremio de comerciantes los instó a que discutan y lleguen a acuerdos sobre la distribución de diésel, y al gobierno de Maduro a que resuelva los problemas de producción, pues la “lección aprendida” es que Venezuela “debe empezar a generar todo el diésel necesario para no depender de otros países”.

“La economía no ha mejorado”

Felipe Capozzolo advirtió que aún no hay síntomas de que la economía venezolana haya mejorado, aunque aclaró que sí ve que “se están dando las condiciones y un cambio en las reglas de juego”, pese a que ello no esté ocurriendo en presencia de un cambio político en la misma dirección.

Hizo hincapié en que el resurgir económico del país partirá de lo micro, desde los gremios, el comercio, la industria y el sector agropecuario, y no por las riquezas naturales, por lo que recalcó que debe haber tanta producción nacional como sea posible e importaciones como sean necesarias.

“El llamado es a un justo balance que propicie un justo nivel de empleo. Lógicamente, primero va lo nuestro, nuestros trabajadores, y luego podremos atender lo demás”, dijo, al tiempo que exclamó que la masificación de bodegones no va a solucionar el problema económico nacional.

Comunicaciones con el gobierno de Maduro

Con el fin de mantener el ritmo de actividades y maximizar la rentabilidad del sector, Consecomercio ha enviado dos comunicaciones al Ministerio de Comercio Nacional, siendo una de ellas la propuesta de un “sello de bioseguridad” que sea expuesto en los locales y los ampare de posibles cierres, aun en cuarentena.

Desde hace tiempo los comercios formales están acatando las medidas y nos ponemos a la orden para facilitar el proceso que permita crear esa certificación. En Venezuela tenemos que empezar a discutir la vuelta de apertura en horarios extendidos y turnos de 24 horas”, dijo Felipe Capozzolo.

Además, desde el sector proponen que, como elemento adicional a la digitalización de la economía, se discuta una posible aprobación de facturas digitales para dinamizar los procesos administrativos en las empresas y reducir costos.

Foto: Luis Morillo.


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