La llegada del coronavirus a Venezuela, el cierre de vías terrestres, aéreas y marítimas y las dificultades de traslado imposibilitaron el desalojo de algunas escuelas de beisbol en el país.
Caracas. La Federación Venezolana de Beisbol (Fevebeisbol) emitió un comunicado el 12 de marzo, en el que instaba a las academias y escuelas de beisbol del país al cese de actividades como medida de prevención contra el COVID-19.
La medida fue acatada por 95 % de las academias, según la presidenta de Fevebeisbol, Aracelis León, pero hubo grupos en algunas organizaciones que no pudieron retornar a sus casas a tiempo al registrarse el primer caso de coronvirus en el país al día siguiente, el decreto de cuarentena parcial el 15 y el confinamiento total el 16 en todo el país.
“Se está apoyando a las academias que no pudieron llevar a sus atletas a sus hogares. Además, se está revisando cada caso particular. Puedo decir que 95 % de academias y programas cumplieron y no se está persiguiendo a nadie”, expresó León.
Al margen del manejo que le hayan dado las academias a la crisis del coronavirus, la realidad marca que la mayoría de las organizaciones cuentan con jóvenes peloteros de otras entidades. La Roberto Vahlis de Nueva Esparta no tenía ni un solo atleta de la isla y, con vías marítimas y aéreas cerradas, era muy difícil que el grupo se trasladara a otras zonas del país y mucho menos sin el permiso de las autoridades.
Luego de conocerse el foco de contagio neoespartano que sumaba 41 positivos hasta el domingo, además de 21 guardias nacionales del estado oriental, el lunes el Ministerio del Deporte conjuntamente con Fevebeisbol intensificó y dio más fluidez al otorgamiento de los salvoconductos e incluso garantizó el suministro de gasolina para transportar a los pequeños que quedaban en entidades como Lara, Miranda, Carabobo y Aragua.
En algunos casos, el tema de la alimentación que aseguran las academias a los jugadores es razón suficiente para que muchos niños y también los padres prefieran que los prospectos se queden en las residencias, al menos mientras se levanta la cuarentena.
“En mi casa, la única persona que trabaja es mi papá y no está trabajando. Están mi mamá y tres hermanos. Si me voy a mi casa, ¿cómo hago para comer”, le preguntó uno de los jóvenes al ministro Pedro Infante en una de las inspecciones.
No obstante, la idea es que no se repita lo de la Roberto Vahlis. Y, de haber problemas con la alimentación de los pequeños, Fevebeisbol, la Asociación Venezolana de Agentes de Beisbol (AVAB) y el Ministerio de Deporte mostraron disposición de ayudar a través “de mercados y transferencias directas”, según un directivo que pidió no ser identificado.
Infante contabilizó, hasta el lunes 20 de abril, 26 academias con pocos atletas. Según el ministro, operan 154 academias en Venezuela, si bien otras instituciones deportivas sitúan el número entre 220 y 240.
Más allá de la polémica que ha rodeado últimamente a estas organizaciones deportivas, el dueños de un conocido semillero de futuras estrellas de las Grandes Ligas recordó que “hay una labor social con estos muchachos que provienen en muchos casos de familias disfuncionales”.
“Los jóvenes, además del calor humano, reciben estudios, alimentación, valores y los estás ayudando a conseguir una profesión el día de mañana”, puntualizó.
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