En el lapso de un año al menos el 80 % de buses han migrado al sistema de Autogas ante altos precios de la gasolina y el gasoil
Valencia. Cristian Rengifo vendió su camioneta y compró un Optra Limited con sistema a gas hace unos años. Para entonces pensaba que una bombona de Autogas en su maleta era una molestia casi se la manda a quitar, pero su esposa le dijo que no lo hiciera.
Rengifo estuvo cinco años y medio utilizando el servicio de Autogas de manera gratuita, pero desde febrero la estatal comenzó a cobrarlo.
De acuerdo con la Gaceta Oficial número 42.702 del 29 de agosto de 2023 el servicio de Gas Natural Vehicular, es de casi dos dólares y que está vinculada al valor indicado por el Banco Central de Venezuela, el día 1° de cada mes.
Carmen Deltell siente mucha desconfianza con el pago.
“No me molesta pagar $2, es la informalidad del pago. Haces un pago móvil a un número desconocido, sin factura. ¿Cómo sé que no se lo están robando? Hay estaciones en donde muestro la captura y me dicen que me vaya, en otras se guardan el dinero en el bolsillo”.
Revolución gasífera
El proyecto Autogas lo anunció Hugo Chávez en 2007 bajo la idea de un combustible ecológico.
Carabobo se volvió el epicentro de este proyecto, en vista que la planta de Gas Natural Vehicular (GNV) se ubica en la parroquia Yagua del municipio Guacara. Por esto el estado posee la segunda mayor cantidad de estaciones de Autogas: son 26 en la entidad solo superada por tres más en Distrito Capital.
Para enero de 2009, Pdvsa contaba con 141 estaciones de Autogas y el plan para finalizar ese año era llegar a 491 de un total de 1800 operativas en el país. Pero la petrolera no logró el objetivo y así lo corrobora un listado oficial del extinto Ministerio de Petróleo y Minería al que Crónica.Uno accedió.
Incumplimiento de promesa
No obstante, 17 años después del anuncio del proyecto las 26 estaciones no están del todo operativas.
En recorridos hechos por Valencia las denominadas como: Guaparo, Lara 2, y Aeropuerto no están operativas. La primera presuntamente la cerraron por órdenes del gobernador Lacava una vez terminó la recuperación de la redoma de Guaparo, porque la cola afeaba la rotonda.
Lara 2 habría sufrido una explosión meses atrás y solo funciona la parte de gasolina. Se desconoce que ocurrió con Aeropuerto.
En Naguanagua de las dos originales solo está activa Paramacay, la ubicada en La Granja cerró por conflictos entre los dueños y el gobierno en cuanto a lo que se debía cobrar.
Rengifo ha sufrido en carne viva las consecuencias de estos cierres.
“Yo podía tardarme como mucho 30 minutos en la cola de Guaparo. Cuando cerró, migré a La Granja, pero ahí el proceso es lento, porque ubicaron mal las máquinas”.
Un surtidor sirve para abastecer a dos vehículos y La Granja cuenta con dos. Entonces migró a Paramacay. “Esta había que estar atento para ver si abrían o no, cuando lo hacían podías tardarte 10 minutos y nunca había cola, pero eso es historia”.
Más cola, menos estaciones
Desde hace unos cinco meses Rengifo observa mayor presencia de autobuses en la cola. Dice que empezaron con uno o dos y ha contado ahora hasta 17 unidades. Lo que antes eran de 15 a 30 minutos de espera se ha transformado en hasta tres horas, pero esto también por la inoperatividad de las otras estaciones.
A esto se le añade que un autobús con tres bombonas demora 10 minutos en cargar. Si se cuentan 17 unidades, se pueden calcular dos horas y 50 minutos, sin contar vehículos particulares y camionetas pick up con dos bombonas que demoran unos seis minutos.
Reivert Pulgar es uno de esos conductores que visita a diario la estación de Paramacay. Hace un año cambió el sistema de combustible de su autobús por dos bombonas de Autogas, lo que le costó $1700. Cada bombona tiene un costo de $400.
El servicio lo hace una empresa autorizada por Pdvsa y que otorga un certificado que Pulgar posee y que es indispensable para que le permitan surtir.
Gas gana a gasolina
Este conductor le toca cargar una vez al día, tomando en cuenta que su ruta es desde la Vivienda Rural de Bárbula hasta el C. C. Sambil Valencia, equivalentes a 7,3 kilómetros. Este trayecto lo hace máximo siete veces en una jornada, por lo que a las 5:00 p. m. ya está en la cola de Autogas.
Desde hace un año el dinero le rinde más, porque el precio de la gasolina hace inviable mantenerse en el mercado, menos cuando el pasaje está fijado en 13 bolívares, esto equivale a 0.36 centavos de dólar.
Aunque el cobro de Autogas ronda los $2 a ellos se les cobra $3. “No nos importa, igual es un ahorro”. Aun así no se acerca a los $40 que le cuesta la gasolina a diario y además debía gastar $40 en pagar a los colectores guardar $10 para la unidad y otros $10 para él.
Sin embargo, no todo es color de rosas. Pulgar explica que con el sistema a gas la potencia de los autobuses disminuye. “Se nota cuando presionas el acelerador y le cuesta, pierde fuerza y más aún cuando tienes la camionetica llena”.
Pulgar relata que la capacidad de su unidad es de 20 personas, pero aclara, que otras 20 van paradas. Si se calcula que cada persona pesa unos 70 kilos, esta unidad estaría llevando 2800 kilos, más el peso del vehículo. “Llevar todo eso sin la potencia suficiente daña el motor”.
No obstante, Reivert, quien tiene más de 15 años en su trabajo como conductor, estima que al menos 80 % de los autobuseros ha instalado bombonas de gas para sus vehículos.
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