Desde principios de 2021 se profundizaron las fallas en la distribución de gas doméstico en distintas comunidades del Litoral Central. La situación se agravó en los últimos dos veces puesto que la empresa creada por la Gobernación de La Guaira, que cobra el llenado de las bombonas en dólares, no garantiza el llenado a tiempo de los cilindros.

La Guaira. El despacho de gas doméstico nuevamente desaparece en urbanizaciones y barriadas populares del Litoral Central. A finales de 2020, el servicio había presentado fallas en zonas apartadas del eje urbano entre Catia La Mar y Naiguatá, pero desde hace dos meses el peregrinar de cilindros y personas forma parte de la vida en pandemia de los litoralenses.

Aún en la nueva empresa Gas La Guaira C.A., dependiente de la Gobernación y que cobra el servicio en dólares, se observan largas colas y no se consigue el gas suficiente para la demanda de bombonas pequeñas, medianas y grandes. La mayoría de los afectados manifestó su decepción por la incertidumbre de la recarga exprés. 

Tengo el dólar (Bs. 2, 5 millones al cambio del día) que me cobran para el gas de mi bombonita. He venido tres días consecutivos y cuando llevo más de tres horas en cola, nos dicen que volvamos al día siguiente, porque se acabó el gas”, relató Arcadio Pérez, quien vive cerca de la sede de la empresa, ubicada en el terminal de La Zorra, en Catia La Mar, al oeste del Litoral Central.

Las otras dos sucursales de Gas La Guaira están en la avenida José María España, en Caraballeda, y en el sector Mare Abajo, en Maiquetía. En esa empresa también comercializan en tres y siete dólares (o su equivalente en bolívares) el equipamiento de gas para una bombona mediana (18 kilos) y una bombona grande (26 kilos), respectivamente.

Un empleado de la referida empresa estatal, que pidió la reserva de su identidad, comentó que los problemas de escasez provienen del llenadero de Pdvsa Gas Comunal en el sector Zamora de Catia La Mar, donde trasladan las bombonas vacías.

Ahora me toca cargar mi bombonita, tomar un autobús, que están bien escasos, y regresar sin nada a la casa, a seguir haciendo frío el tetero de mi chamo”, dijo con resignación Nilda Zambrano, quien estaba desde las cinco de la madrugada en la extensa fila de La Zorra.

Los verdes “mafiosos”

Otros consultados asumen que “la mafia del gas ya se instaló en Vargas”, puesto que las reiteradas solicitudes de los consejos comunales ante el llenadero de Zamora no son atendidas a tiempo por los camiones.

Desde que en 2019 el comercio de gas doméstico dejó de estar en manos de terceros y se transfirió a instancias con injerencia política, se terminaron de desnudar las fallas del servicio. Para algunos afectados, a la Gobernación no le interesa que fluya el reparto de los camiones, cuyo costo por bombona pequeña es de Bs. 35.000 y por bombona mediana es de Bs. 75.000.

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Habitantes de La Guaira indicaron que en el llenadero de Gas Comunal ubicado en Zamora no llenan las bombonas a tiempo / Foto: Cortesía

Si pusieron a esa empresa y se paga en dólares, ¿cómo es que no se puede tener un cilindro lleno el mismo día? Es increíble lo que pasa en este pueblo”, se quejó Romelia Aguirre, maestra jubilada de 65 años que se cubría del sol en la cola de Caraballeda.

En esa sede de Gas La Guaira no había rostros de felicidad. Algunos habían esperado más de seis horas y no tenían la certeza de salir del lugar con el objetivo cumplido. Otros dejaron saber que irán a las calles en los próximos días a protestar en el acceso a la autopista Caracas-Litoral.

Hay que hacerlo para que las autoridades tomen en serio nuestra necesidad de gas; no estamos pidiendo nada regalado e incluso, venimos aquí a pagar en dólares, pero la guachafita sigue”, reclamó Hilda María Salas, que vino caminando desde el barrio Corapal hasta el llenadero exprés de Caraballeda.

Leña, otra vez

En zonas más densamente pobladas del oeste del Litoral Central como: Marapa, El Piache, Catamare y La Soublette, en Catia La Mar, denuncian que el servicio de gas con los camiones ha estado ausente desde finales de 2020.

En contra de su voluntad, la única opción en pandemia y con las dificultades para el traslado en transporte público ha sido localizar ramas, palos y pedazos de arbustos en matorrales, a fin de resolver los quehaceres alimenticios de sus familias.

Por ahí hay unos bandidos, unos desgraciados, que quieren vender la leña en un montón de dólares y ¿cómo hacemos los que no tenemos esos billetes gringos?”, indicó Lucía Machado, quien desde la tragedia de 1999 retornó a su casa en las márgenes del río Marapa.

A través de la plataforma de WhatsApp trascendió a Crónica.Uno que los pobladores del extremo este del Litoral, en la parroquia Caruao, tampoco reciben el gas doméstico con la regularidad del caso y que han tenido que recurrir a la leña.

“Ya mucho tenemos con ese COVID-19, para ahora enfermarnos al cocinar con leña todos los santos días. No pegamos una con este gobierno”, se lamentó Armando Graterol, quien se dedica a la pesca en la localidad de Todasana, donde no ven al camión de Pdvsa Gas Comunal desde septiembre del año pasado.


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